En el bar te emborracharás y al downie echarás

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Qué tuno el zurraspas, se las sabe todas. Le engañaron con lo del piso, pero con lo del hijo no.
 
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En tu cerebro y en el de ILG la asociación zurraspaselpiso es un mantra
 
Lo prometido es deuda aunque con retraso.

Quiero hablaros de Falete. No es uno de los niños que tuve a mi cuidado cuando yo trabajaba en campamentos de verano, no, es el primer Down que conocí y al que tomé cariño.

Estaba yo en el colegio, en 5º ó 6º de EGB, cuando, un día, de repente, nos dicen que se va a incorporar un nuevo alumno. Un alumno que es especial y con el que teníamos que tener algo de tacto. Éramos críos y no sabíamos a qué se podría referir esa profesora con cara de lesbiana malfollada hasta que vimos entrar a Falete. Saltaba a la vista que tenía algo. Era alto, achaparrado, fuerte, con los pantalones bermudas del chándal muy altos y con la camiseta metida por dentro. Nos lo presentaron, éste es Falete, vuestro nuevo compañero y nadie se planteó que cojones de nombre era Falete. Todos, muy educados, respondimos, a coro, Hola, Falete -era una época en la que los maestros se empeñaban en que nos levantásemos al entrar ellos en clase y cosas por el estilo-. Él respondió con una sonrisa enigmática y se quedó mirando de reojo al techo mientras se mordía un moflete por dentro. Debes contestar -dijo doña Maica. ¡¡¡Alcachofa!!! -respondió él. Ponto nos dimos cuenta de que había palabras que a él le hacían mucha gracia y que soltaba de manera aleatoria cuando le apetecía.

Yo era un buen chico, formal y aplicado, y un profesor pensó que era adecuado que yo fuera compañero de pupitre de Falete. Siempre he tenido buena mano con la gente especial. Si voy a un bar y hay un loco, es a mí a quien habla; si estoy en un parque sentado leyendo, no tardará mucho en aparecer un homeless a contarme su vida... No sé si es un don o una maldición o que me identifican como a un igual pero el hecho es que ocurre. Y, como no podía ser de otra forma, Falete se encariñó conmigo. Llegamos a ser buenos amigos.

No tenía un discurso amplio pero siempre quería agradar y él sabía que soltando palabras aleatorias cuando no venía a cuenta yo me reía como un anormal. ¡¡Alcachofa!! ¡¡Azofaifa!! soltaba él cada vez que se le ponía en mitad del nurzo y yo me descojonaba. Un día un compañero, uno que dibujaba de cojones, pintó en la pizarra una caricatura de Franco con el ciruelo al aire, pero con su gorra y banda militar y sus gafas de sol; de él salía un bocadillo que rezaba Apañoles, sus he dao una playa nudista. El artista, durante el recreo, se puso a imitar al dictador y todos nos reíamos como locos aunque no teníamos muy claro de qué iba aquello. Pero era levantar el tío la mano y ponerse a recitar con voz aguda y todos venga a reír.

Falete vio ahí un filón. Él era animoso y, en mitad de la siguiente clase, no paró de repetir Apañolez, playa mudizta mientras levantaba la mano derecha o izquierda según le venía en gana.

Este enunciado le hizo especial gracia porque no lo olvidó fácilmente y lo llegó usar siempre que quiso casi sin recibir reproche alguno. Estábamos preparando una representación de fin de curso. Marionetas de papel marché hechas a base de globos, pegamento y papel de periódico que aparecían tras un biombo, también de papel, que hacía de escenografía. Yo era el Oso Goloso o algo así y él mi hermano. Falete sólo tenía que sacar la marioneta cuando yo lo hacía y decir unas palabras mágicas, abracadabra o algo por el estilo, cuando el hada transformase a un sapo en príncipe. A la vez, una chica, asomaba una bengala, que hacía las veces de efecto esotérico, tras el biombo de madera y papel, y mientras se cambiaba la marioneta del sapo por la del príncipe.

Falete tenía que decir su palabra, la bengala estaba ya preparada y el alumno que hacía de sapo/príncipe esperaba para hacer el relevo. Falete me mira y se ríe. No -pienso-, la va a liar. Y se ríe mucho. Abraca... -empieza a decir pero, de repente, el cabrón, cambia su discurso- Apañolez, zuz ha dao paya mudizta -dice el hijo puta. Risas tras el biombo, la chica de la bengala se cae de culo y ésta sobre el papel que empieza a arder. Falete está on fire y no deja de repetir Apañolez, mudizta, he dao y la profesora, Maica, entra indignada diciendo que ya sabía ella que se la iban a liar.

