Libros POESÍA (nuestros poemas preferidos)

Safo rebuznó:
La pasión

Un igual a los dioses me parece
El hombre aquel que frente a ti se sienta,
De cerca y cuando dulcemente hablas
Te escucha, y cuando ríes

Seductora. Esto —no hay duda— hace
Mi corazón volcar dentro del pecho.
Miro hacia ti un instante y de mi voz
Ni un hilo ya me acude,

La lengua queda inerte y un sutil
Fuego bajo la piel fluye ligero
Y con mis ojos nada alcanzo a ver
Y zumban mis oídos;

Me desborda el sudor, toda me invade
Un temblor, y más pálida me vuelvo
Que la hierba. No falta —me parece—
Mucho para estar muerta.

El poema de Safo que acaba de citar Juvenal inspiró el siguiente poema del docto Catulo:

carmen LI
Ille mi par esse deo videtur,
ille, si fas est, superare divos,
qui sedens adversus identidem te
spectat et audit
dulce ridentem, misero quod omnis
eripit sensus mihi; nam simul te,
Lesbia, aspexi, nihil est super mi
vocis in ore,
lingua sed torpet, tenuis sub artus
flamma demanat, sonitu suopte
tintinant aures, gemina teguntur
lumina nocte.
Otium, Catulle, tibi molestumst:
otio exultas nimiumque gestis.
otium et reges prius et beatas
perdidit urbes.

Que en romance viene a decir:

Me parece que es igual a un dios, me parece, si no es impiedad, que sobrepasa a los dioses aquel que, sentado ante ti, sin cesar te contempla y te oye sonreír dulcemente, dicha que arrebata a mi pobre alma todos los sentidos; pues apenas te he visto, Lesbia, se me apaga la voz en la boca, se me paraliza la lengua, un fuego sutil corre por mis miembros, me zumban con un sonido interior los oídos y una doble noche se extiende sobre mis ojos. El ocio, Catulo, te es funesto; con el ocio le exaltas y te excitas en demasía; el ocio, antes que a ti, perdió a reyes y florecientes ciudades.
 
Jacques de Molay, eres mi héroe, te casas conmigo?? Has puesto dos de mis poemas favoritos, el de Kipling y el de Poe.

Aquí va uno de mis favoritos:

Te quiero.

Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena
o iracundo como órgano impetuoso;

Te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes;

Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas;

Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino;

Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.

Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.
Luis Cernuda

Otro más:

ANNABEL LEE
It was many and many a year ago,
In a kingdom by the sea,
That a maiden there lived whom you may know
By the name of ANNABEL LEE;
And this maiden she lived with no other thought
Than to love and be loved by me.

I was a child and she was a child,
In this kingdom by the sea;
But we loved with a love that was more than love-
I and my Annabel Lee;
With a love that the winged seraphs of heaven
Coveted her and me.

And this was the reason that, long ago,
In this kingdom by the sea,
A wind blew out of a cloud, chilling
My beautiful Annabel Lee;
So that her highborn kinsman came
And bore her away from me,
To shut her up in a sepulchre
In this kingdom by the sea.

The angels, not half so happy in heaven,
Went envying her and me-
Yes!- that was the reason (as all men know,
In this kingdom by the sea)
That the wind came out of the cloud by night,
Chilling and killing my Annabel Lee.

But our love it was stronger by far than the love
Of those who were older than we-
Of many far wiser than we-
And neither the angels in heaven above,
Nor the demons down under the sea,
Can ever dissever my soul from the soul
Of the beautiful Annabel Lee.

For the moon never beams without bringing me dreams
Of the beautiful Annabel Lee;
And the stars never rise but I feel the bright eyes
Of the beautiful Annabel Lee;
And so, all the night-tide, I lie down by the side
Of my darling- my darling- my life and my bride,
In the sepulchre there by the sea,
In her tomb by the sounding sea.

La traducción, aunque se que no hace falta:

ANNABEL LEE

Muchos, muchos años atrás,
en un reino junto al mar turquí
vivía una doncella a quien quizá conozcáis,
llamada Annabel Lee,
que tenía en la vida un único afán:
amarme y ser amada por mí.

