Pero fijaos hasta qué punto las veinteañeras de hoy en día tienen los humos subidos (debido a la pirámide de población invertida, redes sociales de internet, ciberbabosos hinchándoles el ego, etc.), que una hembra de rango medio (dejémoslo en rango medio, no quiero hacer sangre con el tema de la mandíbula, los mofletes, la piel cetrina, la cortedad de cuello y tórax que denota un esqueleto ibérico de menstruación anticipada que a los 40 será un botijo andante, etc.), en definitiva, una tía del montón, que hace unos años no habría exhibido su cara por saberse feúcha, ahora, con las veinteañeras cotizándose al alza como jamás en la historia demográfica de este país, con miles de pajilleros mayores de 25 hambrientos de coño porque no hay un suelo de hembras suficientemente grande para abastecerlos a todos en la franja de edad inmediatamente inferior, ahora resulta que una tía que en los años noventa habría sido una tía maja y asequible, pudorosa y recatada, humilde y fiel, una tía normalucha, joder, ahora resulta que esta tía, con este genotipo que en cualquier país de pirámide expansiva equivale a humildad femenina y a "aguanta a tu novio porque no tienes otra", ahora van de femmes fatales, de sex symbols de internet, de devoradoras de hombres que exigen pollas grandes, coches caros y apartamentos en la playa. Ahora en serio, los que ahora tenéis treinta y pico, a finales de los noventa cuando teníais veinte, ¿verdad que una tía como Niandra era la típica que tenía novio fijo desde los quince y que le daba vergüenza llevar tanga y comer pollas...? Y ahora míralas, míralas en lo que se han convertido... Vaya mierda de país...
En fin, tenía que soltar esa reflexión...
(De todos modos, algo bueno ha tenido esa foto, porque ahora me cae menos mal que antes... A lo mejor hasta le quito el ignore, porque total, veo sus mensajes igual cuando estoy deslogueado...)