El loco mundo de las citas locas.

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Victor I
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Ya he completado el texto y he quitado las faltas ortográficas. Es que a medio relato apareció el gerente y no me ha pillado por un pelo, pero ya se ha ido.
 
¿Te has planteado que hayas bombeado los fluidos de otro/s, mientras dejabas los tuyos? :lol:
 
A lo mejor te pegó la sidra, o quería quedarse embarazada de un macho ario aragonés y ya luego si eso te pide la prueba de paternidad...

¿Le miraste bien la dentadura, para evaluar su salud, antes de enchufarla a pelo?
 
Qué es eso de dormir con una sudaca en tu casa? Joder. Algunos vivís al límite.
 
Kokillo rebuznó:
Qué es eso de dormir con una sudaca en tu casa? Joder. Algunos vivís al límite.

Inicialmente pensé que era porque luego la emplearía como doméstica a tiempo parcial y con sueldo de esclava, pero parece que no fue el caso y la aspirante a mucama se limitó a hacerle limpieza (en seco) de sable.
 
Tiboroski rebuznó:
Inicialmente pensé que era porque luego la emplearía como doméstica a tiempo parcial y con sueldo de esclava, pero parece que no fue el caso y la aspirante a mucama se limitó a hacerle limpieza (en seco) de sable.

Y luego a echarse a dormir. Así, como si tal cosa, con el bicho ese rondando libremente por su casa. Increiblah.
 
Kokillo rebuznó:
Así, como si tal cosa, con el bicho ese rondando libremente por su casa. Increiblah.

Máxime cuando seguramente el phorer no tomó la precaución previa de hacer un MoeHamlet y envenenar hasta las cortinas...
 
Hay que tener los depósitos al límite de purga para metérsela a pelo a una sudamericana que uno acaba de conocer y es capaz de dejarse calzar a la hora escasa de verse el careto. Mi mejor amigo es urólogo y ahora entiendo por qué nunca le falta trabajo.
 
Todo eso que decís ya lo he pensado.

Yo me inclino viendo la edad de la tía, 35 años, y viendo lo guapilla que era, que es imposible que estuviera desparejada, y me ha usado para poner cuernos.

No tiene sentido salir a las 8 menos cuarto de la mañana de un día festivo con los pelos revueltos, sudada, con el coño sin lavar y sin desayunar ni una triste galleta maría.

A mi me parece que quería meterse en su cama antes de que la descubrieran.

Os recuerdo que en mi casa no hay nada de valor para robar y mi nombre lo arranqué previamente del buzón.

De todas maneras me la pela, no pienso llamarla.
 
polveteador-ZGZA rebuznó:
Todo eso que decís ya lo he pensado.

Yo me inclino viendo la edad de la tía, 35 años, y viendo lo guapilla que era, que es imposible que estuviera desparejada, y me ha usado para poner cuernos.

No tiene sentido salir a las 8 menos cuarto de la mañana de un día festivo con los pelos revueltos, sudada, con el coño sin lavar y sin desayunar ni una triste galleta maría.

A mi me parece que quería meterse en su cama antes de que la descubrieran.

Os recuerdo que en mi casa no hay nada de valor para robar y mi nombre lo arranqué previamente del buzón.

De todas maneras me la pela, no pienso llamarla.

Siento una curiosidad tremenda, que le impulso a follarse a pelo una tia practicamente desconocida?
Y ENCIMA PANCHITA.

Ya lo que menos le tiene que preocupar son los bichitos que le hayan dejado de recuerdo...es el bicho nieto de Moctezuma que se puede encontrar dentro de nueve meses.:face:
 
"Mira Wenceslavo Cabañas, ese fue el chingon que me violó, mira las marcas que le dejé intentando defenderme".

yeah-science-bitch-meme.jpg
 
como dice Toneti, prepárate a recibir en unos días a un ñeta con un machete de abrir cocos, para dejarte las piernas como el teniente Dann.

la vida NO es tan maravillosa cuando hablamos de fockar.
 
No creo que sean tan tontos de matar cuando aquí lo que importa es la pasta. De todas maneras yo vivo en un piso de alquiler, si las cosas se pusieran feas y alguien me acosara me cambio de piso y ya está.

No creo que se quede preñada, si se queda preñada que se joda, que yo paso de pequeños cagones malolientes.






:0)
 
No amijo, si es que aunque tu pases de tus pequeños moctezumas su madre no pasará de ti, prueba de ADN mediante. Si además la panchi esa no te ha dejado una mierda de recuerdo.
 
polveteador-ZGZA rebuznó:
No creo que se quede preñada, si se queda preñada que se joda, que yo paso de pequeños cagones malolientes.

