Hace algún tiempo, en carnavales, realicé un pequeño viaje. Concretamente al Corazón de Euskadi, al Valle del Goierri, donde la pureza abertzale es mas profunda si cabe, e incluso donde el Plan Ibarretxe fue definido como una nueva venta del PNV a España.
Me hice pasar por nacionalista majorero, que como todos sabéis, es lo que soy, pensando que la camaradería entre nacionalistas haría que la estancia fuese fructífera y feliz.
Mi idea era contaros las experiencias de ver “in situ” algún Campeonato Especial de aizkolaris, o el XXXII Campeonato Mundial de Levantadores de Piedra Redonda alrededor de Cuello, que es uno de los deportes mas vitales de Europa.
Los primeros dos días, tengo la sensación de que esto no es España, de que esta gente no son españoles, y que incluso yo, ya me siento mas euskaldun que antes; por todos lados veo cientos de polígonos industriales llenos de empresas que dan trabajo a rebosar a sus gentes, centros comerciales perfectos, negocios impolutos, calles limpias, en una palabra: PROGRESO; esto es Euskadi, esto no es España, vosotros tenéis que reconocerlo, si queréis, pero tened clara una cosa. NOSOTROS DECIDIMOS NUESTRO FUTURO.
Pero pronto pude comprobar las verdades del barquero sobre Euskadi.
¿Os imagináis 45 personas vestidas de faralaes, todo de verde, con una coreografía perfecta, bailando al unísono “antes muerta que sensilla”?
¿Os imagináis una calle comercial donde los letreros digan “REBAJAS DESDE EL 40 AL 50%” en un perfectísimo castellano?
¿Os imagináis oír a la gente por la calle con una entonación castellana propia de Valladolid, Madrid, Salamanca o el mismísimo Sasamón? Sobre el idioma en que comunican, no es lo importante, es el castellano, mayormente, pero yo no iba a ese tema, iba a tema fonética, al sonido palatal africado suave que sale de sus bocas y no de las nuestras. Fonéticamente perfecto.
No os lo imaginéis, yo os diré el lugar donde eso ha ocurrido:
El Boulevard Donostiarra, Donosti, San Sebastián, ahí tenéis vuestra pureza de raza, con una lengua procedente de un satélite de Júpiter con voces propias como Tiratu, que significa Tirar. Ya veis, todo eso, todos esos lugares desde San Fernando en Cádiz, hasta Roncesvalles, en el Pirineo Navarro, en St.-Jean-Pied-de-Port, ya en Francia, los paisajes son parecidos, no iguales, ojo, no iguales, pero si parecidos, y afirmo, aquí y delante de quien sea que solo dos sitios, de los que yo he visitado se diferencian a España:
Galicia y Canarias; dos regiones con costumbre propias, lenguas propias y sobre todo lenguas vivas, gentes con unas características que no se dan en el resto de la península, y sobre todo, zonas donde el Progreso aun no ha dado los buenos días. Resumiendo, solo mi pueblo y Adeje, son distintas al resto.
Pero quiero aconsejaros que no dejéis de visitar la villa de Etxalar (en Navarra, no muy lejos de Donostia) y, en Etxalar, si podéis, ir a comer al restaurante Basque, me agradeceréis el consejo toda la vida. Es uno de los mejores Restaurantes de Euskadi.
Yo iba para Bilbao ya que solo estaba por allí de paso, pero cuando estábamos subiendo el Igueldo recibimos una llamada de Pedro (Subijana), y no pudimos hacerle el feo, tuvimos que comer en su Restaurante; el feo, nos lo hizo después el a nosotros, 300 euros por dos gramos de paté riquísimo de pato al Roquefort, media docena de “xoubas” fritas, riquísimas también y dos pequeños toros de bacalao al pil pil, también sabrosísimo, pero ya sabéis como le queda a uno la moral al desprenderse de 300 euros por comer en un Restaurante de renombre como el de Pedro (Subijana).
Por un poco más comes en el Bulli.