Hygge

Acabo de tener una experiencia extrasensorial. Una proyección de mí en un universo paralelo donde he podido sentir ese confort y sosiego que tan esquivos son para un forero. Me hallaba en un lugar alejado de la urbe, un llano con olmos y chopos sin hojas en las riberas de un arroyo y grandes lomas de cereal reverdeciendo. En lo alto de un palomar, rodeado de palomas mensajeras revoloteando sobre mi cabeza y mis manos. Nunca he tenido palomas pero me parece muy romántico el arraigo que tienen por su hogar estos animales. Las estaba echando de comer su pienso compuesto hecho con una mezcla secreta, bueno, aquí lo puedo contar porque sois gente de confianza, pero es algo que no me gustaría que llegase a oídos de mis rivales. La mezcla es: maíz, avena, lentejas, garbanzos y alberjones; en una proporción que solamente yo conozco.
Pero en el palomar solo hay pichones y veteranas. Está atardeciendo y pronto llegaran las de la suelta. Como todos sabéis, para ejercitar a las palomas mensajeras se las enjaula y se las lleva en coche a lugares lejanos, a unos 80 km, y se las libera. Son capaces de orientarse y volver al palomar contra viento y marea. Las estoy esperando, tengo que seleccionar a las más rápidas para el campeonato regional al que suelo asistir. Pero no estoy solo, me acompaña un niño especial, de unos 7 años, autista. Es el hijo de una vecina divorciada que volvió de la ciudad a casa de sus padres donde nunca les falta un plato caliente en la mesa. El sol se pone y empiezan a llegar las primeras palomas, el resto no tarda, se ve el bando sobre el rosado cielo planear y luchar contra las corrientes de aire. Al llegar dan varias vueltas alrededor del palomar antes de entrar, es una especie de ritual que a mi compañero y a mí nos encanta observar en silencio mientras imaginamos su significado en secreto. Leo el número de anilla de las dos primeras en llegar y mi atento acompañante anota las cifras con trazos infantiles en una vieja libreta de bolsillo. Una preciosa paloma blanca con pico y alas perfectamente desarrollados, señal de que está en su mejor momento para competir; y un palomo grande, azul barrado con capucha gris plata.

La llegada ordenada de las competidoras al palomar, el ocaso del día en un paraje rural, mi acompañante que desprende un aura especial y que sin decir nada da una grata compañía que me serena el espíritu hasta ser plenamente consciente del hygge.

:bravo:
 
Los gatos son de maricas o solteronas. Criar palomas y amarlas más que a las personas es de hombres atormentados y lobos solitarios en busca de paz interior.
 
Los gatos son de maricas o solteronas. Criar palomas y amarlas más que a las personas es de hombres atormentados y lobos solitarios en busca de paz interior.

A estas alturas de mi vida amo a cualquier animal, aunque sea unicelular, más que a cualquier persona.(no forer)
 
¿Pero a tu abuela sí, no? Acuérdate que cuando ibas de vacaciones y era tu amiga y cómplice. Ella te quiso a pesar, de tus más que evidentes, defectos.
 
¿Pero a tu abuela sí, no? Acuérdate que cuando ibas de vacaciones y era tu amiga y cómplice. Ella te quiso a pesar, de tus más que evidentes, defectos.

Hombre claro, pero mi yaya es un ente superior, un ser celestial.
Juega en otra liga, la de las estrellas ...
 
Las palomas, peor que la ratas, por donde pasan no crece la yerba.
Eso si, si me dan a elegir, prefiero cien palomas a un gato, animal absurdo donde los haya.

K:lol:rma zootrópica.
 
Acabo de tener una experiencia extrasensorial. Una proyección de mí en un universo paralelo donde he podido sentir ese confort y sosiego que tan esquivos son para un forero. Me hallaba en un lugar alejado de la urbe, un llano con olmos y chopos sin hojas en las riberas de un arroyo y grandes lomas de cereal reverdeciendo. En lo alto de un palomar, rodeado de palomas mensajeras revoloteando sobre mi cabeza y mis manos. Nunca he tenido palomas pero me parece muy romántico el arraigo que tienen por su hogar estos animales. Las estaba echando de comer su pienso compuesto hecho con una mezcla secreta, bueno, aquí lo puedo contar porque sois gente de confianza, pero es algo que no me gustaría que llegase a oídos de mis rivales. La mezcla es: maíz, avena, lentejas, garbanzos y alberjones; en una proporción que solamente yo conozco.
Pero en el palomar solo hay pichones y veteranas. Está atardeciendo y pronto llegaran las de la suelta. Como todos sabéis, para ejercitar a las palomas mensajeras se las enjaula y se las lleva en coche a lugares lejanos, a unos 80 km, y se las libera. Son capaces de orientarse y volver al palomar contra viento y marea. Las estoy esperando, tengo que seleccionar a las más rápidas para el campeonato regional al que suelo asistir. Pero no estoy solo, me acompaña un niño especial, de unos 7 años, autista. Es el hijo de una vecina divorciada que volvió de la ciudad a casa de sus padres donde nunca les falta un plato caliente en la mesa. El sol se pone y empiezan a llegar las primeras palomas, el resto no tarda, se ve el bando sobre el rosado cielo planear y luchar contra las corrientes de aire. Al llegar dan varias vueltas alrededor del palomar antes de entrar, es una especie de ritual que a mi compañero y a mí nos encanta observar en silencio mientras imaginamos su significado en secreto. Leo el número de anilla de las dos primeras en llegar y mi atento acompañante anota las cifras con trazos infantiles en una vieja libreta de bolsillo. Una preciosa paloma blanca con pico y alas perfectamente desarrollados, señal de que está en su mejor momento para competir; y un palomo grande, azul barrado con capucha gris plata.

