Mi primer coche fue un R12 del mismo año que nací yo, solo que yo lo compré 23 años después. Bueno, me lo compró mi padre para que pudiera volver los viernes de Badajoz (dónde hacía la puta mili? y llegar pronto a la tienda a currar, que de algún lao he sacao yo lo mío de buen padre. El caso es que un viernes volviendo del cuartel paramos en un restaurante a comer algo, no lo hacíamos nunca, y aparqué junto a un camión grande, a su derecha. Entramos y nos pedimos unos bocatas, antes de ponernos los bocatas entra en el bar un tío gordo y sudoroso que no sabía donde mirar, recién levantado de siesta para que nos entendamos. Entra y pregunta por el dueño de un R12 blanco.
El notas se había acostado tajao perdío en el camión, se despertó y arrancó ... llevándose por delante mi pobre R12. Hundió por completo la aleta izquierda, nada más. Arrastró el coche casi dos metros y solo le hundió la aleta, hasta la rueda eso si. No sé si tenía asistencia en carretera, no creo que el seguro la cubriera así que como buenamente pude buscamos un taller para intentar sacar la aleta porque aquello estaba duro como su puta madre. Con solo medio giro de volante logramos atravesar todas las curvas del Tajo y llegar a Cañaveral donde encontramos uno. A martillazos pudo sacar el bollo, ni máquina de sacar golpes (era un cutretaller de chapa) ni su puta madre. Un talego me cobró y pudimos seguir sin rozar la rueda en las curvas.
El camionero hizo el parte haciéndose cargo de la culpa, pero cambiando la hora para que no le echara la culpa el jefe, se ve que se había liao de más con los carajillos ese viernes. Al llegar a casa llevé el coche al taller y le di el parte. Llegué a un acuerdo con el del taller, la reparación valía 40000 pesetas, aleta y pintura nuevas. Sacó los bollos como pudo dejando la aleta más que aceptable y me dio 25000 en mano. Dos meses después vendí el coche por 50000, mi padre lo había comprado por 80000 10 meses antes.