Es curioso eso que dice ustec de los cargadores cuerpo escombro, señor Spetnaz. Curioso porque suelen ser los que más aguantan, dejando en ridi-culo a los que van de mazaos con tatus fashion de la virgen y tal. Los primeros suelen ser unos kinkis de cuidao, acostumbrados a las mayores penurias talegueras y callejeras imaginables (cada vez quedan menos), los segundos eso, unos figurines. Recuerdo cuando me llevaba mi viejo a ver los pasos siendo un niño, fui testigo de imágenes que se me quedaron grabadas en el selebro, como por ejemplo los costaleros estos kinkis aprovechando el parón entre chicotá y chicotá para, en cuclillas sin salir de debajo del paso, darles unas caladas de miedo a unos porros grotescamente gordos, luego se recolocaban el costal y a por el siguiente tramo. Todos unos tirillas llenos de pellejos con la calavera marcada en la cara, pero aguantaban lo que les echasen. Hoy, si se fijan ustedecs, muchos de los costaleros musculososchupiguays llevan cremitas y mierdas para dárselas en el cuesho cada calle o calle y media recorrida.
Pero todo eso es lo de menos, lo realmente importante es la cantidac de putones marcando culo y tetas que se dejan ver en las horas de más calor (entre las 16:00 y las 19:00). Yo este año paso de ir a ver una mierda, no salgo del Parque Amate ni a tiros porque estoy flojo que te cagas, pero casi todos los años voy un par de días. Generalmente suelo ir martes o miércoles santo y la madrugá, que es cuando más pelotera se forma. Pillo el itinerario de las cofradías (cosafrías, como les llama un desecho genético de cuatro añitos que tengo por vecino), miro dónde se forma más bulla y, como no tengo claustrofobia, me meto de cabeza en ellas justo detrás de alguna buenorra para ir apretujándole todo el nabo contra el culo sin miedo alguno a que se me revuelva, ni ella ni el novio o marido. Cuando he sumado como catorce o quince culos stalkeados y roceteados me retiro, vuelvo a la mansión y me la pelo como un desquiciao.
Me gustaría concluir este post de mierda con un consejo para los hermanos que quieran salir por ahí a ver unos pasos: la cartera siempre en el bolsillo de delante, a poder ser en un pantalón ajustado, que se la noten pegada a la pierna. Se sorprenderían del nivel de pericia que manejan por aquí y en estas fechas los carteristas.