La novatada del primer amor, dónde por desconocimiento o ingenuidad hemos dado oro y recibido barro, es algo por lo que casi todos hemos pasado.
En una relación siempre está el beneficiario y el sufridor, porque el amor no suele ser equitativo casi nunca. La primera vez si se da con alguien ya curtido en éstas lides, suele otorgarnos la peor posición.
Eso no debería justificar el comportamiento mezquino y utilizar de esa forma el amor que profesa la otra persona, pero es que el ser humano es un asco, se pertenezca a cualquiera de los 47 sexos que se pertenezca (espero que se entienda la ironía)
La clave aquí es tener un minimo de íntegridad y madurez, y no volverse un radical odiador debido a malas experiencias, ni acabar pagando con la misma moneda a quien después aparezca en escena.
En cuanto a éste caso concreto, depender emocionalmente de un tío que lo que hace es intentar meterla en caliente a todo lo que mueva es una putada, pero una vez enganchada es muy difícil distanciarse y cortar lazos. Yo entiendo que no tuvo que ser fácil.
A la próxima, como decía Joaquín Sabina, mejor un amor calentito pero que no queme.
Lo peor ya ha pasado, eso es lo importante.