Aunque no éramos más que niños,
en el reino junto al mar turquí,
nos amábamos con un amor tan pleno,
yo y mi Annabel Lee,
que los alados serafines del cielo
lo codiciaban para si.

Fue por esta razón que, tiempo atrás,
en el reino junto al mar turquí
de una nube sopló un viento que heló
a mi hermosa Annabel Lee.
Entonces llegó su patricio tutor
y la separó de mí
para encerrarla en un sepulcro
en el reino junto al mar turquí.

Los ángeles, infelices en el cielo ulterior;
nos envidiaban a ella y a mí,
y fue por eso (como saben todos
en el reino junto al mar turquí)
que de esa nube nocturna un viento sopló
hasta helar a mi Annabel Lee.

Pero era tanto más fuerte nuestro joven amor
que el de toda la gente de allí,
que el de gente mayor y más sabia, ¡oh, sí!
que ni los ángeles del cielo ulterior
ni los demonios bajo el mar turquí
podrán separar mi alma del alma
de la hermosa Annabel Lee.

Pues la luna, al brillar; me invita a soñar
en la hermosa Annabel Lee;
y al salir los luceros veo los ojos certeros
de la hermosa Annabel Lee;
y así paso, tendido a su lado, las noches,
velando a mi amada, mi amor; mi consorte,
en su sepulcro junto al mar turquí,
el mar que ruge por ella y por mi.

Edgar Allan Poe

(Por cierto, adoro la versión de éste poema a la que puso música Radio Futura)
 
Para mi uno de los mas grandes, Mario Benedetti.



Si Dios fuera una mujer
¿y si Dios fuera una mujer?
-Juan Gelman

¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
 
Sigo con el mismo. Cuando salio el Dios cristiano de mi interior , encontre este poema de Benedetti, y me di cuenta de que no estaba solo en el mundo. Por fin lo que sentia en mi interior puesto en palabras.


AUSENCIA DE DIOS


Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía.

Ahora que miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que Dios se muere, se resbala,
que Dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.
 
Para terminar y a modo de curiosidad una coplilla del mismo autor, que a modo de deshaogo escribo y reescribo pensando en mi enamorada en las tardes tediosas de oficina.

AMOR DE TARDE


Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
 
Prathe rebuznó:
Jacques de Molay, eres mi héroe, te casas conmigo?? Has puesto dos de mis poemas favoritos, el de Kipling y el de Poe.

Siempre y cuando seas hembra de buen ver podrías ser mi concubina. Concretémoslo por mp. Muahahaha.

Dos poemas de dos clásicos, pero del lejano Imperio del Medio:

LI BAI

Regresando solo del paseo

Embelesado por el vino,
me olvido del crepúsculo,
hasta que los pétalos cubren
los pliegues de mi túnica.
Embriagado, me levanto y regreso,
llevado por la luna del arroyo.
Los pájaros se han ido,
y yo me quedo solo.


DU FU

Escrito en el río Chu

I

¡Qué panorama tan desolado
el del río en otoño avanzado!
Las hojas de los lotos, marchitas,
con el viento se quiebran.
El viajero se lamenta
por las canas que aparecen.
Las olas se llevan
arenas blancas y piedrecitas.
Y el triste ánsar busca su compañía.
 
Hembra hispánica (no hispana), pero no pienso escanearme las tetas, a no ser que haya su correspondiente escaneo de escroto.

Otro de Mario Benedetti, parece que gusta a muchos:

Corazón coraza


Porque te tengo y no

porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza



porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro



porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque

la noche pase y yo te tenga

y no.
 
Un maravolloso poema de un poeta arabe, que siempre me da que pensar.

UN AVE

El amor es un ave
Que llevaste al bosque a través de la conciencia.
Lavaste sus uñas con las aguas de tu edad
Agitaste su pico, su pequeña cabeza
Y su pelo fino como el silencio.
Pensaste: “Quizás yo pueda olvidar sus viajes”
Quisiste echarlo por la ventana
Hacia la inmensidad del tiempo.
Pero, adormecido en tus ojos,
Se desnudó
Y no voló más.


