A raiz del asunto Mohamed Merah ha escrito este texto, dirigido a los franceses con una lucidez y una franqueza que muchos franceses todavía no son capaces de imitar ni tal vez entender.Esto es lo que tenemos: un francés de origen argelino con más de 15 condenas por diversos delitos (robos y hasta asaltos a mano armada) antes de los 18 años. Es decir, lo que comúnmente se denomina una escoria, una persona que está en este mundo por error y cuyo comportamiento se puede resumir en un sólo concepto: hacer pagar a los demás su error de estar en este mundo. De ahí esa atracción por la muerte, la fealdad, el crímen y la destrucción. Si añadimos a una vida de escoria algunos viajes a Afganistán entonces obtenemos una mezcla explosiva.
Francia destaca en enviar satélites al espacio, en mantener su patrimonio histórico o en fabricar el Renault Megane. En cambio existe un desafío en el que los franceses se han lanzado por soberbia y en el que van a fracasar estrepitosamente, y es el de alimentar el islamismo en su país y pretender, a pesar de ello, vivir en paz.
En Argelia, durante la orgía de terrorismo islamista de la década pasada, niños recién nacidos fueron degollados o reventados contra las paredes, los fetos era sacados del vientre de sus madres, y otras cosas peores que no os cuento. Por lo tanto, vuestras palabras de asombro y vuestra indignación se os van a quedar cortas, porque todavía no habéis visto nada.
Habéis declarado que el nazismo era el mal absoluto. Eso era verdad, pero hace 70 años. Bienvenidos al 2012. Si no ponéis en hora vuestros relojes iréis al matadero sin haber entendido nunca nada de nada.
En Argelia hemos tenido decenas de miles, centenares de miles de muertos por culpa del terrorismo islámico. Tal vez pensáis que eso nos ocurrió porque somos unos brutos y creéis que vosotros sois más listos y váis a alimentar a esta bestia en vuestra casa y vivir pacíficamente con ella. Es éste el pecado de soberbia por cuyo precio estáis pagando hoy, y esto no es más que un aperitivo. Con el islamismo los prisioneros son degollados, los rehenes son degollados, los infieles son degollados, los tibios son degollados, las casas son destruidas, los monumentos tirados al suelo, los campos arrasados. El islamismo es implacable. En el poblado argelino de Ben Talha, durante la noche del 22 al 23 de septiembre de 1997, 400 personas, mujeres, niños, bebés, jóvenes, ancianos, fueron degollados durante 4 horas. Ni siquiera hubo una investigación. En Argelia el terrorismo islámico empezó por asesinar a una persona, después a 3, después a 10…, y llegó el día en que se dejó de contar, la gente se contentaba con despetarse viva cada mañana.
Desde hace décadas Francia vota de manera insistente a partidos que han transformado barrios enteros y pronto ciudades enteras, en enclaves en los que la República no tiene entrada. Los islamistas controlan estas zonas que son una peligrosa mezcla bastarda y criminal. Cuando una escoria de estas, que había quemado viva una chica en un contenedor de basura, fue llevado al lugar de los hechos para la reconstrucción del crímen, los vecinos de su barrio lo vitorearon. De esta misma manera los mismos aplauden en silencio a Mohamed Merah. El que haya matado a árabes (los soldados asesinados de Toulouse y Montauban) no cambia nada al caso, la chica quemada también era árabe. En este mundo de depravados que es el islamismo, el asesino tiene siempre razón si mata en su nombre.
Al votar de esa manera os habéis impuestos a vosotros mismo esa “diversidad” que no es otra cosa que una experiencia social criminal cuya meta es precisamente la de eliminar toda diversidad humana. Hoy los que la predicaban os abandonan, reconociendo que en realidad esto no funciona nada bien después de todo. La experiencia ha fracasado, pero vosotros sufriréis las consecuencias.
*Bloguero argelino antiislamista residente en Inglaterra y que escribe bajo el seudónimo Aldo Sterone.