Los snobs de la vida, esos que ante cualquier acontecimiento te sueltan que no merece la pena, sólo por diferenciarse del resto; que sus gustos, por ser minoritarios, son mejores que el de los demás, defecan aqui que Oasis nunca tuvo un buen directo. Pero no lo sueltan porque tenga la putísima idea de música, no, lo afirman sin el menor rubor porque ahora la vuelta a los escenarios de Oasis es mainstream. Botarates, al fin y al cabo que, si Mozart volviera a la vida y anunciara un conicerto de cámara en la Sala Dorada de la Musikverein de Viena, dirían que bueno, que Mozart fue un producto de marketing y que prefieren mil veces gastarse los oros en ver a Lemon Pigs que a Mozart interpretando sonatas.