Pérez Reverte y 300(cuanta verdad y mala baba:más articulos)

Reverte es amo.

De hecho es uno de los pocos escritores actuales con los huevos de llamar a las cosas por su nombre. Diría más. Lo que más me gusta del tipo es que defiende una serie de valores que hoy lamentablemente están olvidados sino vilipendiados. me refiero al honor, la hombría de bien, el respeto a los valores tradicionales, etc.

Se aprecia en sus libros y se aprecia en sus artículos.

Lo que más me gusta es su admiración a lo que llamaría la estupidez nacional. Esa que a lo largo de los siglos a llevado a los tontos españoles a hacer burradas como en la guerra de la independencia o en Trafalgar.

Esa típica actitud ya perdida pero tan propia de nuestro pais del hay que hacerlo por cojones. Aunque no existan posibilidades de éxito. Por cojones y punto.

Esa actitud, estúpida pero caballeresca y romántica, se ha perdido. Lamentablemente.

Y no se me confundan señores, eso no es una actitud fascista. Que gente con huevos las ha habido en todos los bandos. Pocas pero en todos.
 
Bueno sobre la entrevista del mundo:

Columna de Quim Monzo:

https://www.capitanalatriste.com/escritor.html?s=noticias/not_parte_tercios


Comunicado de la editorial:

https://www.capitanalatriste.com/escritor.html?s=noticias/not_aclaracion_lectores



Estos dos escritos (sobre todo el primero) no tienen desperdicios y aclaran bastante las ideas a los 'defensores de la gente' que aún siguen pensando que en la turba se encuentra algo aprovechable "por sistema"...

"Desde siempre se ha asumido que en la admiración que los seguidores de cantantes y actores sienten por sus ídolos hay un importante tanto por ciento de fetichismo, que en las chicas que chillan, lloran y se desmayan cuando ven a sus ídolos (desde Elvis Presley hasta los Backstreet Boys) hay una cierta descompensación estructural (por no decir emocional), y que sería iluso pedir peras al olmo. En cambio, no se piensa lo mismo de los seguidores de los novelistas, a todos los cuales, por una curiosa regla de tres, se les supone una capacidad mental de alto standing. Y no siempre es así. Cualquiera que haya echado un vistazo en los chats o encuentros digitales en los que participan escritores - sean del nivel de petulancia o ramplonería que sean- habrá visto que las preguntas huecas y las empanadas mentales abundan. Hay preguntas interesantes, pero el promedio será de una de cada cinco. Lo sorprendente es que nos sorprendamos. Y, en cambio, ¿por qué los amantes de esta variedad artística iban a ser diferentes de los de otras?
 
Me cago en dios, ¿pero que mas quiere? Si ese hilo me lo curre un montón. Claro como él señor no salio se ha picado. Pues que te den por culo subnormal de mierda, estas baneado.
 
Clark Gable es un enajenado mental, no le tengan en cuenta, que no sabe lo que dice.

Clark Gable rebuznó:
Joder, que no. Al igual que sostengo que todas las películas SIN EXCEPCIÓN de Schwarzenegger son la jodidamente buenas.

A ver, ¿qué tiene de malo Terminator 3?

Animalico :cry:
 
Si, si, lo que digáis pero Reverte es la ostia. Sólo por el artículo de la Eriza, la que le endiña a las feministas, lo políticamente correcto y sobre todo haberle llamado hijo de puta a un juez (por una sentencia anacrónica e injusta) tendría que ser reverenciado en este foro.....Ya, tenéis envidia de cómo escribe, de sus pelas y querrías yacer con la hija.....¿no?
 
mini cuper rebuznó:
Lo del velero que dices, completamente de acuerdo, pero no le das el uso correcto a la expresión varado. Un velero varado sería esto:[/img]
En las playas o calas los veleros suelen estar fondeados.

cierto, varado fue lo primero que me vino y así lo escribí :oops:

volviendo al tema, con los artículos que más me descojono son aquellos que escribe en plan abuelo cebolleta, y sus traumas con las modas y con los vaqueros que vienen desteñidos de fábrica :lol:

https://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_edicion=2027&id_firma=3911
 
Pues tiene toda la razón
El mundo se hunde y nosotros nos enamoramos. Ni los pantalones vaqueros respetan ya estos hijos de la gran puta. Antes era el color lavado o sin lavar, y ahora, el ancho de pata. Tendrían que ver ustedes la cara, mitad conmiseración profesional y mitad coña marinera, con la que me mira el vendedor. «Pues va a ser que no, señor Reverte –dice–. Esta temporada, todos vienen con dos centímetros más, por lo menos.» No puede ser, balbuceo con cara de panoli. Llevo el mismo ancho de pata, o de pernera, o como se diga, desde que el cabo Finisterre era soldado raso. Y busco los de siempre: normales, de faena. De toda la vida. «Pues es lo que hay –responde mi interlocutor–. La moda es la moda.» Y cuando, hecho polvo, dejo los pantalones y me dispongo a tomar el portante, añade: «Es que es usted un antiguo, señor Reverte».

