Sr. Calcetín
Veterano
- Registro
- 19 Ago 2005
- Mensajes
- 1.346
- Reacciones
- 2
Esta misma tarde me encontraba esperando a que un tipo saliese del cajero para sacar yo dinero cuando he visto como una tipa se acercaba hacia mi posición a paso ligero. Llevaba una tarjeta en la mano asi que no he necesitado más datos para saber que iba a hacer.
Ha llegado justo en el momento exacto en el que el otro tipo salía y su intención era la de colarse delante de mis narices. De hecho ya tenía un pie dentro.
-¡Oye!, ahora voy yo.
La muy zorra (que por cierto estaba bastante buena y vestía un pantalón ceñido que daban ganas de tocar los timbales en su trasero) me sonríe y dice:
-Ya... me dejas... un momento... voy a...
-NO.
Le ha debido sentar peor que una bofetada porque la sonrisa de calientapollas que lucía hasta entonces se ha borrado de golpe. Entonces, y mientras ella me miraba con cara de estúpida, la he esquivado y me he metido yo dentro.
Cuando he salido fuera la tia ya se había ido, supongo que no ha podido soportar que por una vez en su vida el hecho de estar buena no le ha servido de nada.
Este incidente me ha hecho recordar la cantidad de veces que nos encontramos a lo largo del día con tias como esta, que se creen que por tener una babosa entre las piernas pueden manipularnos como si fuésemos peleles.
Todos nos hemos encontrado con tipas de estas por lo que os aconsejo que digais NO. Un NO bien alto y que se les clave bien en la cabeza. Si lo acompañáis de un "puta" o similar se les queda mejor grabado.
Ha llegado justo en el momento exacto en el que el otro tipo salía y su intención era la de colarse delante de mis narices. De hecho ya tenía un pie dentro.
-¡Oye!, ahora voy yo.
La muy zorra (que por cierto estaba bastante buena y vestía un pantalón ceñido que daban ganas de tocar los timbales en su trasero) me sonríe y dice:
-Ya... me dejas... un momento... voy a...
-NO.
Le ha debido sentar peor que una bofetada porque la sonrisa de calientapollas que lucía hasta entonces se ha borrado de golpe. Entonces, y mientras ella me miraba con cara de estúpida, la he esquivado y me he metido yo dentro.
Cuando he salido fuera la tia ya se había ido, supongo que no ha podido soportar que por una vez en su vida el hecho de estar buena no le ha servido de nada.
Este incidente me ha hecho recordar la cantidad de veces que nos encontramos a lo largo del día con tias como esta, que se creen que por tener una babosa entre las piernas pueden manipularnos como si fuésemos peleles.
Todos nos hemos encontrado con tipas de estas por lo que os aconsejo que digais NO. Un NO bien alto y que se les clave bien en la cabeza. Si lo acompañáis de un "puta" o similar se les queda mejor grabado.