Libros POESÍA (nuestros poemas preferidos)

No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.

Ventanas de mi cuarto,
De mi cuarto de uno de los millones en el mundo que nadie sabe quién es
(Y si supiesen quién es, ¿qué sabrían?)
Dan al misterio de una calle cruzada constantemente por gente,
A una calle inaccessible a todos los pensamientos,
Real, imposiblemente real, cierta, desconocidamente cierta,
Con el misterio de las cosas por debajo de las piedras y de los seres,
Con la muerte que pone humedad en las paredes y canas en los hombres,
Con el Destino que conduce la carroza de todo por la ruta de nada.

Estoy vencido hoy, como si supiese la verdad.
Estoy lúcido hoy, como si estuviese por morir.
Y no tuviese más hermandad con las cosas
Que una despedida, volviéndose esta casa y este lado de la calle
La hilera de vagones de un tren, y una partida silbada
De dentro de mi cabeza,
Y un sacudón de mis nervios y un crujir de huesos en la salida.

Estoy perplejo hoy, como quien pensó y halló y olvidó.
Estoy dividido hoy entre la lealtad que debo
A la Tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
Y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.

Fallé en todo.
Como no me fijé propósito alguno, tal vez todo fuese nada.
Del aprendizaje que me dieron,
Me apeé por la ventana del fondo de casa,
Fui hasta el campo con grandes propósitos.
Pero sólo encontré allí hierbas y árboles,
Y cuando había gente era igual a la otra.
Dejo la ventana, me siento en una silla. ¿En qué he de pensar?

¿Qué se yo de lo que seré, yo que no sé quién soy?
¿Ser lo que pienso? ¡Pero pienso ser tanta cosa!
¡Y hay tantos que piensan ser la misma cosa, que no puede haber tantos!
¿Genio? En este momento
Cien mil cerebros se conciben en sueños genios como yo,
Y la historia no señalará, ¿quién sabe? Ni uno,
Ni quedará más que estiércol de tantas conquistas futuras.
No, no creo en mi.
¡En todos los manicomios hay locos con tantas certezas!
Yo, que no tengo ninguna certeza, soy más cierto o menos cierto?
No, ni en mi...
¿En cuántas buhardillas y no-buhardillas del mundo
No hay en este momento genios-para-sí-mismos soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas -
Sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas -,
Y quién sabe si realizables,
Nunca verán la luz del sol real ni encontrarán los oídos de nadie?
El mundo es para quien nace para conquistarlo
Y no para quien sueña que puede conquistarlo, aunque tenga razón.
He soñado más que Napoleón.
He abrazado a un pecho hipotético más humanidades que Cristo,
He hecho en secreto filosofías que ningún Kant escribió.
Pero soy, y tal vez seré siempre, el de la buhardilla,
Aunque no viva en ella;
Seré siempre el que no nació para eso;
Seré siempre sólo el que tenía condiciones;
Seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al pie de una pared sin puerta
Y cantó la cantiga del Infinito en un gallinero,
Y oyó la voz de Dios en un pozo ciego.
¿Creer en mi? No, ni en nada.
Que me derrame la Natureza sobre la cabeza ardiente
Su sol, su lluvia, el viento que me descubre el cabello,
Y el resto que venga si viene o tiene que venir, o no venga.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
Conquistamos el mundo entero antes de levantarnos de la cama;
Pero nos despertamos y es opaco,
Nos levantamos y es ajeno,
Salimos de casa y es la tierra entera,
Más el sistema solar y la Via Láctea y lo Indefinido.

(¡Come chocolates, niña;
Come chocolates!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que los chocolates.
Mira que todas las religiones no enseñan más que la confitería.
¡Come, niña sucia, come!
¡Si yo pudiese comer chocolates con la misma verdad con que comes!
Pero yo pienso, y al quitar el papel de plata, que es de hojas de estaño,
Tiro todo al piso, como tiré la vida.)