Total, que salgo a la calle blasfemando de los vaqueros, de la moda y de quienes la inventaron, mirando para arriba a ver si cae fuego del cielo y nos vamos todos a tomar por saco con las patas anchas de los cojones; pero lo que cae es una manta de agua y todos van con paraguas, y cuando miro para abajo sólo veo tejanos de patas anchas, arrastrados, pisándose el dobladillo o el deshilachado, que ésa es otra. Y como el suelo está mojado, sus propietarios van empapados hasta las rodillas, felices de ir chapoteando, chof, chof, con sus pantalones a la moda de la madre que me parió. Sobre todo las propietarias, porque las perneras acampanadas les encantan sobre todo a ellas, cinturas bajas y pata de elefante, favorecidas y elegantes que echas la pota, amén del companaje para completar figurín. Que parece mentira que haya mujeres capaces de ponerse prendas que les caen como una patada en la bisectriz, sólo porque el modisto de moda necesita trincar cada temporada y Victoria Beckham –esa especie de Ana Obregón vestida de Sissi Emperatriz por el estilista de Barbie, o viceversa– sale en el ¡Hola!

Pero así funciona el asunto, creo. A Roberto Pastaflori, a Danti y Tomanti, a Rodolfo Langostino o a cualquier otro modisto puntero, o diseñador, o como carajo se llame ahora el antaño honorable gremio de la sastrería, se le ocurre una imbecilidad para epatar en la pasarela de Milán, verbigracia, que los hombres lleven la bragueta abierta con calzoncillo de camuflaje multicolor, que las mujeres usen ropa de minero asturiano y se calcen un pie con zapato de tacón aguja y el otro con sandalias apaches, o lo que sea, y no les quepa duda de que, durante los meses siguientes al desfile correspondiente –páginas de Cultura de los periódicos, ojo–, todo cristo, ellos y ellas, irán, o iremos, por esas calles con la bragueta abierta dos palmos lanzando pantallazos fosforito, los pavos, y las pavas con casco del pozo María Luisa y cojeando a la moda divina de la muerte, tacón, sandalia, tacón, sandalia, encantados de habernos conocido. Y si sólo fuera indumento, todavía. Los arcanos de tales dictaduras, alegremente aceptadas, son muchos e insondables. Pero ahí están, y vienen de antiguo. Todo empezó a fastidiarse, sospecho, el día en que la primera marquesa gilipollas –francesa, supongo, la Pompadour o una de esas zorras– hizo sentarse a su mesa, dándoles conversación, a su modisto, a su peluquero y a su cocinero.

También albergo otra sospecha tenebrosa, que tiene que ver –usando una perífrasis delicada que no alborote mucho el gallinero– con las distintas aficiones y posturas de cada cual respecto al acto venéreo. Dicho de otro modo: lo que abunda entre los modistos no es el estilo camionero tipo Rusell Crowe, sino más bien el Chica Tú Vales Mucho. Pensaba en eso el otro día, hojeando un reportaje sobre quienes dictan la moda de nuestro tiempo. Las fotos eran reveladoras: Jean Paul Gaultier con botas de piloto intrépido acordonadas hasta las rodillas, jersey malva y pantalón de reflejos violetas, John Galiano con melena rubia y rizada hasta la cintura, sombrero de gánster, fular blanco y camiseta negra de pico, Valentino peliteñido, clásico y sobrio como la vida misma, Karl Lagerfeld –aparte esa pinta simpática que tiene, el jodío– con botas de montar, cuello duro, una sortija en cada dedo, una calavera en la corbata y una cadena de bicicleta a manera de cinturón. También venían un par de fulanos más cuyos nombres no retuve, uno con gomina amarilla y las rótulas depiladas asomándole por agujeros de los vaqueros, y otro vestido de Isadora Duncan que iba montado en patinete. Para mí, deduje tras mucho mirarlos, lo que son estos fulanos son unos cachondos. En el fondo –y en la forma– odian a las tías. Y se están vengando.
 
Weiz rebuznó:
Clark Gable es un enajenado mental, no le tengan en cuenta, que no sabe lo que dice.

Clark Gable rebuznó:
Joder, que no. Al igual que sostengo que todas las películas SIN EXCEPCIÓN de Schwarzenegger son la jodidamente buenas.

A ver, ¿qué tiene de malo Terminator 3?

Animalico :cry:

Lo afirmo y lo sostengo. Chuache, desde la mítica "Hércules en Nueva York" y su meneo de pectorales, no ha hecho más que encadenar éxito tras éxito, desde la comedia social de "Poli de Guardería" hasta el sesudo guión de "Danko: Calor Rojo", con sus intrigas comunistas. Por no hablar de su saga de distopias, desde "Desafío Total" hasta "El Séptimo Día" o "Terminator". La historia lo recordará con letras de oro.

