La infancia de Torque parece sacada de 13 Rue del Percebe, la de Verru de libro de Dickens o Viaje a las Alpujarras años 40. Es lolérrimo y a la vez deja un poso de que las madres antes estaban hechas de otra pasta. Caprichos los justos, y una zapatilla volante o mocazo para quitar tonterías. Lo de las marcas sí concrepo, ya en esa época éramos un poco esclavos. Y los que íbamos a coles nacionales, con cada uno como lo mandaban, sin uniforme ni ostias, sí se notaba.
Yo, como era futbolero, y jugábamos en cemento, las zapas o playeros me duraban dos telediarios. Así que al final, me acostumbraba a jugar con los J'Hayber, y no veas lo complicado de tener cierto toque con esos tochos. Otra cosa lolérrima es que tengo primos mayores y heredaba sus camisetas futboleras que usaba para ir a Gimnasia. Así que me plantaba ya en 7º de EGB con la camiseta de Brasil 70 del año de maricastaña, que aunque era muy delgado, me quedaba ya demasiado justa, pero es que molaba ir con esa camiseta. Y envidias que despertaba. La camiseta fue rulando por mi familia, con miles de lavados y ni un roto. Algodón del bueno.
En la calle también formamos equipo, aparte del cole. Y total, como andábamos justos, montábamos una especie de mercadillo donde cada uno bajaba los tebeos que teníamos por casa y luego nos pillábamos unas camisetas todas iguales para jugar en el torneo del barrio. El caso es que juntamos las camisetas, pero nos faltaban las medias, y nos fuimos todos a una tienda de saldos de ropa del año del hambre. Y así salíamos a jugar, los Stars, con nuestras camisetas verde brillante, con su número y todo, y unas medias rojas y blancas, de franjas horizontales (Atlético Aviación o así) que eran las únicas que tenía la tienda disponibles.
Causábamos cierta risa y nos vacilaban, pero luego ganábamos y se pasaba al guasa al rival a base de leña y goles. Las medias aun deben de andar por casa de mi madre.