SHAWKI ABI SHAKRA
 
Andrés Fernández de Andrada

Epístola Moral a Fabio


Fabio, las esperanzas cortesanas
prisiones son do el ambicioso muere
y donde al más astuto nacen canas.

El que no las limare o las rompiere,
ni el nombre de varón ha merecido,
ni subir al honor que pretendiere.

El ánimo plebeyo y abatido
elija, en sus intentos temeroso,
primero estar suspenso que caído;

que el corazón entero y generoso
al caso adverso inclinará la frente
antes que la rodilla al poderoso.

Más triunfos, más coronas dio al prudente
que supo retirarse, la fortuna,
que al que esperó obstinada y locamente.

Esta invasión terrible e importuna
de contrarios sucesos nos espera
desde el primer sollozo de la cuna.

Dejémosla pasar como a la fiera
corriente del gran Betis cuando airado
dilata hasta los montes su ribera.

Aquel entre los héroes es contado,
que el premio mereció, no quien le alcanza
por vanas consecuencias del estado.

Peculio propio es ya de la privanza
cuanto de Astrea fue, cuando regía
con su temida espada y su balanza.

El oro, la maldad, la tiranía
del inicuo procede y pasa al bueno.
¿Qué espera la virtud o qué confía?

Ven y reposa en el materno seno
de la antigua Romúlea, cuyo clima
te será más humano y más sereno.

Adonde por lo menos, cuando oprima
nuestro cuerpo la tierra, dirá alguno:
«Blanda le sea», al derramarla encima;

donde no dejarás la mesa ayuno
cuando te falte en ella el pece raro
o cuando su pavón nos niegue Juno.

Busca, pues el sosiego dulce y caro,
como en la oscura noche del Egeo
busca el piloto el eminente faro;

que si acortas y ciñes tu deseo
dirás: «Lo que desprecio he conseguido,
que la opinión vulgar es devaneo».

Más precia el ruiseñor su pobre nido
de pluma y leves pajas, más sus quejas
en el bosque repuesto y escondido,

que agradar lisonjero las orejas
de algún príncipe insigne, aprisionado
en el metal de las doradas rejas.

Triste de aquel que vive destinado
a esa antigua colonia de los vicios,
augur de los semblantes del privado.

Cese el ansia y la sed de los oficios,
que acepta el don y burla del intento
el ídolo a quien haces sacrificios.

Iguala con la vida el pensamiento,
y no le pasarás de hoy a mañana,
ni quizá de un momento a otro momento.

Casi no tienes ni una sombra vana
de nuestra antigua Itálica, ¿y esperas?
¡Oh error perpetuo de la suerte humana!

Las enseñas grecianas, las banderas
del senado y romana monarquía
murieron, y pasaron sus carreras.

¿Qué es nuestra vida más que breve día
do apenas sale el sol cuando se pierde
en las tinieblas de la noche fría?

¿Qué más que el heno, a la mañana verde,
seco a la tarde? ¡Oh ciego desvarío!
¿Será que de este sueño se recuerde?

¿Será que pueda ver que me desvío
de la vida viviendo, y que está unida
la cauta muerte al simple vivir mío?

Como los ríos, que en veloz corrida
se llevan a la mar, tal soy llevado
al último suspiro de mi vida.

De la pasada edad, ¿qué me ha quedado?
¿O qué tengo yo, a dicha, en la que espero
sin ninguna noticia de mi hado?

¡Oh, si acabase, viendo cómo muero,
de aprender a morir antes que llegue
aquel forzoso término postrero:

antes que aquesta mies inútil siegue
de la severa muerte dura mano,
y a la común materia se la entregue!

Pasáronse las flores del verano,
el otoño pasó con sus racimos,
pasó el invierno con sus nieves cano;

las hojas que en las altas selvas vimos
cayeron, ¡y nosotros a porfía
en nuestro engaño inmóviles vivimos!

Temamos al Señor, que nos envía
las espigas del año y la hartura
y la temprana pluvia y la tardía.

No imitemos la tierra siempre dura
a la aguas del cielo y al arado,
ni la vid cuyo fruto no madura.

