Elmer Batters
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¿Quién la invita a un cubatilla?
PD: Y todo esto porque le pregunté que si el charco podría ser de heces semilíquidas.
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DULCES TARADOS por Mara
Últimamente he podido comprobar que estamos rodeados de tarados, de una u otra índole. Desde el tipo guasón que va de listo hasta aquel que se encuentra totalmente desprovisto de la capacidad para retomar su vida y sigue sumido en el más profundo de los horrores del desamor. No sienten amor ni quieren que nadie lo sienta. Para los del primer grupo no hay otra explicación menos sutil que la realidad………. Están tarados y punto. Es en el resto en el que me centro en esta nota, el grupo de los tarados emocionales. No, no suena tan mal. Imagínate un lineal de un supermercado, lleno de ….. botes de leche condensada. Salieron todos perfectos, con su etiqueta, un futuro más o menos escrito, una función en su vida (la cual se desarrolla de muchos modos), en café, en postres, sobre alguien…. Y están todos allí juntitos, ordenaditos esperando a que los cojas. Y siempre hay uno que destaca, porque ese es el que hace que el resto rompa filas, es el introvertido, el tímido, el que no se integra, ¿porqué? Porque tiene un defecto, una tara, está tarado. Algún innombrable camionero o reponedor o reponedora le metió un duro golpe y ya tiene esa muesca para toda la vida. Se siente incapaz de estar en la fila, no pasa desapercibido para nadie y al final, va apartándose, quedándose a un lado. Realmente por dentro sigue teniendo lo importante, lo que realmente nos gusta a todos, lleno de leche condensada. Pero se sienten que no encajan, cuando los tiras a coger tiemblan, como que se tirán al suelo ellos mismos. Incluso cogiéndolos con sumo cuidado no se sienten seguros como si tuvieran que justificarse a si mismos que no hace falta que vuelvan a darles ningún golpe sino que ya se lo dan ellos por anticipado. En uno u otro caso es triste tropezarse con cualquiera de ellos, ya sean de uno u otro grupo, simplemente porque todo radica en que en algún momento, todos, hemos pertenecido a uno u otro grupo. Si has pertenecido al primer grupo, dudo que tengas remedio, si perteneces a los del lineal del super que es por donde hemos pasado la mayoría, lo único que puedo decir es que no importa las veces que caigas sino como eres una vez te levantas
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DULCES TARADOS por Mara
Últimamente he podido comprobar que estamos rodeados de tarados, de una u otra índole. Desde el tipo guasón que va de listo hasta aquel que se encuentra totalmente desprovisto de la capacidad para retomar su vida y sigue sumido en el más profundo de los horrores del desamor. No sienten amor ni quieren que nadie lo sienta. Para los del primer grupo no hay otra explicación menos sutil que la realidad………. Están tarados y punto. Es en el resto en el que me centro en esta nota, el grupo de los tarados emocionales. No, no suena tan mal. Imagínate un lineal de un supermercado, lleno de ….. botes de leche condensada. Salieron todos perfectos, con su etiqueta, un futuro más o menos escrito, una función en su vida (la cual se desarrolla de muchos modos), en café, en postres, sobre alguien…. Y están todos allí juntitos, ordenaditos esperando a que los cojas. Y siempre hay uno que destaca, porque ese es el que hace que el resto rompa filas, es el introvertido, el tímido, el que no se integra, ¿porqué? Porque tiene un defecto, una tara, está tarado. Algún innombrable camionero o reponedor o reponedora le metió un duro golpe y ya tiene esa muesca para toda la vida. Se siente incapaz de estar en la fila, no pasa desapercibido para nadie y al final, va apartándose, quedándose a un lado. Realmente por dentro sigue teniendo lo importante, lo que realmente nos gusta a todos, lleno de leche condensada. Pero se sienten que no encajan, cuando los tiras a coger tiemblan, como que se tirán al suelo ellos mismos. Incluso cogiéndolos con sumo cuidado no se sienten seguros como si tuvieran que justificarse a si mismos que no hace falta que vuelvan a darles ningún golpe sino que ya se lo dan ellos por anticipado. En uno u otro caso es triste tropezarse con cualquiera de ellos, ya sean de uno u otro grupo, simplemente porque todo radica en que en algún momento, todos, hemos pertenecido a uno u otro grupo. Si has pertenecido al primer grupo, dudo que tengas remedio, si perteneces a los del lineal del super que es por donde hemos pasado la mayoría, lo único que puedo decir es que no importa las veces que caigas sino como eres una vez te levantas
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¿Quién la invita a un cubatilla?
PD: Y todo esto porque le pregunté que si el charco podría ser de heces semilíquidas.