Yo, partiéndome de risa, me llevo a Falete sabiendo que nos va a caer una bronca pero lo miro a los ojos y lo veo tan feliz que pienso que voy a asumir que todo ha sido fallo mío por no estar más pendiente de él, porque alguien que sonríe de esa manera no puede haber hecho nada malo.
 
Última edición:
Nos hicimos bastante amigos. De hecho, era difícil ver a Falete solo en el patio si yo había asistido a clase. Alguna tarde pasaba por su casa y, con frecuencia, al salir del colegio yo lo acompañaba hasta su portal. Recuerdo que me compré un pack de juegos en disquete que vendían por fascículos. En el primero venía el Alone in the Dark que, torpe de mí, no tiraba en mi mierda de PC. Pero en el de Falete sí y, ay, ahí que se lo instalé. Hijo puta, cómo se acojonaba cada vez que abrías una puerta. Sólo decía zuzto, zuzto.

Falete tenía una hermana a la que yo conocí una primavera porque su madre, que era viuda, me dijo que por qué no iba una tarde con ellos al chalé que tenían en un pueblo de la provincia. Yo acepté pensando que estaríamos Falete y yo pero, cuando llegué al piso en que vivían en la capital donde habíamos quedado para coger el coche, me vi a Falete abrazado a una rubia bien lozana. Se ve que era estudiante universitaria en no recuerdo dónde y había venido aprovechando un puente. Joder si estaba buena. Yo era un crío pero ya conocía la paja seca y nada más ver a esa rubia de ojos verdes tuve picorcitos en la entrepierna.

Ezta ez mi edmana, me dijo él con una sonrisa, ha venido a vednos. Yo saludé cortés y torpe, porque esa chica era un ángel. Nos llevó ella en coche, que a mí eso ya me pareció una aventura, una mujer, guapa y joven conduciendo era una cosa que, en mi cabeza, sólo ocurría en la televisión.

Llegamos, saludamos a la madre y me enseñan la casa. Un caserón en medio de la nada con una piscina cojonuda. Falete y yo nos ponemos el bañador y empezamos a tirarnos de cualquier manera al agua. Uno propone un salto y el otro lo imita. Él se parte de risa porque, además, es buen nadador el tío y yo, sin embargo, a duras penas floto.

La hermana sale, con un bikini naranja y se tumba en una hamaca. Va con un refresco en una mano, un libro en la otra y nos saluda en la distancia. Falete le tira un beso. Yo me quedo embobado. Literalmente embobado. Tanto que Falete viene por detrás y con su hercúlea fuerza me ahoga y yo me quedo como ido.

Pasado un rato, la hermana se mete en el agua y Falete, nadando a todo coño, se dirige hacia ella y se le engancha como una garrapata intentando ahogarla pero, para mi sorpresa, esta vez lo hace con suma delicadeza. Yo ahí veo maneras de buscar roce y hago lo propio con ella, por el otro lado, entre risas fingidas. Mi minibañador se roza con sus nalgas adolescentes y yo siento leves cosquillas. Pero ahí que me amorro mientras hago como que intento ahogar a Falete. La hermana se ríe, seguro que es consciente de que yo, un crío de 11 años, estoy arrimando cebolleta a su nalga pero, o bien le da igual o le gusta, o asume que eso es una buena compensación para mí, alguien a quien su hermano considera su amigo del alma.

Volví a ir más veces a la piscina, pero no siempre estaba ella, para mi desgracia. Pasados los años me la he encontrado alguna vez y, aunque está buena, el paso de los años ha dejado su marca.
 
Nunca os han preguntado qué haríais si el galeno os dice que vuestro amado retoño viene Down profundo? Me acojona mucho que mi chica se quede mirando al tendido y diga que es una situación muy muy difícil y una decisión muy dura de tomar, que no sabe qué haría.
No me jodas, yo devuelvo el pedido el mismo día. Es legal, no? Dan la oportunidad de kill the baby si viene gagá, no?
Hasta las 22 semanas, yes.
 
Nos hicimos bastante amigos. De hecho, era difícil ver a Falete solo en el patio si yo había asistido a clase. Alguna tarde pasaba por su casa y, con frecuencia, al salir del colegio yo lo acompañaba hasta su portal. Recuerdo que me compré un pack de juegos en disquete que vendían por fascículos. En el primero venía el Alone in the Dark que, torpe de mí, no tiraba en mi mierda de PC. Pero en el de Falete sí y, ay, ahí que se lo instalé. Hijo puta, cómo se acojonaba cada vez que abrías una puerta. Sólo decía zuzto, zuzto.
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:121 Mitiquérrimo ocio jugando a esta mierda.
 
