sus complejos lingüísticos son para analizarlos concienzudamente. En castellón no es tan esperpéntico, pero en valencia asimilaron durante años que el castellano era la lengua de los señoritos de la capital y el catalán era la de los pueblerinos de los alrededores. De repente se enteraron de que conocer idiomas es bueno para el cerebro, aunque ellos entendieron que lo bueno era aparentar conocimientos, no poseerlos. Por otro lado, eso de compartir lengua con otros pueblos no les hacía especiales, y ellos lo que quieren es que les considere especiales.
El resultado es que unos tíos que en su vida no han hablado más que castellano son los paladines del valenciano como lengua que debe ser respetada internacionalmente, y a la que hay que traducir folletos, webs y documentos oficiales. No porque ellos vayan a leerlos en esa versión (que resulta que es igual a la catalana), por supuesto que no (los señoritos usan el castellano en casa y en la calle de toda la vida), sino porque así pueden decir que tienen lengua propia.