soy un subnormal
Eh, tú, soplapollas, baneame bien del putas que lo sigo viendo y me está dando casi el mismo asco que verte a ti.
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soy un subnormal
Me refería a que, por norma general, tener una pareja implica una relación monógama. Eso ya es un límite a tu libertad. Y si convives bajo el mismo techo existirán unas normas de convivencia (normales, por otra parte), y lo de acumular bolsas de basura tras el sofá rollo Darkiano quizás sea más difícil o imposible (yo soy más maniático del orden y la limpieza que mi novia, por cierto). Pero, como dije, a mí me compensa. A otros quizá no, y no me meto en su elección, pero a mí sí.Felicidades Boniato, espero que llegues a muchos más siendo feliz, en mi caso lo importante para que funcione es que no recuerdo haber tenido que recortar ninguna de mis libertades y aficiones, ni dejar de ser yo, sigo haciendo lo que me apetece con o sin mi pareja, la libertad es absoluta, obviamente no recomendaría mi vida a un tío de 20 años, no toca, cada cosa tiene su tiempo, pero sí que esté atento porque si en algo tienen razón los misóginos del foro es que encontrar una tía con la que merezca la pena compartir la vida no es que sea dificil es que es jodidisimo y que te pase una por el lado y no darte cuenta sí que es una cagada, hay que escarbar mucha mierda para sacar la trufa y me da la impresión de que cada vez es más complicado con todo el feminazismo que nos asola.
Ni de coñaPonte foto de la boniata, que el perro nos importa tres cojones.
Pues te metes el perro por el ojete entonces.Ni de coña [emoji38].
¿Qué dices? Si es una monadaPues te metes el perro por el ojete entonces.
LE PASO POR ENCIMA A TU PUTO PITBULL CON EL NISSAN PATROL DE MI VIEJO, HIJO DE PUTA.Es bellamente atropellable,si![]()
El tuyo muere de una simple patada que alguien me llene el culo de pollas, por caridad.LE PASO POR ENCIMA A TU PUTO PITBULL CON EL NISSAN PATROL DE MI VIEJO, HIJO DE PUTA.
O le meto dos cartuchazos y hago un cuadro de pintura contemporánea con sus tripas.
#respect Nico.
A ver si te vas a llevar tú también un par de cartuchazos en el lomo, y no solo tu perroEl tuyo muere de una simple patada que alguien me llene el culo de pollas, por caridad.![]()
Eso jamás va a ocurrir que alguien me llene el culo de pollas, por caridad.A ver si te vas a llevar tú también un par de cartuchazos en el lomo, y no solo tu perro.
Cierto. Pero #respect Nico.Eso jamás va a ocurrir que alguien me llene el culo de pollas, por caridad.![]()
Cierto. Pero #respect Nico.
En primer lugar tengo que aclarar que no he pagado un € por el chucho. Surgió la posibilidad de quedarme con un cachorro de una camada y así fue. Habiendo tantos animales abandonados que necesitan un hogar me parece un disparate pagar tres cifras o más por un cachorro de bichón maltés con pedigree.A ver, que el chucho es para la novia. Pongamos las cosas en perspectiva. ¿Qué perro le regalarías a tu novia? Pues uno así, no le vas a regalar un gran danés o un pirbuh.
Al respecto del tema del hilo (ya me perdonaréis que me atenga a él), yo he pasado por todos los estados. Soltero a secas, solterísimo sin nada que llevarme a la boca, soltero con n follamigas al retortero, ennoviado y viviendo con pareja. Salvo los niños y la hipoteca a medias conozco todos los estados. La diferencia, creo, es que yo aún guardo perspectiva de todo eso. Aquí gente como @PatoLaqueado o @Toneti tienen una perspectiva muy distinta. Pato creo que ronda los treinta y muchos. Si uno lleva quince años de pareja, uno vagamente recuerda qué significa ser soltero y qué ventajas y qué desventajas acarrea eso. Y no es lo mismo ser soltero con veinticuatro que con treinta o con cuarenta. Se vive también de manera diferente. Yo, en los últimos quince años de mi vida, he pasado por un estado y por el otro tres o cuatro veces.
Bravo por quienes como Pato han encontrado en su pareja a su media naranja, a la persona que les complementa y a quien complementan, a quien le suma calidad a su vida sin restar ni un ápice, a quien es compañera de viaje y lo es de manera gratuita, sin cobrar peaje, vasallaje o diezmo por ello. Para ellos mi aplauso, y, por qué no, mi envidia, porque en el fondo es la situación más deseable de todas. La más deseable y la más difícil de conseguir, la más extraña, la excepción a la regla, la flor en el desierto.