¿Piensas acaso tú que fue criado
el varón para rayo de la guerra,
para surcar el piélago salado,

para medir el orbe de la tierra
y el cerco donde el sol siempre camina?
¡Oh, quien así lo entendiese cuánto yerra!

Esta nuestra porción, alta y divina,
a mayores acciones es llamada
y en más nobles objetos se termina.

Así, aquella que al hombre sólo es dada,
sacra razón y pura, me despierta,
de esplendor y de rayos coronada;

y en la fría región dura y desierta
de aqueste pecho enciende nueva llama,
y la luz vuelve a arder, que estaba muerta.

Quiero, Fabio, seguir a quien me llama
y callado pasar entre la gente,
que no afecto los nombres ni la fama.

El soberbio tirano del Oriente,
que maciza las torres de cien codos
del cándido metal puro y luciente,

apenas puede ya comprar los modos
del pecar; la virtud es más barata,
ella consigo misma ruega a todos.

¡Pobre de aquel que corre y se dilata
por cuantos son los climas y los mares,
perseguidor del oro y de la plata!

Un ángulo me basta entre mis lares,
un libro y un amigo, un sueño breve,
que no perturben deudas ni pesares.

Esto tan solamente es cuanto debe
naturaleza al simple y al discreto,
y algún manjar común, honesto y leve.

No, porque así te escribo, hagas conceto
que pongo la virtud en ejercicio;
que aun esto fue difícil a Epicteto.

Basta al que empieza aborrecer el vicio
y el ánimo enseñar a ser modesto;
después le será el cielo más propicio.

Despreciar el deleite no es supuesto
de sólida virtud, que aun el vicioso
en sí propio le nota de molesto.

Mas no podrás negarme cuán forzoso
este camino sea al alto asiento,
morada de la paz y del reposo.

No sazona la fruta en un momento
aquella inteligencia que mensura
la duración de todo su talento.

Flor la vimos primero hermosa y pura,
luego materia acerba y desabrida,
y perfecta después, dulce y madura.

Tal la humana prudencia es bien que mida
y dispense y comparta las acciones
que han de ser compañeras de la vida.

No quiera Dios que siga los varones
que moran nuestras plazas, macilentos,
de la virtud infames histrïones;

esos inmundos, trágicos, atentos
al aplauso común, cuyas entrañas
son infaustos y oscuros monumentos.

¡Cuán callada que pasa las montañas
el aura, respirando mansamente!
¡Qué gárrula y sonante por las cañas!

¡Qué muda la virtud por el prudente!
¡Qué redundante y llena de ruido
por el vano, ambicioso y aparente!

Quiero imitar al pueblo en el vestido,
en las costumbres sólo a los mejores,
sin presumir de roto y mal ceñido.

No resplandezca el oro y los colores
en nuestro traje, ni tampoco sea
igual al de los dóricos cantores.

Una mediana vida yo posea,
un estilo común y moderado,
que no note nadie que lo vea.

En el plebeyo barro mal tostado
hubo ya quien bebió tan ambicioso
como en el vaso múrrino preciado;

y alguno tan ilustre y generoso
que usó, como si fuera plata neta,
del cristal transparente y luminosos.

Sin la templanza, ¿viste tú perfeta
alguna cosa? ¡Oh muere!, ven callada,
como sueles venir en la saeta;

no en la tonante máquina preñada
de fuego y de rumor, que no es mi puerta
de doblados metales fabricada.

Así, Fabio, me muestra descubierta
su esencia la verdad, y mi albedrío
con ella se compone y se concierta.

No te burles de ver cuánto confío,
ni al arte de decir, vana y pomposa,
el ardor atribuyas de este brío.

¿Es, por ventura, menos poderosa
que el vicio la virtud? ¿Es menos fuerte?
No la arguyas de flaca y temerosa.

La codicia en las manos de la suerte
se arroja al mar, la ira a las espadas,
y la ambición se ríe de la muerte.

¿Y no serán siquiera tan osadas
las opuestas acciones si las miro
de más ilustres genios ayudadas?

Ya, dulce amigo, huyo y me retiro
de cuanto simple amé; rompí los lazos.
Ven y verás al alto fin que aspiro

antes que el tiempo muera en nuestros brazos.
 