Recuerdo que me compré un pack de juegos en disquete que vendían por fascículos. En el primero venía el Alone in the Dark que, torpe de mí, no tiraba en mi mierda de PC. Pero en el de Falete sí y, ay, ahí que se lo instalé. Hijo puta, cómo se acojonaba cada vez que abrías una puerta. Sólo decía zuzto, zuzto.
Grande Falete :121:121:121
 
Sin descartar, por supuesto, que Falete fuera verdaderamente un ser de lulz, la bonhomía de @Spawner también contribuye a cogerle cariño al System of a Down (me refiero a Falete, que los veo venir, hijos de puta).
 
La hermana de uno que conozco (argentinos) tuvo un down y se enteró a los diez minutos de nacido.
Ay mi niño qué ilusión que nació.
Pasan diez minutos con fotos
De repente se llevan al niño
Mi madre diciéndole al hermano de la pobre madre «igualito que tú, es igualito que tú»
Vuelven al rato
Su hijo es down

Pues igual el padre era el hermano. De ahí lo de down y el parecido.



Aquí somos unos cuantos... Venga va, que cuente su experiencia el que tenga un hermanito con mongolismo. Sé que es exponerse mucho pero aquí hay foreros muy valientes.
Un forero de pro como pipi estrada dijo una vez que tiene un hermano mongol y que sólo dan dos disgustos en la vida, cuando nacen y cuando mueren

Yo tenía una prima segunda subnormal. La muy puta estaba enamorada de mi. Se notaba tela. Se me quedaba mirando fijamente durante horas.

Ponían la mesa para comer "primoh, primoh yo con el primoh me siento". Me sentaba en el sofá, allá que iba y se sentaba al lado a rozarse.

Era bastante mayor que yo, pesaba más que moby dick y fea como un demonio.

Hija de puta. Mira que tengo primas en cantidad y todas están Buenas y con buenas tetas y buen culo. Pues de todas ellas la única que quería tema era la puta subnormal.


Que por cierto su hermano, de mi edad, se avergonzada de tener una hermana subnormal y cuando le preguntaban decía que no, que no era su hermana.
 
Última edición por un moderador:
El mundo down es más amplio de lo que creemos, y también vemos a los integrantes del mismo incorporarse al fastuoso mundo de los géneros, los gayers y similares

https://themighty.com/2015/04/gay-man-with-down-syndrome-interviewed-by-mic-about-retarded-word/


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Atención a partir del minuto 1: 30. Todo un princeso.
 
Y pueden ser estrellas de rock, que no?

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El documental no tiene desperdicio.


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Atención a partir del minuto 1: 30. Todo un princeso.


A veces a Dios golpea dos veces.
 
Y a veces golpea pero se queda a medias, que es igual de putada o más.

En mi clase de prescolar había una niña que llevaba un parche de esos en un ojo. Sin embargo su invalidez no le servía para acceder a lo más alto de la pirámide social de P5, porque tenía un hermano down y de los dos hermanos era él el elegido por el dedo mágico de Dios para llevar con orgullo el estandarte de la anormalidad. Él accedía al estrellato mientras ella se quedaba en un relegado segundo plano y tuerta. Por algún extraño motivo existía entre los de la clase la creencia de que el down, que era dos cabezas más alto y 20 kg más grande que todos los demás, tenía en realidad la edad física de 18 años pero que sus superpoderes le permitían seguir cursando planes educativos que por edad no le correspondían en lugar de una ingeniería. Una vez me hizo atravesar el cristal de la ventana de un barracón con la cabeza, cogiéndome del cuello con una fuerza sobrehumana, y entonces comprendí la verdadera superioridad de la etnia mongola.
 
Última edición:
En mi gimnasio hay un par de mermados de estos que no se lo notas en la cara. Dos personas normales con un down al volante. Con uno no había cruzado una palabra hasta hoy. Sabia que le faltaba un hervor pero hoy lo he podido tasar en su justa medida. Estaba en la ducha del gimnasio, vistiéndome, tapado solo con la toalla. Entra el tío este, un pavo de casi dos metros, 30 años, flaco y con una camiseta de Iron Maiden y unas guacheras brutales, como si se hubiese estado comiendo una tarta con las manos a la espalda. La conversación ha empezado directa al grano, sin saludar siquiera.

-¿Te gustan los dibujos?

--¿Eh?

¿Te gustan los dibujos?

--¿Perdona?

-Que si te gustan los dibujos

Se saca el móvil y empieza a buscar

--Pues... supongo que si, jeje

-¡Mira!

