Yo sí he tenido una madre castradora. Y una suegra chantajista. Así que hablo, evidentemente, desde un punto totalmente subjetivo y conforme a mi experiencia.
Mi madre siempre ha tenido problemas psicológicos que no ha querido tratar, y además con la connivencia de mi padre que dice que "ella es así, está medio loca, qué vamos a a hacer...". Mi padre con estudios superiores, sale y se casa con mi madre, que había sido hija única hiperconsentida que pierde a su padre a los 14 años. Mi abuela la sigue teniendo hiperconsentida y mi madre acaba el bachiller y estudia lo que sería un FP de la época de administrativo. Creo que no ha llegado a trabajar dos meses en su vida. Mi padre ya de joven se ganaba bien la vida y se casan muy jóvenes y mi madre, sin ningún tipo de experiencia en la vida, sin saber realmente lo que es el esfuerzo se encuentra con tres churumbeles en 5 años, aún en la mitad de su veintena. Como no es capaz de gestionar las cosas lo que hace es plantearse una serie de rutinas en las que se mantiene segura y un férreo control de nosotros, porque le da pánico todo lo que salga de esa rutina que se autoimpuesto. Pero lo peor es que no va evolucionando con los años y con nuestro crecimiento, seguimos teniendo imposiciones marcianísimas incluso entrados en la adolescencia, con un control tremendo de todo. Yo no supe lo que era la intimidad hasta que me fui de casa con gran cabreo de mi madre, por supuesto. El problema en mi casa es que mi padre pasaba de todo eso y delegaba en mi madre, que no era una persona medianamente razonable.
Conseguir mínimas parcelas de intimidad y libertad me costó Dios y ayuda, y eso que estudiaba, cumplía con mis obligaciones y me sacaba algunos duros por mi cuenta. Mi hermano mayor optó por la tranquilidad de ser un castrati y a mí me tocó la pelea continua para conseguir esas parcelitas que luego mis hermanos se aprovechaban, el mayor por comodidad, el menor porque ya lo había luchado yo antes. Mi hermano mayor, pese a tener Derecho no había hecho nada en la vida y al final su primer trabajo lo consiguió mi ex, y al cabo de un tiempo lo contraté yo en mi negocio. Pero mi hermano ha empezado a hacer vida por su cuenta y no tutelado con los 50 bien cumplidos, supongo que porque su mujer le ha hecho ponerse las pilas.
Si llego a actuar como mi hermano, si dejo que mi madre tutelase y fiscalizase mi vida me habría perdido gran parte de las cosas que me han llenado en la vida; probablemente habría tenido menos fracasos pero sin duda no habría tenido experiencias que sí considero como éxitos. Y vienen por cortar de raíz cualquier intento fiscalizador por parte de mi madre.
Que entiendo que si mi madre no tuviera trastornos psicológicos la cosa habría sido de otra manera, pues podríamos estar seguros también. ¿Quiere decir que no quiero a mi madre? No, la quiero más de lo que probablemente merezca, porque ha hecho mucho mal, pero intento ser razonable y ver las cosas con distancia para ver que su influencia en mí no era positiva, o no la mejor al menos. Tampoco tiene la culpa, es una persona que no maduró en su momento y las pocas armas que había desarrollado en la vida para que la cosa no se le fuese de madre las usó y ya. Pero no trató de mejorar, no quiso ver que hacía más mal que bien y ahora mismo mis padres tienen una posición privilegiada económicamente pero socialmente están muertos. Yo no les conozco amigos a mis padres en casi 50 años, y los pocos que han tenido han ido separando sus caminos; unos gente tóxica, otros gente muy buena. Con los que alguna vez hablo y me demuestran el cariño que nos tienen, suelen acabar con el latiguillo "...pero ya sabes cómo es tu madre".
¿Eso me hace mal hijo? Pues no. Yo me preocuparé de que no les falte de nada en el futuro, y estoy seguro que de entre los tres hermanos el que más dará el callo me tocará ser a mí. No le tengo inquina a mis padres, ni rencor ni nada parecido. Mi padre actuaba como era un padre en la sociedad en esos tiempos, era un (buen) provider, pero no le pidas que pasara mucho tiempo jugando con nosotros o generando aficiones. Para mis padres las aficiones siempre han sido excentricidades. O sentarte en una terraza a tomarte una bebida, "Mira a todos esos tontos", decían. Quiero decir, que hicieron algunas cosas rematadamente mal, pero teniendo en cuenta cómo eran, no por maldad, sino por desconocimiento, inmadurez, trastornos, etc.
Todo eso ha sido esencial para la relación que yo he mantenido con mis hijos, pero claro, yo soy padre y no madre. Paso al capítulo suegras chantajistas.