Pero aquí no hablamos de casos concretos. Ni el de Pato, ni el mío, ni el de nadie. Hablamos de la regla, no de sus excepciones. Y la regla es, como bien muestran las estadísticas de divorcios, la experiencia propia, la observación y el hecho incontrovertible de que un ser humano sólo puede tener UNA relación que le haya salido bien, que es la que tiene cuando se muere, porque si estás vivo y ya no la tienes significa que ha fallado, que una relación tiene sus pros y sus contras, y a veces, las más, las contras superan a los pros, o, como dijo el gran @saca-al-tarado, el ratio mamadas/gilipolleces a aguantar es negativo. Tener pareja, por lo general, limita la libertad de uno. Uno paga peajes, vasallajes y diezmos; uno calla la boca cuando quisiera gritar, uno traga carros y carretas, aguanta lo indecible, tolera cosas que no se las toleraría ni a su puta madre y se ve obligado a agachar la cabeza más veces de la que quisiera. ¿Quién no ha ido a donde no quería ir, visto películas que no quería ver, aguantado la conversación coñazo que no quería aguantar, visto cómo sus aficiones, intereses o hobbys eran cuestionados cuando no obligados a permanecer en un rincón, o aguantado a una suegra o amigas DE MIERDA? Quizá Pato no, igual Toneti, aunque haga sus lipdubs con cara de "dios, qué vergüenza", tampoco. La INMENSA mayoría, SÍ. Y a partir de cierto momento el ratio de gilipolleces/mamadas ya no sale a cuenta; lo que traga uno pesa mucho más que lo que obtiene a cambio; de la chica guay que años atrás era el centro de tu vida ya no queda sino una caricatura repugnante que ha perdido casi todo lo bueno y que lo ha cambiado por más de lo malo, pero ahí que se sigue, porque hay unos hijos, una hipoteca que pagar, un divorcio demasiado oneroso, mucho que perder de una sola tacada y sobre todo un miedo atroz y cerval al después, al encontrarse soltero a los cuarenta y muchos, a los cincuenta y tantos, fuera del mercado y sobre todo perdido, porque ya se te ha olvidado lo que es la vida solo y te comería la mierda.
Ojalá la realidad fueran lo que nos cuentan de la pareja para toda la vida, el amor eterno, la mujer maravillosa que se convierte en el báculo de tu vejez y que acaba con tumbas pareadas. Ojalá. Yo firmo por eso. Pero la realidad, las más veces, es lo que describe stavroguin que ve en sus conocidos emparejados. Frente a eso, él antepone la libertad de elegir qué hacer en cada momento, el no pagar peajes, vasallajes ni diezmos, la disposición libre del tiempo y el dinero sin que nadie te lo fiscalice o te lo cuestiones, el sabor de la libertad de saber que si quieres haces una cosa y si no, no y nadie te rechista, que nadie te impone unas cortinas que no te gustan, una decoración que te da por culo, un horario de vuelta a casa, qué tienes que llevar puesto o la canción para el lipdub de moda.
Tampoco todo el mundo vale para esto. Tampoco todo el mundo que vale para esto vive todos y cada uno de los días con plenitud de libertad y en una fiesta continua. El mismo stavroguin también tiene sus días de la lona, sus malas tardes, sus domingos de mierda en soledad o la necesidad de salir a que le dé el aire porque le agobia la soledad. También él alguna noche, mientras se toma ese ribeiro, sueña con esa mujer que le venga a complementar, y sabe que no la tiene, que no la tendrá, y llora. Como todos los solteros.
A mí personalmente el vivir con una mujer que hace tiempo dejó de ser atractiva, que sólo hace reproches y exige mierdas, con unos hijos que te aparcarán mañana en una residencia a la que te descuides mientras se pelean por ver quién se queda con la casa, ese levantarte un domingo a las nueve de la mañana para empujar un carrito o ese ir al Ikea para comprar la nueva vajilla con la suegra que tú pagarás pero sobre la que no te está permitido opinar me parece EL PUTO INFIERNO EN LA TIERRA. Si algún día me veo así, le tengo dicho a mis amigos que me descerrajen sendos tiros en los ojos. Estar podrido en tu casa, tú solo, comido por la mierda, suspirando por una que te ponga una sonrisa o un plato caliente en la mesa o una caricia en el pelo me parece el mismo PUTO INFIERNO, y venir a justificarlo en nombre de la libertad me parece además ridículo.