La llegada ordenada de las competidoras al palomar, el ocaso del día en un paraje rural, mi acompañante que desprende un aura especial y que sin decir nada da una grata compañía que me serena el espíritu hasta ser plenamente consciente del hygge.
Pero esto es una puta maravilla, joder. Una puta maravilla. Pero que esto es simple y llanamente conmovedor.
 
Es curioso lo de este hombre (Verruga). Al lado de miles de post de masuneo injurioso, de rebozarse sin fin en los matices más sordidos de su cotidianeidad solitaria, de refocilarse en los más sucios orificios orientales, uno se encuentra cosas como esta, en las que se muestra como un híbrido de Delibes y Máximo Gorki, con una mezcla de intimismo, viveza descriptiva y riqueza de lenguaje que lo dejan a uno sin respiración.

Tiene un post aun mejor, en el que hablaba de la infancia imaginada en una familia de telecomedia americana, con neveras rebosantes, calcetines bajo el árbol navideño y esas cosas. El de este hilo es el segundo. Seguiremos atentos a la próxima perla entre la chatarra (nunca mejor dicho).
 
Última edición:
Cuando el mundo te hiere, es fácil preferir la compañía de los libros.
Cuando todo parece difícil o imposible, lo más fácil es refugiarse en la lectura, como si leyendo mucho, las cosas fueran a arreglarse solas.
El caso es que me da en la nariz, que a nuestro querido amigo de la pluma aúrea, le gusta la caricia en el lomo, pero al mismo tiempo, le parecemos chimpancés, lo que le hace sentirse más solo si cabe.
t_Jean-Francois%20Millet%20-%20The%20Sheepfold,%20Moonlight.jpg

Borregos. Gñé. Dejadme solo. Ya estoy muerto.
 
Última edición:
Leer es que causa mucho hygge de ese. Es como hablar con gente y que te cuenten cosas, como relaccionarte con ellos, pero sin tener que ducharte y sin que te juzguen.

Un puro de vainilla, algún bebedizo y un libro. Ay...
 
Acabo de repasar el primer post y veo que hygge se pronuncia "hugga (o sea juga).
Pues para mí era "jiyí"
 
Hygge es :

Un miércoles de invierno en casa porque has llamado al trabajo enfermo , viendo el debate sobre el estado de la nación .
 
Acabo de repasar el primer post y veo que hygge se pronuncia "hugga (o sea juga).
Pues para mí era "jiyí"
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Leer es que causa mucho hygge de ese. Es como hablar con gente y que te cuenten cosas, como relaccionarte con ellos, pero sin tener que ducharte y sin que te juzguen.

Estoy de acuerdo, y además con el aliciente de que no tienes que empatizar ni responder. Se pueden sustituir los amigos por buenos libros y a las novias por putas, se puede prescindir de la proyección social de uno mismo y buscar el yo interior o la aceptación.
 
Lo malo es que los libros no podrían llamarte Hoju!
 
Si cualquier amarramulas de esos pseudoperiodistas radiofónicos y televisivos al servicio del poder lo hace constantemente, pues ahora me toca a mí , el qué? ...pues decir esas soberanas estupideces y mentiras tales como ¨ Atención que esto es trenden topic en el jastak del tuiter y feisbuk de internet¨, ¨es lo que todo el mundo comenta en las redes sociales¨, o mamarrachadas similares, ya saben. Ello lo pongo:
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Las palomas, peor que la ratas, por donde pasan no crece la yerba.
Eso si, si me dan a elegir, prefiero cien palomas a un gato, animal absurdo donde los haya.

K:lol:rma zootrópica.

La gente que vive con palomas se expone a decenas de enfermedades infecciosas al inhalar el polvo de la mierda que cagan,sin embargo los gatos solo dan alegrias ,he aquí el culmen de la alegría gatuna:
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La gente que vive con palomas se expone a decenas de enfermedades infecciosas al inhalar el polvo de la mierda que cagan,sin embargo los gatos solo dan alegrias ,he aquí el culmen de la alegría gatuna:
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Joer, y a mi que solo me hacen caso cuando les llevo la comida.:lol:
 
Momento hygge de esta mañana: concierto para piano número 2 de Liszt mientras archivo en el correspondiente álbum los recuerdos de los últimos viajes, gato ronroneando al lado, lluvia en los cristales alternándose con rayos esporádicos de sol, fin de semana por delante...

Esto es lo que me refería con disfrutar de las pequeñas cosas, que en muchas ocasiones ni siquiera necesitan de inversión económica.

Es el ambiente que rodea la actividad lo que convierte algo prosaico en algo placentero.
 
No sé porqué motivo, pero eso del hyggie se disfruta más cuando hace frío, por ejemplo, metido en una casa de madera del campo con la chimenea encendida mientras llueve en el exterior. Si encima tienes un buen equipo de Alta Fidelidad con el que disfrutar de tu música predileta, guay del Paraguay.

Cuando ya hace calor y viene el Verano, lo que te apetece es salir por ahí y ver a las tías con minifalda...
 
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