A la hembra rival (ellas siempre son rivales) le causa malestar que otra se muestre tan disponible. Es una reacción biológica al celo ajeno, una aversión por la que se excede en sus cariños y renuncia a la prudencia. El celo perpetuo es motivo de disputas constantes y acaba en una visita a un veterinario portador de una cuchara de helado como terapia para los múltiples arañazos recibidos y por recibir.
Si sabe esto y lo aplica en la vida real es otra cosa, pero está claro que en el foro no tiene prudencia alguna respecto a las demás mujeres ni tampoco voluntad de disimular sus apetitos carnales. A Neutral Malvado le cae mal porque bajo ese cascarón de 2 metros y pico de misoginia hay un punto de mira extremadamente femenino que rechaza al comportamiento masculinizado de Niandra.