Black Adder
Plagiador de mierda
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Boniato es un tipo muy muy listo, que sabe mucho sobre muchísimas cosas.
Lo que quizás aún no sabe, porque no puedes aprenderlo simplemente magnetizando tu cerebro con datos de google, es que el tiempo no respeta nada ni nadie y que todos finalmente acabamos por caer. Sí que puede encontrar perlas de sabiduría por ejemplo en la firma de su amigo ILG, pero estas cosas no basta con leerlas. Es muy difícil aprender en cabeza ajena sobre los estragos que causa el paso del tiempo, y mucho menos si ya de entrada se tiene poca predisposición a aprenderlo porque te lo impide el embriagador y arrogante sentimiento de invencibilidad propio de la juventud.
6 años son para él muchísimo tiempo, son una cuarta parte de la vida, 6 años hace que el barça ganó el primer triplete y estableció su férreo dominio y marcó un antes y un después en la historia del deporte. Lo que se haya mantenido invariable durante 6 años, para él, tiene visos de durar para siempre. Pero 6 años en realidad no son nada, y mucho menos en algo tan cambiante como las relaciones humanas. No importa cuánto crea que la quiera o que ella la quiera a él, ni lo fantástica que crea que es su pareja, a la que ha sabido encontrar gracias a su buen criterio y por oposición directa a la colección de harpías con las que hemos tropezado los demás, mancados como estamos de su inteligencia y capacidad electiva. Al final, todo acaba cayendo por su propio peso y las cosas acaban por no durar.
Y eso te lo digo teniendo pareja.
Lo que quizás aún no sabe, porque no puedes aprenderlo simplemente magnetizando tu cerebro con datos de google, es que el tiempo no respeta nada ni nadie y que todos finalmente acabamos por caer. Sí que puede encontrar perlas de sabiduría por ejemplo en la firma de su amigo ILG, pero estas cosas no basta con leerlas. Es muy difícil aprender en cabeza ajena sobre los estragos que causa el paso del tiempo, y mucho menos si ya de entrada se tiene poca predisposición a aprenderlo porque te lo impide el embriagador y arrogante sentimiento de invencibilidad propio de la juventud.
6 años son para él muchísimo tiempo, son una cuarta parte de la vida, 6 años hace que el barça ganó el primer triplete y estableció su férreo dominio y marcó un antes y un después en la historia del deporte. Lo que se haya mantenido invariable durante 6 años, para él, tiene visos de durar para siempre. Pero 6 años en realidad no son nada, y mucho menos en algo tan cambiante como las relaciones humanas. No importa cuánto crea que la quiera o que ella la quiera a él, ni lo fantástica que crea que es su pareja, a la que ha sabido encontrar gracias a su buen criterio y por oposición directa a la colección de harpías con las que hemos tropezado los demás, mancados como estamos de su inteligencia y capacidad electiva. Al final, todo acaba cayendo por su propio peso y las cosas acaban por no durar.
Y eso te lo digo teniendo pareja.