https://www.ideal.es/granada/prensa/20070612/local_granada/fiscal-querella-contra-juez_20070612.html
El fiscal se querella contra una juez que absolvió a un hombre, pero se olvidó de sacarlo de la cárcel
El recluso, que parece que nunca se quejó de su insólita situación, estuvo encerrado indebidamente en el presidio provincial de Albolote durante 437 días
Ni la juez ni el abogado: parece que nadie cayó en la cuenta de que la situación de José C. era un despropósito. Pasaba el tiempo y el hombre seguía encerrado en una celda del presidio de Albolote pese a que no había ningún cargo contra él. Había sido absuelto de un delito de robo, pero la magistrada que redactó la sentencia se olvidó de pedir la libertad de José. Y todo apunta a que su letrado defensor, tampoco. Un inocente entre rejas. El tipo se 'comió' 437 días de cárcel por la cara.
Lo más sorprendente, según fuentes de la penitenciaria consultadas por IDEAL, es que, al parecer, José tampoco se quejó nunca de la flagrante injusticia de la que era víctima.
No existe constancia de que el afectado haya emprendido acciones legales tras ser excarcelado, algo que ocurrió el pasado 22 de marzo, según informó en su edición del lunes el rotativo madrileño 'La Razón'.
Quien sí lo ha hecho es la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ha presentado una querella contra la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Motril por la comisión de un presunto delito contra los derechos fundamentales.
El Código Penal dice que incurrirá en pena de prisión -que puede llegar hasta los dos años-, multa e inhabilitación el funcionario público que deniegue a una persona una prestación a la que tenga derecho.
Según la querella de la Fiscalía, José ingresó en la cárcel como preso preventivo -es decir, que estaba a la espera de juicio- el día 15 de noviembre de 2005. Sobre él pesaba una acusación de robo por la que la Fiscalía le pedía cuatro años de reclusión. Entró en presidio porque no se presentó a la vista oral, que había sido fijada un mes antes de su encarcelamiento.
José se sentó en el banquillo el 23 de diciembre de 2005 y la juez que vio el caso le absolvió el 10 de enero de 2006. El día 13 de ese mismo mes el fallo ya era firme. Y, el 30, el preso recibió la notificación de la resolución judicial que debería haberse traducido en su inmediata puesta en libertad. Debería, pero no ocurrió. «Pese al contenido absolutorio de la sentencia y a ser declarada posteriormete firme, no se acordó ni se instó la libertad del acusado, el cual ha permanecido en situación de prisión provisional, a disposición de la causa citada, hasta que en fecha 22 de marzo de 2007, tras una revisión de los archivos se detectó la situación y se acordó su libertad», dice la querella, que es del pasado mes de mayo.
El Consejo General del Poder Judicial ha acordado suspender cautelarmente de sus funciones a la juez en cuestión, A. E. C.
Ésta no es la primera vez que la magistrada tiene problemas con el órgano de gobierno de los jueces. En el pasado, la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Motril ya se enfrentó a un expediente por una supuesta falta muy grave. A. E. C. fue acusada entonces de haber abusado de su condición de juez para ralentizar la celebración de un juicio contra su ex pareja por la denuncia que ella misma interpuso contra él por amenazas y lesiones
El Poder Judicial consideró que usó su cargo de juez «fuera de los cauces y funciones legales con la finalidad de obtener ventajas injustificadas no amparadas en dicho cargo». Para el Consejo intentaba «conseguir favorecer al imputado en la causa sustrayendo el procedimiento de la normal tramitación que venía acordada con el objeto de ralentizarlo».
Tras la denuncia, por supuestas amenazas y lesiones sufridas por ella y por su hija, la magistrada se abstuvo de tramitar la causa. El juicio por los hechos se suspendió en dos ocasiones por incomparecencia de la magistrada y presunta víctima, quien remitió una nota a la secretaria judicial en la que, tras justificar su ausencia, pedía que la causa se pusiera «a la cola de los demás juicios» por violencia doméstica.
La nota decía: «Al final no voy. Dile al juez (...) que mi hija no se encontraba bien. Que tiene los exámenes mañana».
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