Sam Rothstein rebuznó:
Me lo he vuelto a leer estos días antes de ver la película para poder criticar con conocimiento de causa.
Ufff, muy mal hombre, muy mal.
Recuerde con qué estamos tratando: La industria cinematográfica de Hollywood.
¿De verdad espera usted algo memorable de esa gran montaña de mierda?
En un mundillo donde los productores de las películas y gran parte de los actores son diréctamente subnormales y exigen cambios que ellos creen mejorarán los beneficios, o los satisfacen de oscuras maneras,
es inevitable que no se respete nada.
Si ha leído los libros antes, ver la película le habrá supuesto un sufrimiento en lugar de entretenerle un rato. Es inevitable.
No se me ocurriría aconsejarle que siguiera mi ejemplo, pero ya le digo: en mi caso me imagino que la película y el libro no tienen nada que ver. Es más, es como si esa película la hubiesen rodado en un universo paralelo donde los libros no existen. Es la única forma de disfrutarla, créame.
En cuanto a la obra literaria de Tolkien, pues está muy bien y todo eso, pero debo decir que siempre, desde que a los dieciseis años intenté y no conseguí leer "El Señor de los anillo", me ha tocado muchísimo los cojones la importancia desmedida, injustificada y absurda que se les da a los putos Hobbits.
No hay especies, razas y cosas interesantes y emocionantes en el universo de Tolkien como para poner de jodidos protagonistas a los Hobbits y hacer bailar a todo el mundo alrededor de ellos.
Eso sí que chirría. Y supongo que los admiradores de la obra de Tolkien se sentirán dolidos por eso que he dicho pero es que así lo veo. Los Hobbits está muy bien que existan. La Comarca está muy bien que esté ahí. Pero en la obra de Tolkien no deberían aparecer más que como un sitio donde protagonistas más destacables descansen y repostenr comida y enseres varios y follen en medio del prado con alguna Elfa, Antes de proseguir la marcha para hacer algo importante.
Por supuesto hablo desde mi ignorancia y mi desánimo ante un autor tan insufrible para mi (que le doy todo el mérito al universo que creó, que conste) que pasaba páginas de tres en tres del libro a ver si había algo mínimamente interesante que contar.
Eso de que además le diera por poner interminables letras de canciones (como si y me supiese la puta música, además) esperando que nos las leamos, creo que es lo más ridículo que he visto en la literatura, dicho sea de paso.
Es por eso que esta segunda parte de "El Hobbit" me ha parecido bastante aceptable. Creo que ahora comprenderéis porqué