Y a Reverte, también, pero más. Como dice Soprano, el hombre está jodido porque se quiere comprar unos putos pantalones NORMALES. ¿No os sentís identificados con él? Yo es que para pillar una camiseta de un color llano, o un vaquero decente, sudo tinta. Y no hablar de las zapatillas.

Joder, ¿no os acordáis del artículo en el que se cabreaba porque se había tirado el puto día hablando con máquinas? :lol: Desde la del teléfono hasta la de la gasolinera, genial.
 
Este es uno de mis favoritos...
APR dice
Hay días en que apetece ser cualquier cosa menos español. Hasta italiano, fíjense, a pesar de Berlusconi, el Vaticano y toda la parafernalia. Por lo menos allí las cosas están claras: un Gobierno que nada tiene que ver con la vida real, una vida real que nada tiene que ver con el Gobierno, y la gente a lo suyo. Más o menos como aquí, con una notable diferencia: los italianos saben perfectamente de dónde vienen. Son escépticos y sabios. Comen pasta, respetan a sus madres, saben sobrevivir en la derrota y en el caos, tienen sentido del humor, practican con riguroso pragmatismo el arte del vive y deja vivir, y aunque tienen, como nosotros, un alto porcentaje de mangantes, demagogos y soplapollas por metro cuadrado, allí la mangancia se practica abiertamente –fíjense en el presidente que gastan mis primos– y uno sabe siempre a qué atenerse. En cuanto a la demagogia y la soplapollez, los políticos, los intelectuales, las feministas de piñón fijo y otras especies socialmente correctas recurren a ellas tanto como aquí, claro. La diferencia es que allí todo el mundo escucha muy serio, luego se guiña un ojo y sigue a lo suyo, sin que de verdad se lo crea nadie.

Pero si he de serles franco –observen el astuto juego de palabras–, preferiría ser gabacho. Lo que más me gusta de los vecinos es que, cuando la revolución aquella de hace un par de siglos, a base de mucha Enciclopedia, mucho aristócrata y mucho cura guillotinados, y mucha leña al mono hasta que –nunca mejor dicho– habló francés, decidieron que una república es una cosa seria, colectiva y solidaria, y que la verdadera nación es la historia en común y el equilibrio de los derechos y obligaciones de todos y cada uno de los individuos que la componen. Que tonterías, las justas. Que el ejercicio de la autoridad legítima es perfectamente compatible con la democracia. Que la cultura de verdad –no la cateta de cabra de campanario– significa ciudadanía responsable y libertad, y que al imbécil o al malvado que no desea ser culto y libre, o no deja que otros lo sean, hay que hacerlo culto y libre, primero con persuasión y luego, si no traga, dándole hostias hasta en el cielo de la boca. Así lo hicieron los vecinos en su momento, y todo quedó muy claro. Eso es lo que ahora permite, por ejemplo, que en la fachada de cada colegio gabacho ondee con toda naturalidad una bandera francesa. Y mucho ojo. Esa bandera como tal me importa una mierda. Estoy hablando de lo que supone como símbolo y como compromiso. Las verdaderas democracias no tienen complejos.

Por eso me hubiera gustado ser francés hace unas semanas, el día que entró en vigor la ley prohibiendo el uso del velo en los colegios públicos de allí. En un ejercicio admirable de civismo republicano, los dirigentes musulmanes franceses dijeron a sus correligionarios que, incluso pareciéndoles mal la ley, aquello era Francia, que las leyes estaban para cumplirlas, y que quien se beneficia de una sociedad libre y democrática debe acatar las reglas que permiten a esa sociedad seguir siendo libre y democrática. Así, todo transcurrió con normalidad. Al llegar al cole las chicas se quitaban el velo, o no entraban. Y oigan. No hubo un incidente, ni una declaración pública adversa. Políticos, imanes, alumnos. Ese día, todos de acuerdo: Francia. Y ahora imaginen lo que habría ocurrido aquí en el caso –si hubiese habido cojones para aprobar esa ley, que lo dudo– de prohibirse el velo en las escuelas públicas españolas. Cada autonomía, cada municipio y cada colegio aplicando la norma a su aire, unos sí, otros no, gobierno y oposición mentándose los muertos, policías ante los colegios, demagogia, mala fe, insultos a las niñas con velo, insultos a las niñas sin velo, manifestaciones de padres, de alumnos, de sindicatos y de oenegés lo mismo a favor que en contra, el Pepé clamando Santiago y cierra España, el Pesoe con ochenta y seis posturas distintas según el sitio y la hora del día, los obispos preguntando qué hay de lo mío, ministros, consejeros y presidentes autonómicos compitiendo en decir imbecilidades, Llamazares largando simplezas sobre el federalismo intrínseco del Islam, Maragall afirmando la existencia de un Mahoma catalán soberanista, Ibarretxe diferenciando entre musulmanes a secas y musulmanes y musulmanas vascos y vascas, y los programas rosa de la tele, por supuesto, analizando intelectualmente el asunto.