Me enseña una caricatura de Stevie Wonder, como esta, pero mil veces mas cutre, con cuatro trazos de rotulador, como si la hubiese hecho un niño de 8 años. Y yo que estaba ahí alucinando, mas por el abordaje frontal que por otra cosa. Luego me ha enseñado otra de Green Day. Eran cutres y primitivas, pero me ha sorprendido que haya podido reconocer los dibujos con facilidad.

Se ha puesto a darme la chapa con que estaba yendo a clases de dibujo y no sé que hostias. Y yo con la toalla esperando a que se pirase para vestirme. Que tío. Luego volviendo a casa he hecho memoria y me he dado cuenta de que decenas de veces cada día aborda a los monitores con cualquier historia, y estos le dan largas con paciencia infinita. Creo que ahora que ya me ha fichado me va a dar la brasa bastante.
 
Siempre he tenido buena mano con la gente especial. Si voy a un bar y hay un loco, es a mí a quien habla; si estoy en un parque sentado leyendo, no tardará mucho en aparecer un homeless a contarme su vida... No sé si es un don o una maldición o que me identifican como a un igual pero el hecho es que ocurre.

A mi me pasa como a usted.

Otro usuario autista de la piscina me miraba mucho y yo siempre le decía.

"Buenos días _____ ".

Su primo, amigo mío, me decía que no me molestara ya que solo interaccionaba con su madre.
Yo me empeñé en hacerme coleguita suyo y un día, en los vestuarios estaba meando y le dije mientras agitaba las manos como un orate.

"Más de tres sacudidas es una paja, ¿eh?"

Por primera vez le ví esbozar algo parecido a una sonrisa.

Desde ese día, en cuanto me veía a lo lejos imitaba mis gestos
:pajuela:
profiriendo alaridos incomprensibles. Parecido a nuestro amigo Cabezas.


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Le daba igual si estaba solo o con la familia. Su padre era madero de rango y me miraba de una forma ...:oops::lol:
 
Juan Ramón Jiménez, "Falete y yo." :lol:

@Spawner si esto va a acabar en tragedia avisa ya hijodeputa, que le estoy cogiendo cariño a Falete.

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Eso si, la historia con la rubia en la piscina me la ha puesto to venosa. Una foto de la hermana de Falete no vendria mal al hilo.

Yo tenía una prima segunda subnormal.

Yo pensaba que la subnor de tu familia era tu hermana, esa a la que te querias trajinar.
 
Pues entre la madre viuda y la hermana universitaria le tendrían que hacer las pajas a Falete. Porque a los down hay que desfogarlos, tarea de la que se suele ocupar la madre.
Cuando iba a la pisci hubo un tiempo que iba un chaval de unos 17 años o quizás menos que tenía un cuerpo apolíneo. Además no tenía los rasgos mongoloides pero era de los que daban voces o se quedaba colgado y había que resetear. La madre tenía una pinta de putona que tumbaba de espaldas, de esas que se preparan como espantapájaros pero que están jamonas. Lo que me llamó la atención es que la madre en el pasillo de los vestuarios, donde las taquillas, se acercaba de una manera extraña a su hijo, incluso cuando éste estaba en bañador con su impresionante torso y un buen paquete, que yo me fijaba porque llamaba la atención, no por otra cosa. Esa madre invadía el espacio personal de su hijo con una alegría que daba pie a imaginársela una noche cualquiera calmando a su hijito entrando en la habitación metiendo la mano por debajo de la sábana.
 
Pues entre la madre viuda y la hermana universitaria le tendrían que hacer las pajas a Falete. Porque a los down hay que desfogarlos, tarea de la que se suele ocupar la madre.
Cuando iba a la pisci hubo un tiempo que iba un chaval de unos 17 años o quizás menos que tenía un cuerpo apolíneo. Además no tenía los rasgos mongoloides pero era de los que daban voces o se quedaba colgado y había que resetear. La madre tenía una pinta de putona que tumbaba de espaldas, de esas que se preparan como espantapájaros pero que están jamonas. Lo que me llamó la atención es que la madre en el pasillo de los vestuarios, donde las taquillas, se acercaba de una manera extraña a su hijo, incluso cuando éste estaba en bañador con su impresionante torso y un buen paquete, que yo me fijaba porque llamaba la atención, no por otra cosa. Esa madre invadía el espacio personal de su hijo con una alegría que daba pie a imaginársela una noche cualquiera calmando a su hijito entrando en la habitación metiendo la mano por debajo de la sábana.

Según el grado de down, hay muchos/as, que van al vestuario con el padre o la madre, según toque.
 
Esta iba con el hijo, porque si aquel mamotreto se pillaba en la ducha con el calentón, ten por seguro que te enculaba. Lo que pasa es que iba a unos servicios especiales que eran para gente que necesitaba ayuda o niños que iban con las madres o niñas con los padres. No sé muy bien.
 
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