Quizá en el término medio esté la virtud. Quizá el que mejor se lo esté montando sea el cabrón de @Benito, que en su casa es el rey, que hace lo que le sale de la polla, tiene su novia que le quiere y que le cuida y que la tiene cuando él quiere y cuando no, no. O quizá también de vez en cuando se las tenga tiesas con ella y entonces se compruebe que, en realidad, no hay una cosa mejor que otra, que no son todas las opciones sino una versión diferente de esta mierda que se llama vida, y que por tanto cualquiera que hable desde cualquier perspectiva no esté diciendo sino la verdad, como no ha dicho stavroguin sino la verdad, como no ha dicho Pato sino la verdad, como no ha dicho Toneti sino la verdad.
De verdad que no sé con qué hembras habéis topado.
No, estás reculando, esa posición te la has atribuído tu y no es la primera vez, y sino relee tu post y di con toda tu cara que hablablas de ti y no generalizabas, solo por citar una de las perlas que tanto te alaban :
Me alegro de que seas feliz estando solo, es tu elección y me parece respetable pero no estás en la posición de superioridad en la que tu te crees y que ahora pretendes negar que te estabas arrogando.
Yo 6.
A veces tengo la sensación, no sé si equivocada, de que foreros como Stavroguin o saca-al-tarado, a los que admiro por su prosa y por ser personas mucho más cultivadas que yo, tienen nula tolerancia a cualquier tipo de concesión, por pequeña que sea, de las que conlleva de manera inherente una relación de pareja recíproca. Y algo de verdad hay en que un cierto porcentaje de hombres, no sé si alto o bajo, "compran" el pack de hipoteca, mujer e hijos sin pararse a pensar si realmente es lo que quieren. No obstante, como ha dicho Toneti, tener una vida plena o ser un triste infeliz depende de uno mismo, y ambas cosas son compatibles con estar soltero, arrejuntado, o casado.
Tampoco todo el mundo vale para esto. Tampoco todo el mundo que vale para esto vive todos y cada uno de los días con plenitud de libertad y en una fiesta continua. El mismo stavroguin también tiene sus días de la lona, sus malas tardes, sus domingos de mierda en soledad o la necesidad de salir a que le dé el aire porque le agobia la soledad. También él alguna noche, mientras se toma ese ribeiro, sueña con esa mujer que le venga a complementar, y sabe que no la tiene, que no la tendrá, y llora. Como todos los solteros.
Boniato, ojo con los viajes en avión para el chucho. Evita verano peninsular y compañías low cost.
Este verano en Barajas han muerto más perros que en un genocidio gitano
Air Berlin, Air Europa, y Ryanair dejan muñecos a muchas mascotas.Que compañías recomiendas para esto, que dejen llevarlas en cabina?
Al respecto del tema del hilo (ya me perdonaréis que me atenga a él ), yo he pasado por todos los estados. Soltero a secas, solterísimo sin nada que llevarme a la boca, soltero con n follamigas al retortero, ennoviado y viviendo con pareja. Salvo los niños y la hipoteca a medias conozco todos los estados. La diferencia, creo, es que yo aún guardo perspectiva de todo eso. Aquí gente como @PatoLaqueado o @Toneti tienen una perspectiva muy distinta. Pato creo que ronda los treinta y muchos. Si uno lleva quince años de pareja, uno vagamente recuerda qué significa ser soltero y qué ventajas y qué desventajas acarrea eso. Y no es lo mismo ser soltero con veinticuatro que con treinta o con cuarenta. Se vive también de manera diferente. Yo, en los últimos quince años de mi vida, he pasado por un estado y por el otro tres o cuatro veces.
Bravo por quienes como Pato han encontrado en su pareja a su media naranja, a la persona que les complementa y a quien complementan, a quien le suma calidad a su vida sin restar ni un ápice, a quien es compañera de viaje y lo es de manera gratuita, sin cobrar peaje, vasallaje o diezmo por ello. Para ellos mi aplauso, y, por qué no, mi envidia, porque en el fondo es la situación más deseable de todas. La más deseable y la más difícil de conseguir, la más extraña, la excepción a la regla, la flor en el desierto.
