Menuda mierda,
un mono aporreando compulsivamente el teclado durante doce horas seguidas.
Que al final no sabrá ni qué escribir el muy animal.
Aburrido que te cagas.
Más interesante sería un experimento explorando los límites de la resistencia humana.
Una paja cada hora durante doce horas a ver si es físicamente posible o se queda con la polla en la mano el hijo de perra.
un mono aporreando compulsivamente el teclado durante doce horas seguidas.
Que al final no sabrá ni qué escribir el muy animal.
Aburrido que te cagas.
Más interesante sería un experimento explorando los límites de la resistencia humana.
Una paja cada hora durante doce horas a ver si es físicamente posible o se queda con la polla en la mano el hijo de perra.