El problema para muchos de los hombres que acuden a las putas, es que no sólo están necesitados de sexo sino que también están faltos de cariño, se encuentran solos, etc. Las putas lo saben perfectamente ya que conocen muy bien a los hombres (mejor que éstos a sí mismos), y así muchas de ellas ofrecen entre sus servicios, "mimitos", "abrazos", "caricias", etc. Es un grave error para estos desgraciados recurrir a las putas porque se ven atrapados sin darse cuenta en una espiral descendente que les lleva, no solo a gastar cantidades ingentes de dinero en esos implacables pozos sin fondo que son las putas y que únicamente les ven como cajeros automáticos con patas, sino a acabar destruidos como personas desde el punto de vista moral y psicológico. Sólo debería acudir a putas aquel varón que no buscase otra cosa que sexo, bien por no conseguirlo habitualmente, para realizar prácticas no convencionales o por acceder a una variedad de coños a los que ningún varón tendría acceso de forma normal en su vida. No debería acudir a putas aquel varón que además de sexo, presente algún problema de tipo emocional porque las putas, además de sacarle hasta el último duro, acabarán aniquilándolo por completo como persona.