Esa idea que tenéis de la Física es del todo errónea, como corresponde a la ideología de nuestro tiempo. Copiaré algo que les dije a unos amigos una vez, en tono algo pomposo, que espero sepan disculpar:
El materialismo simbólico no acepta el mito de que la Ciencia moderna es experimental. Es más, considera que tal ideología ha dado paso a la presente proliferación de banalidades con la vitola de “investigación”. El materialismo simbólico no desprecia las virtudes de un buen experimento, ni el papel que en algún caso puede tener un dato empírico para modificar la percepción teórica, pero se ríe a carcajada limpia cuando se atribuye, con justicia, pero por los motivos equivocados, a Galileo Galilei la paternidad de la Ciencia Moderna. El autor del materialismo simbólico no puede sino sentir suyas las consideraciones de René Thom (en cierto sentido, uno de los más grandes inspiradores del materialismo simbólico, del que, sin embargo, se haya lejísimos, por motivos técnicos muy prolijos de explicar) según las cuales con Galileo comienza la Ciencia Moderna, pero no por un especial gusto experimentador u observador, que tuvieron muchísimos hombres antes que él, sino porque él es el primero en darse cuenta, con provecho, de que en su siglo han cuajado dos ideas fundamentales en las mentes de los hombres, a saber, la idea de función matemática, que se ha ido desarrollando a partir del álgebra de Vietta (esto no lo dice Thom, pero se puede rastrear sin demasiadas dificultades),y, acaso lo más importante (de nuevo, esta es una jerarquía ajena al texto de Thom, y que aquí tomamos cuando menos retóricamente, sospechando de su verdad de fondo), la notación de los números naturales como una secuencia en serie infinita, debida a Simon Stevin. El materialista simbólico cree que la Ciencia Moderna la debe, pues, más a Simon Stevin que a centenares de experimentos.