Lo dicho, oigan. Francés.
 
tuhalp rebuznó:
Shoot rebuznó:
¿Y de donde viene si no pedazo de lerdo? Negar la influencia de la antigua Grecia en occidente es olvidar nuestra historia y nuestros origenes, algo propio de hijos de la Logse que se creen que el mundo es como es porque si y no le des mas vueltas.

PD: capullo.
La democracia es la evolucion natural de las sociedades capitalistas liberales.Se hubiera dado igual y hubiera tardado lo mismo con o sin Grecia.No creo lo mismo sin el cristianismo, pero como fue Roma la que adopto el cristianismo y Roma en parte deriba de Grecia, puede que si.

Por cierto, los sociatas han pensado alguna vez en esto?

Lo cierto es que la civilización helénica era una civilización eminentemente asiática, con mucho mas en común con fenicia y hasta con la misma Persia que con las culturas que entonces se daban en lo que hoy es Europa occidental.

Fueron los historiadores germánicos nazis y protonazis quienes fijaron allí el origen de la civilización occidental, por motivos supremacistas raciales probablemente.

De acuerdo en que el verdadero origen de occidente está en Roma, y gracias al barnizado judaizante del cristianismo además.
 
Clark Gable rebuznó:
Y a Reverte, también, pero más. Como dice Soprano, el hombre está jodido porque se quiere comprar unos putos pantalones NORMALES. ¿No os sentís identificados con él? Yo es que para pillar una camiseta de un color llano, o un vaquero decente, sudo tinta. Y no hablar de las zapatillas.

Joder, ¿no os acordáis del artículo en el que se cabreaba porque se habái tirado el puto día hablando con máquinas? :lol: Desde la del teléfono hasta la de la gasolinera, genial.

por eso mismo son los que más me gustan, es súper cotidiano y me siento identificado con (algunas) de sus causas perdidas :lol:

el armario del tío Gilito (mítico)

Es que ya no respetan ni los bolígrafos. El otro día se acabó la tinta del último rotulador: marca La Pava, modelo Equis Cuatro, azul de punta gruesa. En ciertas cosas soy de piñón fijo, y si algo me gusta o le tomo cariño me paso usándolo el resto de mi vida, si me dejan.

Y ahí surge el problema. Que no me dejan. El Equis Cuatro sirve de muestra. Todas mis agendas y mis cuadernos de notas de los últimos tiempos están anotados con el mismo tipo de rotulador.

Antes usaba el Equis Uno, pero en los aviones, con los cambios de presión, se salía la tinta y siempre terminaba blasfemando en arameo, los dedos y las camisas hechos una lástima y pidiendo auxilio a las azafatas.

Mi compadre y colega Juan Eslava Galán me regaló un Equis Cuatro, que no se sale a nueve mil pies, y me quedó la costumbre. Hasta que el otro día, como digo, cuando fui a la tienda, la dependienta me quiso colocar un modelo diferente. Ni lo sueñes, dije. Quiero Equis Cuatro, como siempre.

No hay, dijo la torda; pero éste es mejor. Me importa un huevo de pato que sea mejor, respondí. Quiero mi Equis Cuatro azul de punta gruesa. Pues ya no lo fabrican, respondió con un toquecito borde, como diciendo a ver de qué va el bestseller de los huevos. Se ha pasado de moda, y ahora hacen el Superequis Fashion Rotuling, con carcasa anatómico forense y capuchón holográfico fosforito que cambia de color según el ángulo en que lo mires. Que es lo último y mola un mazo. Pero si el otro era estupendo, protesté. Era la hostia en verso. Ya, contestó. Pero la gente se cansa. Quiere innovación. Novedades.

Me batí en retirada, hecho polvo. Porca miseria. Otra crucecita más en la lista de bajas. Mi padre, pensaba, palmó usando siempre la misma marca de loción de afeitar, idénticos zapatos, las mismas corbatas. Mi abuelo estuvo comprando el mismo tipo de sombrero panamá durante toda su vida. Y resulta que yo no puedo escribir seis meses seguidos con el mismo boli.

Ni tampoco usar los mismos pantalones ni las mismas camisas. Basta, por ejemplo, que me acostumbre a las de cuadritos azules, para que a alguien se le ocurra que lo que se llevará el año que viene serán los cuadros rosa de a palmo.

Entonces vas a la tienda, y absolutamente todas las putas camisas son de color rosa con cuadros de a palmo; y encima, cuando el dependiente oye que te ciscas por orden alfabético en toda la promoción del lago de Tiberíades, piensa que eres un reaccionario y un carcamal. Antiguo, te dice. Que es usted un poquito antiguo, señor Reverte. Y así con todo: los zapatos, los calcetines, las corbatas.