Pero al menos queda de la amargura de lo que nunca seré
La caligrafía rápida de estos versos,
Pórtico partido hacia lo Imposible.
Pero al menos me dedico un desprecio sin lágrimas,
Noble al menos en el amplio gesto con que lanzo
La ropa sucia que soy, sin lista, hacia el transcurrir de las cosas,
Y me quedo en casa sin camisa.

(Tú, que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
O diosa griega, concebida como estatua viviente,
O patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
O princesa de trovadores, gentilísima y colorida,
O marquesa del siglo dieciocho, escotada y distante,
O célebre cocotte del tiempo de nuestros padres,
O no sé qué moderno – no concibo bien qué-,
¡Todo eso, sea lo que fuere que seas, si puede inspirar, que inspire!
Mi corazón es un balde vacío.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus me invoco
A mí mismo y no encuentro nada.
Llego a la ventana y veo la calle con una nitidez absoluta.
Veo las tiendas, veo las veredas, veo los coches que pasan,
Veo los seres vivos vestidos que se cruzan,
Veo los perros que también existen,
Y todo esto me pesa como una condena al destierro,
Y todo esto es extranjero, como todo.)

Viví, estudié, amé, y hasta creí,
Y hoy no hay mendigo al que no envidie sólo por no ser yo.
Miro en cada uno los andrajos y las llagas y la mentira,
Y pienso: tal vez nunca vivieras ni estudiaras ni amaras ni creyeras
(Porque es posible hacer lo real de todo eso sin hacer nada de eso);
Tal vez hayas existido apenas, como um lagarto a quien cortan la cola
Y que es cola más acá del lagarto agitadamente.

Hice de mí lo que no supe,
Y lo que podía hacer de mí no lo hice.
El disfraz que vestí era incorrecto.
Pronto me tomaron por quien no era y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise quitarme la máscara,
Estaba pegada a la cara.
Cuando me la quité y me miré al espejo.
Ya había envejecido.
Estaba borracho, ya no sabía vestir el disfraz que no me había quitado.
Tiré lejos la máscara y dormí en el vestuario
Como un perro tolerado por la gerencia
Por ser inofensivo
Y voy a escribir esta historia para probar que soy sublime.

Esencia musical de mis versos inútiles,
Quién me concediera encontrarte como algo que yo hiciese,
Y no quedase siempre frente a la Tabaquería de enfrente,
Calzando la conciencia de estar existiendo,
Como una alfombra con la que un borracho tropieza
O un felpudo que los gitanos robaron y no valía nada.

Pero el dueño de la Tabaquería salió a la puerta y se quedó en la puerta.
Lo miro con la incomodidad de la cabeza mal girada
Y con la incomodidad del alma mal-entendiendo.
Él morirá y yo moriré.
Él dejará el letrero, y yo dejaré versos.
A cierta altura morirá el letrero también, y los versos también.
Después de un tiempo morirá la calle donde estuvo el letrero,
Y la lengua en que fueran escritos los versos.
Morirá después el planeta girante en que todo esto ocurrió.
En otros satélites de otros sistemas cualquier cosa como gente
Continuará haciendo cosas como versos y viviendo debajo de cosas como letreros,
Siempre una cosa frente a la otra,
Siempre una cosa tan inútil como la otra,
Siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
Siempre el misterio del fondo tan cierto como el sueño de misterio de la superficie,
Siempre esto o siempre lo otro o ni lo uno ni lo otro.

Pero un hombre entró en la Tabaquería (¿a comprar tabaco?),
Y la realidad plausible cae de repente sobre mí.
Me enderezo a medias, enérgico, convencido, humano,
Y voy a intentar escribir estos versos en los que digo lo contrario.

Enciendo un cigarro al pensar en escribirlos
Y saboreo en el cigarro la liberación de todos los pensamientos.
Sigo el humo como una ruta propia,
Y disfruto, en un momento sensible y adecuado,
La liberación de todas las especulaciones
Y la conciencia de que la metafísica es una consecuencia de estar malhumorado.