Fantástico hilo. Colaboro con este breve poema de Dámaso Alonso, que abre su libro y diario íntimo Hijos de la ira: "Insomnio"

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres
(según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar
a los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando
como el perro enfurecido, fluyendo como la leche
de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole
por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en
esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las
tristes azucenas letales de tus noches?


Prosigo con un poema de José María Fonollosa, poeta catalán vanguardista completamente incomprendido. Muestra clara y ejemplar de la literatura urbana que lo define. Se titula "13" y forma parte del libro Destrucción de la mañana

Salgo a la calle. Dudo hacia cuál lado
dirigirme. Da igual un sitio que otro.
Todas las direcciones se bifurcan
en incomodidad o aburrimiento.

De la alta oscuridad baja la lluvia
tropezando en las ráfagas del aire
y se agarra al cabello, manos, traje…

Es bueno caminar en la llovizna.
Es bueno andar despacio bajo el agua.
Sin rumbo uno asimismo, lluvia y viento,
como agua y soplo, nada, por la calle.
 
He podido ver que ya ha sido posteado un poema de Byron. Sigo con "The girl of Cadiz".

Oh never talk to me
Of northern climes and British ladies;
It has not been your lot to see
Like me, the lovely girl of Cadiz.
Although her eye be not of blue,
Nor fair her locks, like English lasses,
How far its own expressive hue
The languid azure eye surpasses!
Prometheus-like, from heaven she stole
The fire that through those silken lashes
In darkest glances seems to roll,
From eyes that cannot hide their flashes:
And as along her bosom steal
In lengthen' d flow her raven tresses,
You 'd swear each clustering lock could feel,
And curl 'd to give her neck caresses.
Our English maids are long to woo,
And frigid even in possession;
And if their charms be fair to view,
Their lips are slow at Love's confession:
But born beneath a brighter sun,
For love ordain' d the Spanish maid is,
And who, — when fondly, fairly, won —
Enchants you like the Girl of Cadiz?
The Spanish maid is no coquette,
Nor joys to see a lover tremble,
And if she love, or if she hate,
Alike she knows not to dissemble.
Her heart can ne' er be bought or sold—
How e' er it beats, it beats sincerely;
And, though it will not bend to gold,
'T will love you long and love you dearly.
And when, beneath the evening star,
She mingles in the gay Bolero,
Or sings to her attuned guitar
Of Christian knight or Moorish hero,
Or counts her beads with fairy hand
Beneath the twinkling rays of Hesper,
Or joins Devotion's choral band,
To chaunt the sweet and hallow' d vesper;
In each her charms the heart must move
Of all who venture to behold her;
Then let not maids less fair reprove
Because her bosom is not colder:
Through many a clime 't is mine to roam
Where many a soft and melting maid is,
But none abroad, and few at home,
May match the dark-eyed Girl of Cadiz.
 
He podido ver que ya ha sido posteado un poema de Byron. Sigo con "The girl of Cadiz".

Oh never talk to me
Of northern climes and British ladies;
It has not been your lot to see
Like me, the lovely girl of Cadiz.
Although her eye be not of blue,
Nor fair her locks, like English lasses,
How far its own expressive hue
The languid azure eye surpasses!
Prometheus-like, from heaven she stole
The fire that through those silken lashes
In darkest glances seems to roll,
From eyes that cannot hide their flashes:
And as along her bosom steal
In lengthen' d flow her raven tresses,
You 'd swear each clustering lock could feel,
And curl 'd to give her neck caresses.
Our English maids are long to woo,
And frigid even in possession;
And if their charms be fair to view,
Their lips are slow at Love's confession:
But born beneath a brighter sun,
For love ordain' d the Spanish maid is,
And who, — when fondly, fairly, won —
Enchants you like the Girl of Cadiz?
The Spanish maid is no coquette,
Nor joys to see a lover tremble,
And if she love, or if she hate,
Alike she knows not to dissemble.
Her heart can ne' er be bought or sold—
How e' er it beats, it beats sincerely;
And, though it will not bend to gold,
'T will love you long and love you dearly.
And when, beneath the evening star,
She mingles in the gay Bolero,
Or sings to her attuned guitar
Of Christian knight or Moorish hero,
Or counts her beads with fairy hand
Beneath the twinkling rays of Hesper,
Or joins Devotion's choral band,
To chaunt the sweet and hallow' d vesper;
In each her charms the heart must move
Of all who venture to behold her;
Then let not maids less fair reprove
Because her bosom is not colder:
Through many a clime 't is mine to roam
Where many a soft and melting maid is,
But none abroad, and few at home,
May match the dark-eyed Girl of Cadiz.
 