¿No decías que eras estéril? ¿O era sólo la trola que les soltabas a las tías para que se dejasen penetrar a pelo?


polveteador-ZGZA rebuznó:

:0(
 
polveteador-ZGZA rebuznó:
No creo que sean tan tontos de matar cuando aquí lo que importa es la pasta. De todas maneras yo vivo en un piso de alquiler, si las cosas se pusieran feas y alguien me acosara me cambio de piso y ya está.

No creo que se quede preñada, si se queda preñada que se joda, que yo paso de pequeños cagones malolientes.

¿Pero lo tuyo no eran las búlgaras y las rumanas?.
 
Era más bien de rumanas. Bulgaras solo sali con una expolicia, más fea y reprimida que los huevos de Francisco I. Perdí con ella dos fines de semana de mi vida.

Digo que "ERA" de rumanas porque con la crisis se han ido las mejores a trabajar a otros sitios y sólo han quedado los callos.
Las últimas que he conocido, estaban desdentadas, viejecillas y directamente sin un euro o cobrando la ayuda de los 400 euros.

Todas con un objetivo: Estafar, robar y saquear para que sus churumbeles, maridos o chulos, o todos juntos a la vez puedan vivir levantandose a las 12 de la mañana con la nevera repleta y pasar el día jugando a la playstation y rascándose el escroto.

A la basura que está quedando en España que le den por el culo. Es lo malo de la crisis que ahora nos tendremos que conformar con materiales de desecho.


:0)
 
polveteador-ZGZA rebuznó:
A la basura que está quedando en España que le den por el culo. Es lo malo de la crisis que ahora nos tendremos que conformar con materiales de desecho.

polveteador-ZGZA en su firma rebuznó:
Han llegado hembras latinoamericanas, búlgaras, rumanas, rusas... ¡¡¡Mujeres españolas, estáis acabadas!!!

Ejem...
 
A mi hace gracia ese "Mujeres estais acabadas", porque suena como "vosotras os lo perdeis".
 
Atención, tocho.

No es que tenga un gran arsenal de citas locas (aunque algunas de risa sí que tengo, como aquella vez que quedé con una amiga de Santander y la cita paso enseguida de lo sicalíptico a lo lisérgico cuando terminamos en una fieshta en casa de una especie de parapsicóloga - Stephanie no sé qué - con Iker Jiménez) pero hubo una en particular que me marcó.

Uno de mis contactos Badooleros (sí, lo confieso) era una chica algo más joven que yo, con la que tenía bastante contacto por el chat de la propia página primero, por el messenger y por teléfono, pero que por hache o por be nunca terminábamos quedando, aunque yo le insistía porque me caía bien y era bastante mona. Ahora, a toro pasado, me doy cuenta de que había ciertos indicios, ciertas pistas, que deberían haberme puesto en guardia. Cierto que yo era más joven, más inexperto y más garrulo, pero aún así...
Tras varios intentos infructuosos, conseguí citarme con ella una noche en Pozas, una de las zonas de bares de Bilbao. Llevábamos ya algún tiempo tonteando y en los últimos días la cosa había subido de tono, así que me preparé para una noche de triunfo y puerta grande.

Bendita cita a ciegas.

Cuando la vi me di cuenta de por qué en las fotos salía en encuadres raros, en planos cortos, y de golpe reinterpreté la timidez y la gazmoñería en su justa medida como inseguridad y miedo al rechazo. La chica de cara era mona, pero estaba gordísima, y las fotos que tenía eran de algunos años antes. Cuando digo gordísima me refiero a muy gorda, no simplemente rellenita, lo que se acentuaba porque era bajita y tenía además un tipo bastante raro. Esa mujer no tenía culo, tenía un horizonte de sucesos. No me interpreten mal, no soy superficial, o al menos no hasta el punto de descartar a alguien con quien tengo buen rollo por el físico, ero me sentí lógicamente engañado, y no hay nada peor en una primera cita que frustrar tan dramáticamente las expectativas. Aún así, como ella me caía bien, ante la perspectiva de un polvo fácil decidí en un desgraciado momento de ofuscación seguir con el plan según lo establecido, es decir, salir de fiesta en plan tranquilo y acabar... pues dios sabía donde, porque en el asiento trasero de mi coche era virtualmente imposible salvo que desafíaramos las leyes físicas (y posiblemente, las de tráfico). Así que allá me fui, recorriendo bares tomando copas en un intento de acumular valor y libido suficiente para acometer la tarea.

No me culpen. Llevaba una mala racha.

