Y va la anécdota, como en todo viaje que se precie, la parca me da la señal de aviso.
Primer día, a las 16:00 primera toma de contacto con el agua, verificar peso necesario y estado del material, todo correcto.
Segunda inmersión, nocturna, preparación focos, linternas, 19 horas, oscuro oscuro.
Compruebo porcentaje oxígeno con el aparato de Nitrox, 32%, correcto, pongo regulador en la botella, abro y hay perdida de aire, el egipcio joven, muy amable procede a cambiar la junta tórica, muy endurecida, lo dejo con la labor, vuelvo, ya está puesto el regulador, compruebo que sale aire de los reguladores, manómetro, 210 bares. Me pongo el jacket, con su ayuda, y al agua, desde el propio barco, sin zodiac.
Todo bien, entretenida inmersión, banco de peces, y un par de bichos grandes, que no distingo la especie, de caza por medio del banco, varios Lion Fish, todo muy bien.
Vamos bajando, y a 17 metros, 15 minutos de inmersión, al aspirar, solo sale un pequeño hilo, cojo el segundo regulador, y lo mismo, no sale aire de ninguno.
Aguanto la respiración unos segundos, y valoro las opciones, una, para arriba como una flecha, 17 metros , segunda, a por la larva, 4 o 5 mts de distancia,
dónde llego primero ?
Está claro, pataleo a por la nave nodriza, unos 5-10 segundos larguísimos, y le pillo el segundo regulador/octopus.
Rápidamente viene el guía huraño, le hago señas de que no tengo aire, y me da su segundo regulador, con un latiguillo larguísimo, unos 2 mts, así nos tiramos casi media hora.
Controlando la distancia para no molestar, y dedicado a permanecer en segundo plano para no joder la inmersión.
Al subir al barco, compruebo mi regulador, el manómetro con 140 bares, chupo, y la aguja del manómetro baja a 0, viene el espabilao del guía, lo mira, coje el grifo de la botella, lo abre y todo empieza a funcionar, me mira como si fuese gilipollas y sin decir nada, se va.
Ahí se abre la puerta del infierno, me cago en su puta madre, le digo a la larva que traduzca y viene el guía guay, le explico que nunca me dejo llevar por el pánico, y que he aguantado la situación sin decir ni pío.
La explicación de lo sucedido, al cambiar la junta, el egipcio joven, sólo ha abierto la grifería una vuelta, y con la presión, las membranas del regulador, no abrían flujo de aire suficiente.
Conclusión, siempre, siempre, el último en tocar tu material , eres tú, nadie puede tocar tus reguladores, ni abrir tu grifería. O pasa lo que no debe pasar.