Uno de Marcial, en espera de que nos curremos el hilo, muy necesario, de clásicos greco-latinos.

In omnibus Vacerra quod conclavibus
Consumit horas et die toto sedet
Cenaturit Vacerra non cacaturit.

El hecho de que Vacerra se pase las horas y esté sentado el día entero en todas las letrinas, significa que Vacerra tiene ganas de cenar, no de cagar.

El poema se explica conociendo la costumbre romana de hacer vida social en las letrinas, que no eran como las nuestras, no había cagaderos cerrados, sino que había amplias habitaciones con muchos "tronos" donde la gente cagaba y meaba a la vista de todos, mientras se departía de muchos temas. Vacerra que era un parásito se pasaba por todas las letrinas a ver si podía encontrar un conocido que le invitara a cenar.
 
Uno de Paul Celan, de su libro Fadensonnen (Soles filamentos), de 1968.

SACKLEINEN-GUGEL, turm-hoch.

Sehschlitze
für das Entsternte
am Ende der Gramfibrille.

Die Wimpernnaht,
schräg
zu den Gottesbränden.
In der Mundbucht die Stelle
fürs rudernde
Kaisergetschilp.

Das. Und das Mit-ihm-
Gehn übers rauchblaue,
blanke
Tafelland, du.

CAPIROTE DE ARPILLERA, alto tal torre.

Incisión para ver
lo desestrellado
al final de la fibrilla de pesadumbre.

La sutura de las pestañas, al sesgo
de los incendios de Dios.

En la bahía de la boca el sitio
para el remero
piar imperial.

Esto. Y el ir-con-
él más allá de la meseta
azul-humo,
brillante,
tú.
 
Ha llegado el momento al que siempre he temido
Ese que desde niño, es perturbador tormento
Que convierte mi vida en insípidos momentos

Ha llegado ese tiempo, que jamás espere
Que aprendí a odiar de niño, que maldije después
Soy participe de el, y no se desligarme
Pero veo con tristeza que no puedo obligarme
Ha salir del camino, de aceptar e infiltrarme
De formar parte de algo, que no quiero, que pase.


Ha llegado ese tiempo y no puedo evitarlo
Nunca quise vivirlo, Nunca Salí a buscarlo
Se apodera de mi, se mete entre mi vida


Me estoy acomodando, en su cruel parcela
Y parece gustarme, aunque a mi alma le duela
Ha llegado el momento no hay ayuda que pueda
No ha servido la FE, remembranzas de Escuela
La joven libertad convertida en recuerdos
Son solo vanos logros de mi inútil esfuerzo

Ha llegado el momento parece no importarle
Que nunca yo lo quise, ni he querido esperarle
Que lo odio en presente, en pasado y futuro
Ha llegado, soy de el, no lo quiero ¡Lo Juro!

Ha llegado el momento
Ha llegado y no puedo, negarme es destructivo
Solo soy prisionero. De la piel, del estado.
De un sistema cruel, de un gran Conglomerado
Del amor, La Familia, Sociedad y Mercado
Estoy preso no miento, por eso aun no escapo

Ha llegado el momento, de la Metamorfosis
Convertirme en odiado y repulsivo ser
De tomar abnegado el papel de infraser

Tomare sin reproche la vida asalariada
Seré un gran empleado, de algún Corporativo
Con mi saco y corbata, yo me iré acomodando
Escalare en el mudo, me comprare algún Auto
Llegare muy temprano, para no tener manchas
Lameré algunas botas si se hace necesario
Todo en pro del aumento, del ascenso, los cargos
Pasado ya algún tiempo quizás, Yo Supervise
Y vidas de segundos y terceros influya
Pasaran por mis manos los destinos de otros
Algunos enemigos, buscaran mi cabeza