Pero aquí no hablamos de casos concretos. Ni el de Pato, ni el mío, ni el de nadie. Hablamos de la regla, no de sus excepciones. Y la regla es, como bien muestran las estadísticas de divorcios, la experiencia propia, la observación y el hecho incontrovertible de que un ser humano sólo puede tener UNA relación que le haya salido bien, que es la que tiene cuando se muere, porque si estás vivo y ya no la tienes significa que ha fallado, que una relación tiene sus pros y sus contras, y a veces, las más, las contras superan a los pros, o, como dijo el gran @saca-al-tarado, el ratio mamadas/gilipolleces a aguantar es negativo. Tener pareja, por lo general, limita la libertad de uno. Uno paga peajes, vasallajes y diezmos; uno calla la boca cuando quisiera gritar, uno traga carros y carretas, aguanta lo indecible, tolera cosas que no se las toleraría ni a su puta madre y se ve obligado a agachar la cabeza más veces de la que quisiera. ¿Quién no ha ido a donde no quería ir, visto películas que no quería ver, aguantado la conversación coñazo que no quería aguantar, visto cómo sus aficiones, intereses o hobbys eran cuestionados cuando no obligados a permanecer en un rincón, o aguantado a una suegra o amigas DE MIERDA? Quizá Pato no, igual Toneti, aunque haga sus lipdubs con cara de "dios, qué vergüenza", tampoco. La INMENSA mayoría, SÍ. Y a partir de cierto momento el ratio de gilipolleces/mamadas ya no sale a cuenta; lo que traga uno pesa mucho más que lo que obtiene a cambio; de la chica guay que años atrás era el centro de tu vida ya no queda sino una caricatura repugnante que ha perdido casi todo lo bueno y que lo ha cambiado por más de lo malo, pero ahí que se sigue, porque hay unos hijos, una hipoteca que pagar, un divorcio demasiado oneroso, mucho que perder de una sola tacada y sobre todo un miedo atroz y cerval al después, al encontrarse soltero a los cuarenta y muchos, a los cincuenta y tantos, fuera del mercado y sobre todo perdido, porque ya se te ha olvidado lo que es la vida solo y te comería la mierda.
Ojalá la realidad fueran lo que nos cuentan de la pareja para toda la vida, el amor eterno, la mujer maravillosa que se convierte en el báculo de tu vejez y que acaba con tumbas pareadas. Ojalá. Yo firmo por eso. Pero la realidad, las más veces, es lo que describe stavroguin que ve en sus conocidos emparejados. Frente a eso, él antepone la libertad de elegir qué hacer en cada momento, el no pagar peajes, vasallajes ni diezmos, la disposición libre del tiempo y el dinero sin que nadie te lo fiscalice o te lo cuestiones, el sabor de la libertad de saber que si quieres haces una cosa y si no, no y nadie te rechista, que nadie te impone unas cortinas que no te gustan, una decoración que te da por culo, un horario de vuelta a casa, qué tienes que llevar puesto o la canción para el lipdub de moda.
Tampoco todo el mundo vale para esto. Tampoco todo el mundo que vale para esto vive todos y cada uno de los días con plenitud de libertad y en una fiesta continua. El mismo stavroguin también tiene sus días de la lona, sus malas tardes, sus domingos de mierda en soledad o la necesidad de salir a que le dé el aire porque le agobia la soledad. También él alguna noche, mientras se toma ese ribeiro, sueña con esa mujer que le venga a complementar, y sabe que no la tiene, que no la tendrá, y llora. Como todos los solteros.
A mí personalmente el vivir con una mujer que hace tiempo dejó de ser atractiva, que sólo hace reproches y exige mierdas, con unos hijos que te aparcarán mañana en una residencia a la que te descuides mientras se pelean por ver quién se queda con la casa, ese levantarte un domingo a las nueve de la mañana para empujar un carrito o ese ir al Ikea para comprar la nueva vajilla con la suegra que tú pagarás pero sobre la que no te está permitido opinar me parece EL PUTO INFIERNO EN LA TIERRA. Si algún día me veo así, le tengo dicho a mis amigos que me descerrajen sendos tiros en los ojos. Estar podrido en tu casa, tú solo, comido por la mierda, suspirando por una que te ponga una sonrisa o un plato caliente en la mesa o una caricia en el pelo me parece el mismo PUTO INFIERNO, y venir a justificarlo en nombre de la libertad me parece además ridículo.
Quizá en el término medio esté la virtud. Quizá el que mejor se lo esté montando sea el cabrón de @Benito, que en su casa es el rey, que hace lo que le sale de la polla, tiene su novia que le quiere y que le cuida y que la tiene cuando él quiere y cuando no, no. O quizá también de vez en cuando se las tenga tiesas con ella y entonces se compruebe que, en realidad, no hay una cosa mejor que otra, que no son todas las opciones sino una versión diferente de esta mierda que se llama vida, y que por tanto cualquiera que hable desde cualquier perspectiva no esté diciendo sino la verdad, como no ha dicho stavroguin sino la verdad, como no ha dicho Pato sino la verdad, como no ha dicho Toneti sino la verdad.
Air Berlin, Air Europa, y Ryanair dejan muñecos a muchas mascotas.
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