Porque no vean lo de las corbatas, yo que las usaba -por suerte conservo alguna- oscuras, de punto, lisas. O lo de los calzoncillos; porque según en qué tiendas, encontrar unos de algodón blanco normales, sin corazoncitos ni rayas fucsia ni pintas malva, se ha convertido en Misión Imposible IV.

En cuanto hay algo que usas de toda la vida o algo nuevo con lo que te sientes cómodo, de pronto un diseñador imaginativo y la madre que lo parió deciden cambiar la línea del asunto, y te dan por saco, pero bien.

Todo, por supuesto, independiente de la calidad o la utilidad del objeto. La gente se cansa, dicen. O más bien la hacen cansarse porque lo conocido ya no es tan rentable y lo nuevo sí; y otra vez vuelta a empezar, y cada temporada una línea diferente, un producto o un envase distinto, pata ancha, pata estrecha, caja baja, caja alta, colores tal o cual.

Y entonces, tropecientos millones de soplapollas y soplapollos arrinconan alegremente lo que han estado usando hasta ahora con enloquecido entusiasmo, y se instalan con el mismo entusiasmo en la nueva onda. Gastándose, por cierto, una tela.

Lo malo es que también me obligan a gastarla a mí; porque ahora, cuando veo algo parecido a lo que siempre usé, me abalanzo, aparto a los otros clientes echando espumarajos por la boca, y arrebato cuantas existencias puedo, alejándome con mis paquetes entre lunáticas carcajadas. Juá, juá.

Resistiré, mascullo mientras calculo cuánto aguantará mi reserva logística. Resistiré y no podréis conmigo, hijos de la gran puta. Entre todos esos manipuladores de la moda y el diseño me han vuelto un paranoico, o un psicópata, o como carajo se diga; y en mi armario, como en la bodega de Ciudadano Kane, se amontonan camisas idénticas todavía dobladas y sin usar -quince azul claro y dieciocho de cuadritos-, calcetines azul marino, tejanos de los de toda la vida, frascos de jabón líquido Multidermol, colonia Nenuco, cepillos de dientes Phb super-ocho azules, tres pares de zapatos de reserva, siete Fluocariles en tubo pequeño, catorce cajas de Actrón, ochocientas treinta y cinco maquinillas de afeitar Wilkinson... El armario parece una sucursal de Pryca -o como se llame eso ahora-, y yo allí como un idiota, contando y volviendo a contar con aire tacaño, angustiado por el futuro. Rediós. Parezco el tío Gilito por culpa de todos esos cabrones.

y ya dejo de copipastear :lol:
 
Qué AMO es el cabrón, anda que no me ha pasado a mí eso veces. Me compré unas ADIDAS azules hace tiempo, las típicas azules con rayas blancas, las jodidas zapatillas más cómodas que he tenido. Ya no las fabrican.

Si lo llego a saber me compro tres pares.
 
Yo a Reverte lo idolatraba en mi época adolescente, cuando coleccionaba sus artículos como si de gemas se tratasen.

Ahora la verdad se me hace un poco cansino su estilo de arremeter contra todo usando el recurso del furor testosterónico. Hay gente que hace mas pupa a sus enemigos con una prosa mas elegante, por ejemplo Arcadi Espada o Muñoz Molina(aunque este último es mas comedido habitualmente).
 
Ya que estamos

Que sí, hombre, que ya era hora. Que en toda esta lista de los más vendidos, en este concurso inaudito de ignorancia, manipulación y mala fe a la hora de reinventar la Historia, uno está hasta la línea de flotación de oír siempre a los mismos, como si el resto hubiera oficiado de comparsas en la murga. Y hete aquí por fin que alguien reacciona como es debido, y dice venga ya, y decide que ya es hora de poner en su sitio a unos cuantos timadores y mangantes, de esos que les pagan pesebres a sus historiadores de plantilla para que descosan y vuelvan a coser la historia a medida, y luego la meten en los libros de texto y se montan unas películas que ya las hubiera querido Samuel Bronston. Eso mientras los que saben se callan, porque son unos mierdecillas, o por el qué dirán, o porque les interesa. Y de ese modo terminamos viviendo en una España virtual, que no la conoce ni la madre que la parió.

Así que olé los huevos de Aragón, o de quien decidiera montar la exposición Aragón, reino y corona, que no sé si andará por alguna parte ahora, pero que durante el mes de mayo estuvo abierta en Madrid. En toda esa mentecatez de la que hablaba antes -ahora resulta que existió un imperio catalán que hasta hace cuatro días pasó inexplicablemente inadvertido a los historiadores, o que los irreductibles vascos nunca se mezclaron en las empresas militares ni comerciales españolas- Aragón había estado mucho tiempo callado, pese a tener muchas cosas que decir, o que matizar, desde aquel lejano siglo onceno en que Ramiro I, contemporáneo del Cid, sentaba las bases de un reino que abarcaría Aragón, Valencia, las Mallorcas, Barcelona, Sicilia, Cerdeña, Nápoles, Atenas, Neopatria, el Rosellón y la Cerdaña, y terminó formando la actual España en 1469, gracias al enlace entre su rey Fernando II de Aragón e Isabel, reina de Castilla.

