Nunca he estado bueno, pero como mido casi 190, tengo buenas espaldas y brazacos, y era bastante macarra, me llevaba a las pijitas con el culo más prieto del instituto, la uni y los bares.
Pero ya no voy a ninguno de esos tres sitios, y además las asusto.
Mi fornique está prácticamente limitado a las hippies (limpitas, que estas tienen dineros) que vienen con el buen tiempo a un campamento medio sectario que hay a un par de kilómetros de mi casa. Ellas me hablan de sus viajes astrales y experiencas en vidas pasadas, yo les toco un par de canciones con la guitarra, y me llevo a alguna treintañera de culo fit a mi casa.
Lo mejor es que no son feminasis, porque creen (y es cierto) que es una alienación de la Matrix.