Han sido dos días muy extraños. Preocupado por la gente que tengo en la zona del desastre. Pero no ha sido lo único.
Ayer jueves me llama mi padre a las 9 de la mañana para decirme que mi tío ha fallecido. Ya conté aquí este verano que le detectaron un tumor cerebral inoperable. El deterioro en un mes ha sido tan rápido que parecía increíble que pudiera ser así. Un hombre que tenía poco más de 20 años más que yo, así que le tocó ser el "tío guay", pues mi padre y mi tía sin ser mayores, le llevaban 8 y 6 años de diferencia. Me acerqué a casa de mis padres a consolarle y darle un gran abrazo, estaba realmente jodido el hombre. No lo recuerdo ver llorar desde que falleció mi abuela cuando yo era un crío.
Ayer fui con mi troupé a ver a mi tía y a mis primas ( y consortes), estaban bastante enteras todas pero hoy en el entierro evidentemente se han roto todas. Me ha dado una pena tremenda porque la familia, junto con los amigos, lo es todo. Desgraciadamente, lo he contado más veces en esta charca, mi madre nos separó bastantes años de la familia de mi padre y costó tiempo poder recuperar el contacto cercano. Me perdí mucho de mis primas, de mis otros primos y de mis tíos, hay un paréntesis de unos 10 años ahí que se fue recuperando primero con bodas y ciertos eventos que nos permitían reunirnos hasta que forzamos un contacto grande.
Mi tía no deja de decirnos lo mucho que nos quiso a sus sobrinos y que lo pasó fatal el tiempo en que no nos podía ver. Para mí, de pequeño, era mi tío favorito, por supuesto. Conforme me fui haciendo adulto lo que siento por él es una tremenda admiración por su bondad y por su cerebro realmente excepcional, y no sólo porque fue el primero de su promoción en una ingeniería realmente complicada, sino porque tenía un sentido común espectacular. Tres hijas que heredaron su inteligencia y 9 nietos, una mujer que lo quiso toda su vida y un montón de metas profesionales y personales logradas en su vida.
Afortunadamente, la genética es muy fuerte, y veo algunas formas de moverse o de hablar suyas en mi primo o en mi hermano, su inteligencia en mi hijo, su bondad en mi prima, que es un calco (pero mejorando la especie y en fémina) de su padre. Esta mierda al menos nos ha unido aún más, aunque desgraciadamente no deja de ser un aviso de que la generación de mis padres de la familia desaparece poco a poco. Las reuniones de todos en el chalet familiar solo quedará en unas polaroids y en lo poco que aún recordamos.
Como estamos de fracachat y estando entre subnormales me permito este momento de debilidad. En fin.