Ése es el hecho cierto, y no lo cambian ni el mucho morro ni el reescribir la Historia; incluido el manejo exclusivista y fraudulento de las famosas barras que eran Senyal real no de un reino o territorio, sino de una familia o casa reinante que, como matizó Pedro IV en el siglo XIV, tiene Aragón como título y nombre principal. Casa reinante que absorbió a la casa de Barcelona, extinguida en 1150 por mutua conveniencia y deseo del titular de esta última, el conde Ramón Berenguer; que al casarse con Petronila, hija de Ramiro el Monje, rey de Aragón, adquirió como propio un linaje superior, pero renunciando al suyo, no titulándose más que princeps junto a su esposa regina; de modo que el hijo de ambos, ya con Barcelona incorporada a la corona, se tituló rex de Aragón, y nunca de Cataluña. Por suerte no todos los archivos han caído en manos de quien yo me sé -tiemblo al pensar qué será de ellos-, y aún quedan documentos donde comprobar lo evidente. Que por cierto, en cuanto a la propiedad histórica de las famosas barras, no está de más recordar que en 1285 la crónica de Bernard Deslot precisaba aquello de: «No pienso que galera o bajel o barco alguno intente navegar por el mar sin salvoconducto del rey de Aragon, sino que tampoco creo que pez alguno pueda surcar las aguas marinas si no lleva en su cola un escudo con la enseña del rey de Aragón».

Así que cómo me alegro, oigan, de que aquel digno y viejo Aragón olvidado, marginado, asfixiado por la perra política de este perro país, aún sea capaz de decir aquí estoy, desmintiendo a tanto oportunista y a tanto manipulador y a tanto mercachifle. Recordando que existió una corona aragonesa que constituyó el imperio más extenso del Occidente medieval, donde, bajo su nombre y sus barras, Aragón, Cataluña y Valencia compartieron aventuras, comercio, guerras e historia, enriquecieron sangres y lenguas con el latín, el catalán y el castellano, cartografiaron el mundo, construyeron naves, pasearon mercenarios almogávares y dominaron territorios que luego aportaron a lo que ahora llamamos España, con la manifestación de los fueros y libertades propios en aquella fórmula tremenda, maravillosa y solemne: el «si non, non» heredado de los antiguos godos, mediante el cual los nobles aragoneses -«que somos tanto como vos, y juntos más que vos»-, acataban la autoridad del rey de tú a tú, reconociéndolo sólo como «el principal entre los iguales».

Por eso son buenas estas iniciativas y estas exposiciones y estas cosas. Son muy buenas, incluso higiénicas; y me sorprende que, como antídoto contra la manipulación y la desmemoria que están convirtiendo este lugar llamado España en una piltrafa y en una casa de putas insolidaria y estulta, no se les dediquen más esfuerzos, ocasiones y dinero. Por ejemplo, el que se ha utilizado en la imprescidible urgencia de sustituir La Coruña por A Coruña en los rótulos de las carreteras y auto-vías de toda España. Incluida, supongo, la N-340 a la altura de Chiclana.

:121: :121: :121:
 
Del Reverte solo habia leido hasta la fecha el Capitán
Alatriste, novela que me pareció una puta mierda. Ahora, habiendo leido los articulos que se han posteado aqui, creo que es mucho mejor articulista que escritor de narrativa.

Personalmente no tengo opinión de este señor, vamos que me la trae floja, pero estos articulos y sobre todo el que hace referencia a la batalla de las Termópilas son verdades como pollones sobre mesas de cristal.

Saludos.
 
Los artículos chanan pero a veces parece un poco forzada su actitud del enano gruñón.
s565.jpg
 
Lo primero es que dice que no la ha visto, así que.... ni la mientes si quieres hablar de los putos moros no uses subterfugios.

Por lo demás, suelo estar de acuerdo con Reverte con lo de la manipulación de la historia nacional, los artículos como el del "Chaquetas", contra los políticos ineptos, contra lo políticamente correcto, pero se está especializando en exceso en el tipo cascarrabias que si no encuentra los vaqueros, que si las corbatas son anchas, que si no encuentro mi rotulador..... joder, hay un límite para las resistencias a los avances técnicos, a mi tb me jode con encontrar alguna cosa, pero busco sustitutos y punto.
Además mola más el cascarrabias que no vive en un yate y le salen los billetes por las orejas, vamos, que podría contratar a dos peruanos para que le fabricasen sus putos rotuladores resistentes a los cambios de presión, o utilizar un portaminas.

Por último mencionar que hace unas semanas le dedicó un artículo al buen oficio como actor del subnormal del café y del cqc, que ya es echarle huevos, así está tan contento con las películas que perpetran de sus libros.
 