En la calle, los otros los veré perdedores
Atados a destinos, del espíritu opresores
Ha llegado el momento. De ser un Animal
Un despiadado ser que odia por odiar.
Que ama por interés, que pretende cuidar
Que vendió por dinero toda su dignidad
Que le cambio al destino, Oro por Libertad
Que desmorono el Alma pretendiendo olvidar

Ha llegado el momento ha muerto el Caballero
Ha nacido el Patán, El Malvado Embustero.


Darklight
 
Uno de Victor Hugo "Claro de luna" extraido de "Las orientales"


Era clara la luna y jugaba en el agua.
La ventana ya libre está abierta a la brisa,
la sultana se asoma y a lo lejos el mar
al romper borda en plata los islotes negruzcos.

De sus dedos se escapa la vibrante guitarra.
Oye un ruido apagado que despierta los ecos.
¿Una nave turquesa que procede de Cos,
con sus tártaros remos por el griego archipiélago?

¿O son cuervos marinos descendiendo hasta el agua,
que resbala en sus alas al volar como perlas?
¿Es un djinn que en los aires silba con voz aguda
y que al mar precipita las más altas almenas?

¿Quién así turba el agua cerca del gran serrallo?
Ni es el cuervo marino, ni las olas mecidas,
ni las piedras del muro, ni el batir cadencioso
de una nave que avanza por el mar con sus remos.

Son tan sólo unos sacos, dentro se oyen sollozos.
Si sondearan el mar, dentro de ellos veríase
como formas humanas que se agitan convulsas.
Era clara la luna y jugaba en el agua.
 
Seria mucho pedir que postearan algo de su propia autoría vamos que esto no es de mucho trabajo neuronal.
 
Yo escribo los míos en catalán y no los voy a traducir para vosotros. :twisted: :twisted: :twisted: :twisted:

Así que contentaos con esta estancia de Gibrán Jalil Gibrán:

El amante

Si das con un amante perdidamente amado
sabe que en él el hambre es saciedad, su sed abravadero.
Mas la gente dirá: "Está loco. ¿Qué puede
pretender el amor? ¿A qué aspira, qué espera?
La pasión le inyecta los ojos,
y ella encanto no muestra que merezca atención."
Tenlos por bobos, por muertos nonatos,
ignaros de la vida.

No hay en el bosque rectitud,
no, tampoco censura.
Si dos gacelas enloquecen
al ver el rostro de locaso,
el águila no exclama: "¡Qué
cosa tan sorprendente!"
Entre nosotros
lo cuerdo es cosa rara.
Dame la flauta y canta,
que el canto es desvarío inmejorable,
y el llanto de la flauta vence
al prudente y al serio.
 
Y los que entendemos catalán? Para nosotros no hay premio?
( I per als que entenem el català? Per a nosaltres no hi ha premi? )
 
Un fragmento de "La balada del caballo blanco" de Chesterton:

Levemente se cierran las puertas del cielo,
Y no guardamos nuestro oro,
Los hombres se desarraigan donde comienzan
los mundos,
Leen el nombre del pecado anónimo;
Ganen o pierdan,
A ningún hombre se le dice.
Los hombres de Oriente deletrear pueden las estrellas,
Y señalan las horas y los triunfos,
Pero los hombres suscribieron la cruz de Cristo
Y marchan alegremente a la oscuridad...
Cosas malas saben los sabios
que están escritas en el cielo,
Reparan lámparas tristes, tañen melancólicas cuerdas,
Y escuchan pesadas alas púrpuras,
Donde los seráficos reyes olvidados
Aún planean la muerte de Dios...
Pero tú y toda la bondad de Cristo
Son ignorantes y arrojadas,
Y tienes guerras que apenas ganarás
Y almas que apenas salvarás.
No digo nada para tu consuelo,
Sí, nada para complacer tu deseo,
A menos que el cielo se oscurezca aún más,
Y el mar suba más alto.
La noche lo será tres veces sobre ti,
Y el cielo, hierro encapotado.
¿Acaso tienes alegría sin causa,
sí, fe sin esperanza?
 