En fin, no detallo más porque la cosa acabó en su casa. Bueno, mejor dicho, en la de sus padres. La chica vivía en un pueblo cerca de Bilbao y la familia estaba en el pueblo, por lo que "tenía la casa libre jijijiji" (cito de memoria pero bien podría ser sic). Entramos en su habitación y ya desde el principio sentí ardor de estómago, porque era una habitación un poco desasosegante, como de niña. Se supone que la chica tenia veintitantos, pero la habitación parecía de catorce, no sé si me explico. Incluso tenía una casa de muñecas en un rincón. En fin, qué puedo decir. Llegados a ese punto, y si una mujer te deja entrar en su dormitorio, por los dioses que iba a poner una pica en Flandes.

Una pica en Flandes...

La cosa no empezo mal, porque si uno cierra los ojos en el fondo se puede imaginar cualquier cosa, sobre todo si los cierra muy muy fuerte y trata de evadirse a un mundo mágico y feliz de senos turgentes y carnes prietas. Mucho comernos la boca y caricias y eso, pero una vez que la ropa quedó fuera de juego...

Ahí querría haberlos visto a ustedes, folladores.

Educado en la asepsis del sexo diferido y en la comodidad y confianza de las relaciones estables, hay una cosa que me resulta particularmente antierótica, y no lo puedo evitar. Es como mi kriptonita sexual, mi chute de bromuro. Y es el mal olor. No lo soporto. Pues bien, cuando aquella mujer abrió las piernas... bueno, más bien los perniles de brontosaurio, frente a mí... Para empezar tenía la parte interior de los muslos como rozada, como con callo, lo cual me dio un asco infinito. Pero lo peor fue el olor y el aspecto de aquel coño preternatural, aquel coño húmedo y viscoso y feo como sólo puede ser feo un coño. Ahí les querría yo haber visto, valientes, frente a aquella boca lovecraftiana, frente aquel murruño pestilente y sudado y peludo. Aquello tenía algo de gelatinoso, algo de batracio, como el vestigio primigenio de nuestro pasado anfibio. Si aquel coño hubiese tenido nombre, señores, sería un nombre que no debería ser pronunciado. Así como la sinuosa esfericidad imperfecta de aquella mujer desafiada la geometría euclidiana, su coño desafiaba las más elementales reglas de la sensualidad.

¿Y aún así creen que me arredré?

Si alguna frase se me quedó grabada de la película "Amanece que no es poco" es aquella que pronuncia Luis Ciges al compartir lecho con su hijo recién llegado: "un hombre siempre es un hombre en la cama". Aquel coño eran mis miedos. Aquel coño eran mis escrúpulos, mis fobias, mis pesadillas. Aquel coño que amenazaba con devorarme entre sus apestosos labios abotargados era mi némesis. Mi ballena blanca. Así que con un supremo esfuerzo acerqué mi boca abierta y le apliqué la parodia obscena de un cunilingus patético, respirando por la boca y conteniendo, lo juro por lo más sagrado, las arcadas. No creo que lo lamiera media docena de veces porque aquello era superior a mis fuerzas, así que decidí que allí donde mi lengua no se atrevía a aventurarse, bien lo haría mi cimbel enfundado en un aséptico y bendito profiláctico. Dicho y hecho, empecé a percutir con el entusiasmo de quien piensa que lo peor ya ha pasado, y que París bien vale una misa y que en peores garitas hemos hecho guardia.

Y una polla.

No sé si era el olor, la panza de la chica que no me dejaba empujar a toda máquina, o yo qué sé, que aquello no iba ni de casualidad. Probé diferentes posturas, normalmente a cuatro patas me suele poner bastante, pero había algo entre esos dos páramos lunares y fofos que eran sus nalgas que me repugnaba casi ontológicamente, lo mismo que sus tetas blandas y fláccidas con pezones enormes color chocolate. Fui, lo confieso, incapaz de correrme. No es que tuviera un gatillazo, es que entre la incomodidad, la situación y lo grotesco que me empezaba a parecer todo, yo serruchaba y serruchaba pero no sentía absolutamente nada. Así que tras un buen rato y tras descartar, por razones obvias, que ella se me subiera encima, sencillamente lo dejé pasar. Me quité el condón, todavía con una erección más que pasable dadas las circunstancias, y me tumbé a su lado. Ella estaba decepcionada, no sé, empezó con no sé qué neuras de que si no le gustaba, que si qué pasaba, que si tal y cual y al final como medio haciéndome un favor (a todo esto, ella sí parecía haber disfrutado de lo lindo con todo, desde el amago de comida de coño hasta el interminable mete-y-saca) se puso a chupármela para que me corriese.