Vas a tu aire Corso, pasas de normas y jerarquías, pero aunque te reviente reconocerlo, eres un buen policía, tú Corso, el que nunca lleva reloj.

diez minutos duré, que pestiño de serie, que limitado es ese subser llamado dani martín, por dios

Por último mencionar que hace unas semanas le dedicó un artículo al buen oficio como actor del subnormal del café y del cqc, que ya es echarle huevos, así está tan contento con las películas que perpetran de sus libros.

sí, algo comentaba de la faceta de actor, pero el artículo elogiaba al programa en general, y en concreto al personaje vago, putero y jeta interpretado por Valls...a ver si leéis mejor :lol:

https://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_edicion=2027&id_firma=3851
 
tony soprano rebuznó:
verguenza ajena de personaje

lo de corso fue una copypaste descarado de Bruce Willis en las 3 junglas de cristal, solo les falto sacar a Demi Moore de taquillera del Metro.

Eso de que "va a su aire" "que policia mas duro " "topicos on " , no tienen que estar diciendoselo los otros personajes todo el rato, tiene que verlo el espectador descubriendolo a traves del comportamiento del protagonista en la Serie.

Desde Curro Jimenez no se ha hecho en España una serie realista , ambientada y con criterio, cosa algo normal viendo que las productoras no se juegan arruinarse como en EEUU , saben que tienen las subvenciones a mano asi que aqui no se esfuerzan
 
tony soprano rebuznó:
Vas a tu aire Corso, pasas de normas y jerarquías, pero aunque te reviente reconocerlo, eres un buen policía, tú Corso, el que nunca lleva reloj.

diez minutos duré, que pestiño de serie, que limitado es ese subser llamado dani martín, por dios

Por último mencionar que hace unas semanas le dedicó un artículo al buen oficio como actor del subnormal del café y del cqc, que ya es echarle huevos, así está tan contento con las películas que perpetran de sus libros.

sí, algo comentaba de la faceta de actor, pero el artículo elogiaba al programa en general, y en concreto al personaje vago, putero y jeta interpretado por Valls...a ver si leéis mejor :lol:

https://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_edicion=2027&id_firma=3851


Perez Reverte dijo:

Con absoluto desparpajo, Arturo Valls –de quien hasta ahora yo ignoraba esa estupenda condición de actor– consigue una creación perfecta, más allá de su papel concreto y del guión que lo determina.

Creo que eso es un halago a su capacidad como actor, creo, espera, lo voy a leer otra vez, si, vaya, no sé, creo que lo interpreté correctamente, pero estoy dispuesto a escuchar oponiones, ¿estupenda condición como actor es que es bueno o que es malo?

Me hizo gracia lo de Eres un rebelde, un malo pero eres buen policía, deberían darle un premio al guionista, jdr, parece un concurso para juntar más tópicos, ni el las pelis de los 80 eran tan explicitos.
La serie no la vi, claro, pero se sabe que es, vamos a hacer ficción española de la buena, con nuestras historias, pero copiamos un poco de 24, un poco de csi, un poco de otras series de polis, y todo ello con movimientos de cámaras y ritmo: UNA GRAN PUTA MIERDA

Y el dani martín, jdr, lo habría condenado a morir empalado en una cárcel turca antes de saber que ni siquiera lo del grupo era algo "sincero", que el tipo ya salía en un programa ratono de música cuando era un mikolapiz (dd salía la bogo y un tal benja) y que es el que hace de botones en el sketch lesbico de Martes y treces de la encarna.
 
Codeisan de 20 rebuznó:
Desde Curro Jimenez no se ha hecho en España una serie realista , ambientada y con criterio, cosa algo normal viendo que las productoras no se juegan arruinarse como en EEUU , saben que tienen las subvenciones a mano asi que aqui no se esfuerzan

DI QUE SI CAGONDIOS!!.


https://www.youtube.com/watch?v=STJNcNfS-6s


Eran épocas en que a un EMO por la calle le hubieran caido ostias hasta en el velo del paladar. No por EMO, por maricón.
 
lo que debería hacer REverte es adaptarse a los tiempos que corren.
Si no fabrican ese boli, pues buscar otro, joder, y no montar un cipitoste con un artículo en un periódico (se nota que no había mucho contenido para rellenar).
y unos vaqueros pailanes, de esos que a él le gustan, los puede encontrar en cualquier tienda de ropa.
 