Después me echo hacia atrás en la silla
Y sigo fumando.
Mientras el Destino me lo conceda, seguiré fumando.

(Si me casara con la hija de mi lavandera
Tal vez sería feliz.)
Visto esto, me levanto de la silla. Voy a la ventana.

El hombre salió de la Tabaquería (¿guardando el cambio en el bolsillo del pantalón?).
Ah, lo conozco: es el Esteves sin metafísica.
(El dueño de la Tabaquería salió a la puerta.)
Como por un instinto divino el Esteves giró y me vio.
Me hizo adiós, le grité ¡Adiós Esteves!, y el universo
Se me reconstruyó sin ideal ni esperanza, y el dueño de la Tabaquería sonrió.

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Ilustrado, por aquello de no hacerlo demasiado cansino, con fotos del autor.
 
Querido ILG,desde ahora y para siempre merece todos mis respetos por gustarle Pessoa.

En otro orden de cosas repito una del mismo autor: (Heterónimo; Alberto Caeiro)


El amor es una compañía

" El amor es una compañía, ya no sé andar solo por los caminos,
porque ya no puedo andar solo.
Un pensamiento visible me hace andar más a prisa y ver menos,
y al mismo tiempo gustar de ir viendo todo.
Aun la ausencia de ella es una cosa que está conmigo,
y yo gusto tanto de ella que no sé cómo desearla.
Si no la veo, la imagino y soy fuerte como los arboles altos,
pero si la veo tiemblo, no sé qué se ha hecho de lo que siento en ausencia de ella.
Todo yo soy cualquier fuerza que me abandona.
Toda la realidad me mira como un girasol con la cara de ella en el medio. "
 
También de Álvaro de Campos. Muchísimo más breve, más alucinado, más sorprendente, más impropio de ser llamado poesía, pero lo es. Aunque no se vea a simple vista:


El binomio de Newton es tan bello como la Venus de Milo.
Lo que hay es poca gente que se dé cuenta de ello.

óóóó----------óóóóóóó----------óóóóóóóóóóóóóó

(El viento, allí afuera.)

***

Y un poema más del mejor de los heterónimos de Pessoa. Recuerdo que se lo di a leer a un amigo mío -un tipo absolutamente brillante, excesivo, excéntrico, cardiólogo de profesión y borracho de vocación- y lo calificó, -mientras tiraba la ceniza de su cigarrillo al suelo de su casa y estaba sentado en un sillón que él mismo había pintado de rojo con titanlux- de "necesario". Es así. Es un poema necesario, todo el mundo tendría que leerlo, comprenderlo, y hacerlo suyo. Muchas tonterías se acabarían, muchas cosas dejaríamos de aguantar si todos entendiesemos el sentido de éste poema y lo interiorizáramos.


POEMA EN LÍNEA RECTA.
Alvaro de Campos, heterónimo de F.P.


Nunca conocí a quien le hubiesen dado de bofetadas.
Todos mis conocidos han sido campeones en todo.


Y yo, tantas veces bajo, tantas veces guarro, tantas veces vil,
yo tantas veces irreplicablemente parásito,
indisculpablemente sucio,
yo, que tantas veces no he tenido paciencia para bañarme,
yo, que tantas veces he sido ridículo, absurdo,
que he ocultado los pies públicamente en las alfombras de la etiqueta,
que he sido grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
que he sufrido afrentas y callado,
que cuando no he callado, he sido más ridículo aún;
yo, que les he sido cómico a las criadas de hotel,
yo, que he sentido el guiñar de ojos de los mozos recaderos,
yo, que he hecho vergüenzas financieras, pedido prestado sin pagar,
yo, que, cuando la hora del puñetazo surgió, me he agachado
hacia afuera de la posibilidad del puñetazo;
yo, que he sufrido la angustia de las pequeñas cosas ridículas,
yo verifico que no tengo par en todo esto en este mundo.


