FUMANCHU
Frikazo
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Varios amigos míos el lavabo de los wc para mear.Yo el de las tías.. hoy en día sería detenido por acoso supongo
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Varios amigos míos el lavabo de los wc para mear.Yo el de las tías.. hoy en día sería detenido por acoso supongo
Falsísimo. Yo SIEMPRE que puedo entro al de minusválidos. Eso de que nadie entra, nanai. Y sí, son la gloria: están limpios siempre, nunca falta papel, el espejo no tiene ni una salpicadura y hasta se puede uno sentar en ellos como si fuera el de tu puta casa.
Yo jamás he considerado que esté usurpando nada al usar el baño de minusválidos, ni me he sentido fuera de lugar. Sí que en baños normales me he sentido excluido y extraño, especialmente en alguna estación donde había más gente dando vueltas y escrutando a los demás con la mirada que meando.De todos modos, me alegra saber que los baños son de minusválidos son lugares frecuentes para la forisma, que aunque no sea minusválida, tampoco es válida del todo y alguna tara arrastra.
Pues creo que ese es el japonés que recomendó @Cimmerio ...Hará unos 3 años fuimos a Valencia. El primer día, después de dejar las cosas en el hotel fuimos a un centro comercial que hay allí al lado "Aqua" creo que se llamaba a cenar.
El caso es que a mi mujer le dio por ir a un sitio de comida japonesa . Ya al ver la carta empezaba a sospechar que aquello no era para mi.
De todas formas disfruté de la comida.
Me pasé los 3 días siguientes conociendo todos los baños de minusválidos (por ser más privados y más limpios) del Oceanografic, la ciudad de las ciencias, los diferentes museos, ...
Valencia un viaje para recordar. La ciudad de la luz y de la caca.
Eso te lo hubiera dado un farmacéutico nada más entrar si no te hubiera dado vergüenza explicarlo delante de la gente.Cuando yo tenía 20 ó 21, por ahí me entró una diarrea tremenda. Recuerdo ir al cine,tomar una pizza e irme a cagar según tragaba. Me fui a hurtadillas al médico por seguridad social por no molestar a mi padre en su hospital. La médico hippy que me tocó retrasada mental no me arreglaba nada, qué subnormal, le vi la pinta de subnormal enseguida pero intenté confiar, y nada, yo cada día más flaca tipo thinner stephen king.
Ya le dije a mi padre, papi que me voy pata abaixo y no sé por qué. Me llevó a un médico de su hospital, fortasec 3 días y como nueva.
Pero si el Reina Sofía está a veinte metros de El Brillante, que es el sitio de bocadillos de calamares por antonomasiaMadrid, 2014. Viaje de grupo antes de entrar al Museo Reina Sofía.
- ¿Nos comemos un bocata de calamares?
- Vale.
- Pero no vamos donde va todo el mundo si no a un sitio "auténtico" que me han dicho.
- (Ay, pensé para dentro)
Empezamos a dar vueltas y revueltas por callejuelas y nos llevó a la tasca más churrosa que hayan visto mis ojos, con un pestazo a fritanga y grasuza que haría vomitar a una puta cabra.
Llegan los bocatas, le hinco el diente y, no sé, tenía un regustillo como un pelín ácido. Por no quedar como el quejica del grupo me lo zampé y a base de cerveza lo metí en mi organismo.
Total, que entramos a la visita y allí mismo mi cuerpo se puso en Defcon 1 en la escala del cacaceite, unos burbujeos de volcán al punto de una erupción de cojones en las tripas que me hacían sudar frío.
- Voy un momento al lavabo, id tirando que ya os alcanzo...
Apenas me dió tiempo a quitarme los pantalones y bajarme los calzoncillos... Me salía caca semi-líquida a presión como si fueran manguerazos acompañados de una mascletá que hubiera hecho llorar a la Fallera Mayor de la emoción por los decibelios, acompañado con un pestazo a aliento de Satán que me mareaba y me nublaba la vista. Lo peor es que creía que había acabado, pulsaba el botón, y volvían los retortijones, y vuelta a empezar, así estuve ni sé el rato.
Debió ser mucho tiempo porque cuando por fin acabé, con el ojete que lo sentía como una coliflor palpitante al rojo, todos me estaban esperando fuera.
- ¿Dónde estabas?
- Es que como el Museo es tan grande me he perdido. (mentira)
- Pues te hemos estado llamando y no lo pillabas.
- Ah, es que lo tenía en silencio. (doble mentira)
Al resto del grupo también les pasó lo mismo pero con efecto bastante retardado porque en la pensión de noche yo en mi habitación sólo oía carrerillas, gñeeeeesssss de hacer fuerza y pedos de tiranosaurus rex adulto.
Eso sí, el cagadero del Reina Sofía, estaba impoluto y con abundancia de papel... Bueno, después de que pasara yo, ya no.
Ya, ya lo sé. Cuando volví un par de años después sí que fuí a El Brillante, una maravilla y me saqué esa espinita del probar el glorioso bocata de calamares.Pero si el Reina Sofía está a veinte metros de El Brillante, que es el sitio de bocadillos de calamares por antonomasia
Hay que ver la gente lo que hace por sentirse especial. Me imagino a esa misma persona de tu grupo en plan "No vayamos al Museo del Prado, que es donde va todo el mundo, conozco yo un museo que ese SÍ que lo peta".
Durante mi tour por la Europa del Este me llevé casi dos semanas sin cagar
Tanto cagar tampoco debe ser bueno. Al menos para el ojete que lo debe de tener en carne viva.No se me ocurre mayor sufrimiento. Si no cago antes de ir a trabajar, me siento fatal. Si no cago al llegar de trabajar, me siento incompleto. Y si no cago antes de ducharme, me siento sucio.
Tres cagadas al día si no hay jarana.
Yo estoy tres días sin cagar en esos países que has dicho y, o me meto un palo de escoba por el ojete para desatascar, o me vuelvo en el primer vuelo.
Después de dos meses el vomito y la cagalera tocan mi puerta otra vez.
Ayer tuve que pasar la mañana con la familia en pediatría debido a vomitos y tras una noche de pinchazos en la tripa he amanecido con la cabeza en el retrete a lo que se le ha sumado una diarrea.
Sus muertos.
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