Ahí sí que ya... No soy un experto en felaciones y tampoco recuerdo que ella fuese especialmente buena o mala, pero entre la situación, ahí tumbado boca arriba, la habitación que de verdad que daba grima, finalmente mi soldadito de Pavía dijo que no iba a gastar la pólvora en salvas y se batió en retirada. Ahí creí yo que se acaba todo, insensato de mí. Ella se lo tomó como una ofensa o algo, porque empezó con unas paranoias del copón bendito. No sé qué ilusiones se habría hecho, no sé qué pensaría que había entre nosotros, pero ahí fue un torrente de "si es que no te gusto", "si ya sé que estoy gorda", "si estás aquí por pena", "que te doy asco"... Yo intentaba capear el temporal lo mejor que sabía, pero nunca he sido hombre de tacto, y además la vengüenza ajena me superaba. No recuerdo qué exactamente, pero algo debí de decir, o algo debí de hacer que provoqué el armagedón.

Si el drama me estaba matando, faltaba todavía la tragedia. La chica empezó a quejarse de dolor de estómago, empezó a respirar agitadamente, a hiperventilar o qué sé yo, que me puse loquísimo. Como no tenía claro si le ocurría algo real o era una patochada, le dije que no quería escenas, que lo sentía pero que no era lo que esperaba, no me acuerdo bien de los detalles. El caso es que ella se quedó encogida de espaldas a mí y le daban temblores, era algo del todo punto espeluznante. Yo no tenía ni idea de lo que estaba pasando, por lo que yo sabía, bien podía estar enfrentándose a un xenomorfo que pugnaba por escapar de su voluminosa caja torácica, o lo mismo su masa estaba colapsando y pronto se iba a convertir en la estrella más brillante del firmamento.

El caso es que el colofón fue cuando ella empezó a vomitar.

No sólo el kalimotxo que había bebido conmigo, no, empezo a vomitar líquido bilioso y espeso, aquello fue... En fin, no quiero detallar más cómo con fregona y toallas y con el asco más profundo que he sentido y sentiré jamás, arreglé un poco ese desastre y acabé con esta mujer en el hospital, con un ataque de ansiedad diagnosticado, mintiendo cutremente a su hermano cuando apareció en Urgencias y me relevó de mis funciones.

Cuando atravesé la puerta de Cruces, allí mismo en el túnel, estuve a punto de arrodillarme y gritar "Thalassa! Thalassa!".

No fue sino al llegar a casa, bajo la ducha, cuando pude quitarme el olor a vómito y sudor y derrota y cutrez, que me di cuenta de que aquella noche había sido mágica, porque todas se medirían con ella. Había tocado fondo, y había salido con bien. Con fuego y golpes se forja el acero, y con fuego y golpes me había forjado yo. Allí mismo en la ducha me hice una tremenda gayola, casi rabiosa, y cuando me corrí me sentí limpio por dentro como si me hubieran sacado un veneno. Me sentía puro, nuevo. Había alcanzado el nirvana.

My two cents. Gracias por leer hasta el final.
 
Querido amijo:

No se preocupe, yo también he tenido situaciones parecidas: cuando me siento esclavo de mi nabo.
Cuando eso sucede, no hay orco de mordor capaz de parar mis ganas de enchufarla, pero.....claro luego en faena (como ustec) ,empiezo a sentir tal asco que no soy capaz de derramar el jugo del Hamor.

Lo más patético ha sido fingir una corrida (por supuesto llevaba goma) porque las ganas de salir por patas eran horrorosas. Lo curioso es que el asco y las ganas de irme de allí sólo se dan una vez estoy metido en harina...
 
Guitarplayer rebuznó:
Querido amijo:

No se preocupe, yo también he tenido situaciones parecidas: cuando me siento esclavo de mi nabo.
Cuando eso sucede, no hay orco de mordor capaz de parar mis ganas de enchufarla, pero.....claro luego en faena (como ustec) ,empiezo a sentir tal asco que no soy capaz de derramar el jugo del Hamor.

Lo más patético ha sido fingir una corrida (por supuesto llevaba goma) porque las ganas de salir por patas eran horrorosas. Lo curioso es que el asco y las ganas de irme de allí sólo se dan una vez estoy metido en harina...

Quien dice que un tio no puede fingir un orgasmo?:lol:

Este hilo nunca decepciona, Sr Estone su historia es hama, me la he leido del tiron, no por lo patetico de la situacion, sino por lo bien estructurado que esta su sufrimiento.

Lo tendre en cuenta en mis peores pesadillas.:121
 
Virgen santa, que texto, que descripción de los hechos. :121
No sé que coño haria yo en ese caso, seguramente no llegase nunca pero por si acaso voy pensando.
 
Magnífica historia la de Stonehenge, magníficamente escrita, además. Así da gusto. Gracias por colaborar y aumentar la grandeza de este hilo.
 
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