Toda la gente que yo conozco y que se habla conmigo
nunca tuvo un acto ridículo, nunca sufrirá afrentas,
nunca fue sino príncipe —todos ellos príncipes— en la vida...

¡Quién me diera oír de alguien la voz humana
que confesase no un pecado, sino una infamia
que contase, no una violencia, sino una cobardía!
No, son todos lo ideal, si los oigo y me hablan.
Quién hay en este ancho mundo que me confiese que una vez fue vil,
Oh príncipes, hermanos míos,

¡coño, estoy harto de semidioses!
¿En dónde hay gente en el mundo?

¿Así que soy sólo yo que soy vil y erróneo en esta tierra?
Podrán las mujeres no haberlos amado,
pueden haber sido traicionados —¡pero, ridículos nunca!
Y yo, que he sido ridículo sin haber sido traicionado,
¿cómo puedo yo hablar con mis superiores sin titubear?
Yo, que he sido vil, literalmente vil,
vil en el sentido mezquino e infame de la vileza
.

***

Estaría muy bien el que uno no se limitase al copipegui, sino que comentara, al menos, un poco cada poema, el por qué le gusta, o el señalar cualquier característica interesante...


 
Yo no soy amante de la poesia pero esta me gusto en su momento cuando estudie Literatura Universal (la asignatura me hubiera gustado mas si la profesora no hubiese sido una mala puta).

Este poema es del Modernismo y pertenece a Campos de Castilla, de Antonio Machado

El mañana efimero

A Roberto Castrovido

La España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y alma inquieta,
ha de tener su marmol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
En vano ayer engendrará un mañana
vacío y por ventura pasajero.
Será un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia realista
un poco al uso de París pagano
y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.
Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea.
 
Poema en línea recta fue la primera poesía que leí de Pessoa(antes incluso de saber nada acerca de sus heterónimos)estoy hablando de hace por lo menos 15 o 16 años.

Una vez fui conociendo mas pormenorizadamente su obra me di cuenta que Álvaro de Campos me desubicaba,que Alberto Caeiro me atrapaba con su filosofía tan personal y su estética,Bernardo Soares me decepcionaba con alguna de sus obras(así es,lo siento).

Ricardo Reis es para mí el heterónimo mas humano de Pessoa,mas cercano a él.

Por cierto,muy recomendable el libro de Saramago:"El año de la muerte de Ricardo Reis" donde tiene lugar el encuentro del autor y su heterónimo"


Esta que aquí reproduzco es de Alberto Caeiro también:

" Tengo el cansancio anticipado de lo que no voy a encontrar. Si en determinado momento me hubiera vuelto para la izquierda en lugar de para la derecha. Si en cierto instante hubiera dicho sí en lugar de no, o no en lugar de sí. Si en determinada conversación hubiese tenido frases que sólo ahora en el entresueño elaboro. Si todo esto hubiera sido así hoy sería otro y quizá el Universo entero sería insensiblemente llevado a ser otro también. Pero sólo ahora lo que nunca fui ni seré me duele. Voy a pasar la noche a Cintra porque no puedo pasarla en Lisboa pero cuando llegue a Cintra me va dar pena de no haberme quedado en Lisboa. Siempre esta inquietud sin resolución, sin nexo, sin consecuencia. Siempre, siempre, siempre. Esta angustia excesiva del espíritu por nada. En la carretera de Cintra, o en la carretera del sueño, o en la carretera de la vida. A la izquierda hay una casucha al borde de la carretera. A la derecha, el campo abierto con la luna a lo lejos. El auto que parecía hace poco proporcionarme libertad es ahora algo en lo que estoy encerrado. A la izquierda, hacia atrás, la casucha modesta. La vida allí debe ser feliz sólo porque no es la mía. Si alguien me ha visto desde la ventana de la casucha soñará: ese que va en el auto es feliz. "
 
Lamento contradecirte, PoohBear, pero ese fragmento es precisamente del semi-heterónimo Bernardo Soares, en el Libro del Desasosiego -única obra que está atribuida a él-.