Buen foro y buenos poemas aunque algunos no los entienda ya que están en inglés,pero intentaré buscar la traducción.
He visto que no hay ninguno de Bécquer.¿Muy "ñoño" para vosotros? :)
Pues aunque lo sea,aquí os dejo mi poema preferido de él.

Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frese de perdón;
habló el orgullo y enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino:ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún¿por qué callé aquel día?
y ella dirá¿por qué no lloré yo?
 
Hombre.... no es que Becquer sea ñoño... es que esos poemas precisamente son para quinceañeras enamoradas del Bisbal de turno... Personalmente prefiero sus relatos, sobre todo "El rayo de Luna", uno de mis favoritos.

Ahí va una rima de Becquer:

Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de ese himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.

Yo quisiera escribirle, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.

Pero en vano es luchar, que no hay cifra
capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!,
si, teniendo en mis manos las tuyas,
pudiera, al oído, cantártelo a solas.
 
Prathe rebuznó:
Hombre.... no es que Becquer sea ñoño... es que esos poemas precisamente son para quinceañeras enamoradas del Bisbal de turno... Personalmente prefiero sus relatos, sobre todo "El rayo de Luna", uno de mis favoritos.
Yo hace mucho que dejé de tener 15 años y del Bisbal,ni la hora quiero :D .Es que soy muy romántica,no lo puedo remediar.Y de sus relatos,me quedo con todos.

Sobre la falda tenía
el libro abierto,
en mi mejilla tocaban sus rizos negros:
no veíamos las letras
ninguno,creo,
y sin embargo guardábamos
hondo silencio.
¿Cuánto duró?Ni aún entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.Sólo se que nos volvimos
los dos a un tiempo
y nuestros ojos se hallaron
y sonó un beso.
.............
.............
Creación de Dante era el libro,
era su Infierno.
Cuando a él bajamos los ojos
yo dije trémulo:
¿Comprendes ya que un poema
cabe en un verso?
Y ella respondió encendida:
-¡Ya lo comprendo!
 
Un epigrama de Asclepíades:

"Pretendes seguir siendo virgen. ¿Por qué, si en el Hades
no encontrarás, niña, nadie que te quiera?
Goza en la vida de Cipris, pues no somos nada
en el Aqueronte, sino ceniza y huesos."

A cuántas he conocido de éstas. Muahahahahahah.
 
Uno de los sonetos de Pierre de Ronsard (1524-1585) pour Hélène

Quand vous serez bien vieille, au soir à la chandelle

Quand vous serez bien vieille, au soir à la chandelle,
Assise aupres du feu, devidant et filant,
Direz, chantant mes vers, en vous esmerveillant:
Ronsard me celebroit du temps que j'estois belle.

Lors, vous n'aurez servante oyant telle nouvelle,
Desja sous le labeur à demy sommeillant,
Qui au bruit de mon nom ne s'aille resveillant,
Benissant vostre nom, de louange immortelle.

Je seray sous la terre et fantôme sans os
Par les ombres myrteux je prendray mon repos;
Vous serez au fouyer une vieille accroupie,

Regrettant mon amour et vostre fier desdain.
Vivez, si m'en croyez, n'attendez à demain:
Cueillez des aujourdhuy les roses de la vie.

.....................................................

Cuando séais muy anciana, por la noche a la luz de la vela,
sentada junto al fuego devanando e hilando,
diréis maravillándoos y mis versos cantando:
Ronsard me celebró en el tiempo que fui bella.

No tendréis entonces fámula que oiga tal noticia,
a causa del trabajo ya casi adormecida,
que al rumor de mi nombre se sienta sacudida
y bendiga vuestro nombre con elogio inmortal.

Yaceré bajo tierra y, fantasma sin huesos,
por las sombras del mirto tomaré mi descanso;
vos seréis ante el fuego una vieja agachada,

lamentando mi amor y vuestro altivo desdén.
Vivid, creedme, no lo dejéis para mañana:
coged desde hoy las rosas de la vida.
 
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