Risas mil, este hilo chana porque nos retrotrae a la infancia
Pero te faltó el Songoku de los insectos, el que causaba pavor entre los tarros llenos de bichos que recolectábamos en esos veranos:
LA VACALOURA
(ciervo volante en cristiano, cosa que no suena ni la mitad de cool)
Es el toro de los insectos, y su coraza es casi indestructible.
Hazte con uno y tendrás una matanza contínua, se carga todo lo que le eches.
También estaría bien que metieras al frasco más carne de cañón, o sea grillos, saltamontes, mariquitas, todo lo que pilles; o las batallas se verán muy deslucidas.
Especialmente emocionante ha sido el momento del fuego purificador, tremendos charcos de Nenuco hacíamos en mis tiempos, mares de llamas donde se retorcían todo tipo de arañas y hormigas, y ratones no porque nunca conseguíamos pillarlos vivos, que si no...