Es que es tal cual, palabra por palabra.
He conocido a tías que se han enganchado de auténticos gilipollas (normalmente, que casualidad, guaperas y con pasta) que les han vendido la moto y el transatlántico para meterla en caliente, y prometido la luna y las estrellas, y luego han hecho, o bomba de humo, o cuando han visto que ella estaba comiendo de su mano, han empezado a recular y echarse atrás, y ellas seguían encaprichadas con el tío que cada vez más y más pasaba de ellas y/o las despreciaba o jugaba con ellas. Y lo peor de todo es que muchas veces ellas, en su idealización desnortada, piensan que un día el tío va a cambiar de parecer, va a venir en una especie de corcel blanco y con armadura brillante, y las va a raptar para siempre a su nicho de amor dentro del castillo, y mientras tanto, y siendo totalmente conscientes de ello, han ido apareciendo tíos que perfectísimamente demostraban con hechos que podía confiar en ellos, que no les vendían nada para ligárselas y cumplían con todo y que iban totalmente en serio, y ellas rechazarlos o una vez tenido algo, dejarlos en stand by, porque "les faltaba algo" o no habían sentido el "feeling suficiente" o que si es cuestión de "química" o mierdas de esas. O también estar supuestamente muy quemadas y después de aguantar sapos y culebras e incluso humillaciones con el guaperas de turno, con el normalito a la primera de cambio que fallase o que hubiera algo que no les encajaba, lo mandaban a tomar por culo. Y hablo de tías de nuestra edad, no de niñatas de 20.
Prefieren estar solas que probar con un tío que, aunque no llegue a sus exigentes estándares, saben perfectamente que con él podrían tener una relación sana y ser felices o, al menos, intentarlo. No, prefieren esperar a lo imposible en sus delirios de fantasía, y si no ocurre, echarle la culpa al mundo y de lo injusto que es con ellas.