Mujeres a un móvil pegadas

No, aburrirse es otra cosa, y se palpa enseguida. Yo si veo el detalle del móvil y tengo confianza suficiente se lo digo. Una vez llegué a tirar uno en marcha por la ventana del coche. Evidentemente, como yo no soy Humprey Bogart, paré para que lo recogiera. Seguía funcionando el hijodeputa.
 
Bettersea rebuznó:
mira, si las niñas os sacan el móvil es sencillamente porque se aburren y no saben qué hacer.
Puede ser claro...
Yo en particular bloqueo el teclado,la mayoría no pueden usarlo y desisten...
Y claro no le instalo juegos salvo que sean del tipo puzzles, asi no les llama la atención en lo mas mínimo...
Si ellas creen que en caso de aburrimiento esa es la mejor solución a mano...apaga y vámonos!

Este hilo da para mas...estoy seguro...
No se alguien que me saque del atolladero mental este del "Postea que no tengo saldo"....
 
Yo recuerdo a cierta zorra que estabas hablando con ella y de repente cogía el movil, llamaa a alguien y se ponía a hablar por lo menos 20 minutos. Solución : nada más te de la espalda, irte, para ques e quede con su correspondietne cara de gilpollas
 
Lo odio, en serio es algo que me supera.
Erase un hombre a un móvil pegado, así enseñarán en el futuro a los chavales en el cole las hipérboles para que las entiendan mejor.

No hay nada que mas asco me de que ir en el metro y aguantar las conversaciones de los demás que van dando gritos contándole su vida a todo el vagón. Por no hablar de la moda de los chavales de ir escuchando el reggetón en el móvil haciendo un Umplugged para todo el que pase por la calle.

En Madrid existen dos tipologías de estos sujetos. Está el ciudadano autóctono, el madrileño labriego que habla a gritos por el móvil y después están los negros. Como te toque un negro hablando por teléfono en el vagón ya te puedes bajar. O te bajas o te tienes que poner a escuchar música con el Ipod. En cualquier caso esto último no sirve de nada, porque tú te pones el Ipod a un volúmen 78 y la voz del negro logra sobrepasar el umbral del dolor y llegar hasta tu tímpano a unos 144 Decibelios.

Yo aconsejo a la gente que los evite. Es fácil reconocerlos porque todos los negros de Madrid llevan la camiseta del Barça. Aquí no verás nunca a un negro con la del Osasuna o la del Recreativo de Huelva, no. Si las llevan, en cuanto entran a Madrid por la nacional IV se las quitan y se ponen la camiseta del Barça para justo salir del coche ya llevarla puesta.
 
Jaeger rebuznó:
Yo recuerdo a cierta zorra que estabas hablando con ella y de repente cogía el movil, llamaa a alguien y se ponía a hablar por lo menos 20 minutos.

Si es que no sabéis educar a las mujeres... No te voy a decir que desde el primer día la lleves al redil, pero a nada que haya confianza, no es tan difícil domesticarlas. Con una simple sonrisa y una breve advertencia de que hay que prestarle atención a la persona con la que se está, sirve.
 
Yo termine una relacion con mi movil empotrado en el piso. Todo por no estampar el suyo.
 
Acerca del tema del hilo diré que he conocido a algún especimen así.

Yo hace un par de años sufrí las peores vacaciones de mi vida. Pasé unos días en la playa con dos "amigas". Una era compañera de clase y la otra era amiga de ella, tampoco las conocía mucho pero ¿Qué podía ocurrir? Todo prometía, tres chicas solas en la playa, relax, diversión. El problema empezó el segundo día, cuando me percato de que mi compañera de clase tiene un pequeño problemilla con el móvil y con su familia: Llama a la madre cada tres horas para contarle NADA, "mami que te echo de menos, jo que bien nos lo estamos pasando". Así unas cinco veces al día, si no llamaba a la madre, llamaba al padre o a la hermana, que tenía una niña pequeña de 2 años: "Tía ponte que mi sobrina te quiere decir algo", así todas las vacaciones, todos los días, todas las horas.
El colmo llegó, claro, cuando dejaba el móvil encendido toda la noche "por si pasa algo y mi familia quiere decirme algo" y evidentemente nunca pasaba nada malo porque la gente a esas horas ESTÁ DURMIENDO, eso sí, mensajitos le mandaban todas las noches y ella respondía. Eran las cinco de la madrugada, compartía habitación con otras personas que intentaban dormir, pero ella cogía el móvil y contestaba. Yo me despertaba y le decía intentando contenerme ""qué haces, por favor estamos durmiendo" "nada, tia, el juancar que me dice que le molo mazo"

No hay cosa que más me moleste en este mundo que me despierten mientras duermo. Yo la miraba con la mandíbula desencajada reflejo de la rabia y el odio fulgurante, y no sabía si quemar la casa con todas dentro y acabar con esa maldita chiflada de una vez por todas o llamar a la policía para que se la llevasen.

Finalmente, pasó lo que tuvo que pasar, discusión tremebunda y ella ofendidísima, "pues mañana mismo me vuelvo a Madrid, no me esperaba esto de ti" Le dije que me parecía perfecto, y que de paso se llevara a su amiga que en 15 días no se había cepillado los dientes ni tres veces.
 
A mí lo que me toca las narices es decir "Espera un momento, que voy a responder un mensaje", y que me sigan hablando como si nada. Que te esperesss, coño.
 
Gina y Weiz... ¿sois la misma persona o algo?, ¿es Gina tu alter ego, amada Weiz?

Si es así... ¿nos vamos los cuatro de fiesta?
 
Me pido a Gina, es la única mujer en este jodido mundo que es capaz de hacerme reir de verdad.

Y por colaborar un poco en el hilo. Los móviles han llegado a ser, más que un objeto de comunicación, un objeto - fetiche. Incluso, si me apurais, una adicción

Hartos estamos ya todos de ver cuatro personas en una terracita de verano, y uno de ellos, en lugar de participar el la conversación, está ahí, como un retrasado mental, jugando con el puto movil.
 
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