Este verano estuve en Oviedo de visita y justo en el centro,en la plaza de la catedral, me encontré con unos 500 sudamericanos ante un escenario, montado a lo grande, escuchando grupos de música latina a volumen brutal y, para mi sorpresa, celebrando el día de la independencia de Colombia. Me parece fantástico que esas personas quieran prosperar en otro país y que celebren sus fiestas tradicionales y demás. Pero ¿es respetuoso celebrar en las plazas del país del que se independizaron esa festividad? La independencia de Colombia costó la vida de miles de Españoles que cayeron, en reyertas y asedios, en una guerra salpicada de episodios sangrientos como el de Boyacá. No entro en debates partidarios de un bando u otro...es más, creo firmemente que ningún pueblo debe someter a otro, pero en Oviedo aún viven los descendientes del batallón Asturias, diezmado en aquellas batallas. Pienso en Pérez Reverte cuando habla de este país como acomplejado de si mismo y de su propia historia y no puedo evitar pensar en los asturianos caídos en Colombia (con o sin razón, ahí no entro) y esa celebración se me antoja improcedente -por decir algo y siempre con un eufemismo-.
Podría aducirse que son episodios muy lejanos, pero no lo son tanto, y la prueba es que no creo que los españoles saliéramos bien parados si hiciéramos lo propio en mitad de Bogotá para celebrar el día de la hispanidad. ¿Sería poco democrático explicarles a estos señores que esa celebración es poco procedente?
Para más estupefacción, la letra de la primera canción con la que abrió la celebración el primer grupo colombiano decía: “...un español se casa con una colombiana y le pega...le paga...Estribillo: español no le pegues a la negra, no le pegues a la negra...”
Dejando de lado el concepto de xenofobia, cuya definición es odio a los extranjeros, dado que yo no siento odio hacia nadie, os agradecería que hicierais una pequeña reflexión, lo más objetiva posible al respecto, y me expresarais vuestra opinión sobre este tema. .