Ya que nos animamos pongo Adiós a Humphrey Bogart
Tranquiliza mucho comprobar que no todos los tontos del haba están aquí, que el resto de Europa también goza de su correspondiente y nutrida cuota, y que ciertos ejemplares foráneos pueden llegar a serlo más que los nuestros. Cosa difícil, porque, en España, algunos tontos del haba y tontas del habo lo son hasta el punto de que, si se presentaran a un concurso de imbéciles, los descalificarían por imbéciles. Y por imbécilas. Pero también el resto de Europa está apañado, y eso consuela mucho. El último de tales consuelos se lo debo a don Markos Kyprianou, que mientras tecleo esto es futuro comisario de Sanidad del Parlamento Europeo. Y resulta que, en el contexto de una agresiva campaña contra el tabaco –que en líneas generales me parece chachi–, el señor Kyprianou quiere que se prohíba a los menores ver películas donde los protagonistas fumen. Hay que presionar a la industria cinematográfica, dice, y conseguir que las comisiones de clasificación impidan proyectar películas donde salga gente quemando tabaco.

Así que los enanos lo tienen crudo. Yo mismo, que de zagal me inflé a ver películas de guerra, policíacas y del oeste, ahora no podría comerme una bolsa de pipas viendo ni la centésima parte de las que vi; porque en ellas, como en la vida real, fumaba todo cristo. Supongo, además, que las medidas que se propone aplicar el señor Kyprianou afectarán no sólo a las películas que se rueden en el futuro, sino también al cine clásico que a veces ponen en la tele. Así que los menores, y de rebote los mayores en horario infantil y juvenil, no podrían ver, en nombre de la salud pulmonar de Europa, a Humphrey Bogart en su bar de Casablanca, a Rita Hayworth a dos dedos de Orson Welles en La dama de Shangai, a John Wayne a punto de volar el puente en Misión de audaces, a los señoritos de casino en Calle Mayor de Bardem, a los caínes mataconejos en La caza de Saura, a Lauren Bacall pidiendo fuego en Tener o no tener, a Burt Lancaster encendiendo un lampedusiano veguero en El gatopardo, a Henry Fonda listo para el OK Corral en Pasión de los fuertes, a los marqueses de La Chesnaye y sus invitados en Las reglas del juego, ni a Edward G. Robinson y Fred MacMurray en la extraordinaria escena final de Perdición. Verbigracia.

Y en cuanto a las películas con pistolas, cuchillos o donde salga alguna guerra, poco futuro les veo. Si el tabaco es poco sano, figúrense las balas, o las navajas. Descartadas las películas de toda la vida, ¿imaginan una homologada según las recomendaciones de una Europa Sana y Feliz? ¿Qué me dicen de las de vampiros que chupan sangre? ¿O las de psicópatas que se cargan al prójimo?… En cuanto al fumeteo y las películas bélicas, cualquiera que haya vivido una guerra sabe lo que el tabaco significó y significa en situaciones así, y cómo el pitillo fue siempre tan natural en el soldado como las balas y el fusil. Incluso aceptando que la gente fuma menos ahora que hace cincuenta años, si eliminar el tabaco de una película normal supone falsear la realidad de la calle, eliminarlo de una película de guerra privaría a ésta de realismo. La guerra es, sobre todo, esperar que pase algo malo. Quien vivió esperas semejantes conoce el significado de un pitillo apurado de noche con la brasa oculta en el hueco de la mano, el alivio de una calada, lo valioso del paquete que circula para matar el hambre, o los nervios. Yo mismo, en otro tiempo, conseguí reportajes difíciles de conseguir, con gente difícil de tratar, gracias a la oportuna exhibición de un paquete de cigarrillos listo para hacer la ronda de tal búnker, tal choza o tal trinchera. Hasta cuando no fumaba, mi mochila incluía siempre un cartón de tabaco. Y en Beirut, en Sarajevo, en docenas de lugares, vi utilizar los cigarrillos como moneda preferible al dinero. Pero ya ven. Tal como se están poniendo las cosas, entre antitabaquistas, ejércitos a los que ahora llaman fuerzas de paz, buen rollito y demás, una película sobre nuestra Guerra Civil consistirá, supongo, en imágenes donde no aparezcan muertos para no traumatizar a las criaturas ni crispar a los adultos, con legionarios abstemios que salvan a bebés entre las ruinas del Clínico, anarquistas que no fuman, moros de Franco que socorren a viudas y huérfanas republicanas, y falangistas y milicianos que no fusilan a nadie. Y al final conseguirán que no sólo nosotros, sino nuestros padres, abuelos y antepasados, parezcamos todos igual de gilipollas
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Y aquí un buen número da artículos de Arturín...

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faloni rebuznó:
Codeisan de 20 rebuznó:
Desde Curro Jimenez no se ha hecho en España una serie realista , ambientada y con criterio, cosa algo normal viendo que las productoras no se juegan arruinarse como en EEUU , saben que tienen las subvenciones a mano asi que aqui no se esfuerzan

DI QUE SI CAGONDIOS!!.
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Eran épocas en que a un EMO por la calle le hubieran caido ostias hasta en el velo del paladar. No por EMO, por maricón.




¿XQ sale la pantoja?


No en serio, puede que sea la mejor serie de acción de la historia española, que no es decir mucho.
 
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