A mí el que más me gusta, por sentirlo más cercano a mi forma de ser, es Álvaro de Campos, en la poética; y por supuesto, en la prosa, Bernardo Soares y su única obra, su gran diario, la Obra Maestra de Pessoa, el Libro del Desasosiego. Reis me parece demasiado clásico, Caeiro me gusta más, por lo sencillo y bucólico, Pessoa ortónimo es hijo de Caeiro y Reis, una síntesis de ambos, el ingeniero Campos me parece que los sobrepasa a todos, él siempre me ha dicho cómo me siento, igual que el ayudante de tenedor de libros Soares, en su rúa dos Douradores, me ha hecho saber quién soy para tantas cosas.

Pessoa, en cualquier caso, merece un hilo propio. Quizá cuellopavo un día se anime a configurarlo con las variadas cosas que de él hay en este subforo.

Y por seguir con los poemas, y variar, y hacer que el hilo siga rodando fuera de Lisboa, pongo mi haiku favorito

En mi caminar sin sentido
las hierbas que piso
todas secas
 
Cierto ILG,pequeño lapsus,no me dí cuenta.

Cambiando(y mucho)de estilo, un clásico del divino Edgar Allan Poe:


ANNABEL LEE

Muchos, muchos años atrás,
en un reino junto al mar turquí
vivía una doncella a quien quizá conozcáis,
llamada Annabel Lee,
que tenía en la vida un único afán:
amarme y ser amada por mí.

Aunque no éramos más que niños,
en el reino junto al mar turquí,
nos amábamos con un amor tan pleno,
yo y mi Annabel Lee,
que los alados serafines del cielo
lo codiciaban para si.

Fue por esta razón que, tiempo atrás,
en el reino junto al mar turquí
de una nube sopló un viento que heló
a mi hermosa Annabel Lee.
Entonces llegó su patricio tutor
y la separó de mí
para encerrarla en un sepulcro
en el reino junto al mar turquí.

Los ángeles, infelices en el cielo ulterior;
nos envidiaban a ella y a mí,
y fue por eso (como saben todos
en el reino junto al mar turquí)
que de esa nube nocturna un viento sopló
hasta helar a mi Annabel Lee.

Pero era tanto más fuerte nuestro joven amor
que el de toda la gente de allí,
que el de gente mayor y más sabia, ¡oh, sí!
que ni los ángeles del cielo ulterior
ni los demonios bajo el mar turquí
podrán separar mi alma del alma
de la hermosa Annabel Lee.

Pues la luna, al brillar; me invita a soñar
en la hermosa Annabel Lee;
y al salir los luceros veo los ojos certeros
de la hermosa Annabel Lee;
y así paso, tendido a su lado, las noches,
velando a mi amada, mi amor; mi consorte,
en su sepulcro junto al mar turquí,
el mar que ruge por ella y por mi.
 
Estaría muy bien el que uno no se limitase al copipegui, sino que comentara, al menos, un poco cada poema, el por qué le gusta, o el señalar cualquier característica interesante...

O como mínimo, que citen el autor del poema -si, eso va por ti, telefunken-

Prosigo con Tomás Segovia , del que recomiendo sus Sonetos votivos; auque hoy pongo otra cosa porque lo necesito:


MODESTO DESAHOGO

Estoy más triste que un zapato ahogado
estoy más triste que el polvo bajo los petates
estoy más triste que el sudor de los enfermos
estoy triste como un niño de visita
como una puta desmaquillada
como el primer autobús al alba
como los calzoncillos de los notarios
triste triste triste de sonreír como un bobo desde los rincones
de ver tallar las cartas en redondo saltándome siempre a mí
de todo lo que se dicen y se dan y se mordisquean en mis narices
estoy harto de quedarme con el saludo en la boca
de salir bien dibujado entre la muchedumbre
para que me borre siempre el estropajo de su roce
de no estar nunca en foco para ningunos ojos
de tener tan desdentada la mirada
de navegar tras la línea del horizonte
con mis banderitas cómicamente izadas
no puedo más de no ser nunca nadie
de que no me dejen jamás probarme otra careta que la de ninguno
de no irrumpir de no alterar el oleaje
de no curvar jamás un tren de ondas
de no desviar a mis corrales la palabra suelta
de que nunca me caiga a mí la lotería de un vuelco visceral
De no poblar ni el más vago sueño ocioso
De saber que ningún mal pensamiento tendrá ya más mi rostro.
Estoy hasta aquí de la avaricia de los privilegiados
de que quieran para ellos solos toda la juventud
todos los influjos en las cosas del mundo
todo el favoritismo de la puta alegría
toda la iniciativa de renuevo y capricho
de que se apropien sin escrúpulos la plusvalía de calor y encuentros
todo el capital de risa y de coloquio
que repartido con justicia
alcanzaría de sobra para alimentarnos a todos
a todos los hambrientos de carne de comunión
y sedientos de vino de comunión
a todos los que están tristes
como faldones arrugados que les cuelgan a los otros
en fin estoy jibosamente desolado
de haber envejecido sin seguro de vida
sin seguro de nombre
sin cavar mi guarida en el espeso ahorro
de no haber cobrado el billete cuando la vida se asomaba a mirarme
de haber tirado siempre deudas al cesto sin mirarlas
y lo que quiero decir es que estoy a fin de cuentas
terriblemente triste de que no me hayáis perdonado.


Más info: https://amediavoz.com/segovia.htm
 
Posteo otro de mis predilectos, cómo no, de Mario Benedetti. Me parece un poeta muy sutil cuando quiere expresar algo y este poema es uno de mis favoritos. El día que consiga que funcione la estrategia, cualquier cosa funcionará. Sin duda me quedo con el final.


Mario Benedetti

Táctica y estrategia



Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
<!-- /#cuerpo --><SCRIPT type=text/javascript>//<![CDATA[var cuerpo = new get_obj(\'cuerpo\');cuerpo.style.fontSize = "12px";//]]></SCRIPT>
 
Dos pildorillas de Omar Khayyam, para de ver si de paso reactivo su hilo, je

https://foropl.com/threads/68000


La vida no es más que un juego monótono en el que con certeza encontrarás dos premios:
El dolor y la muerte. ¡Feliz el niño que murió al poco de nacer!
¡Más feliz aún aquel que no tocó el mundo!
Mi nacimiento no trajo ningún bien al mundo.
Mi muerte no disminuirá ni su esplendor ni su grandeza.
Nadie pudo jamás explicarme para que he venido, ni por qué he venido ni por qué me iré.
 
Cisnes de primavera de Charles Bukowski

También en primavera mueren los cisnes
Y allí flotaba
Muerto un domingo
Girando de lado
En la corriente
Y fui hasta la rotonda y distinguí
Dioses en carros,
Perros, mujeres
Que giraban
Y la muerte
Se me precipitó garganta abajo
Como un ratón,
Y oí llegar a la gente
Con sus cestas de merienda
Y sus risas,
Y me sentí culpable
Como si la muerte
Fuese algo vergonzoso
Y me alejé
Como un idiota
Y les dejé
Mi hermoso cisne.

Accede a más de Bukowski en: https://www.geocities.com/SunsetStrip/5855/
 
Este poema de Blake me pareció que concentraba toda la esencia de la vida tan acertadamente que lo puse en una camiseta por no ponerlo en un tatuaje (todavía):

ETERNIDAD

Quien a sí encadenare una alegría
malogrará la vida alada.
Pero quien la alegría besare en su aleteo
vive en el alba de la eternidad.


Versión de Màrie Montand

Y este de Quevedo, a su manera, también puede concentrarla, si uno calcula mal. Más de una vez lo he visto dolorosamente cumplido, en especial los últimos versos de la terrorífica primera estrofa:

Pues amarga la verdad,
Quiero echarla de la boca;
Y si al alma su hiel toca,
Esconderla es necedad.
Sépase, pues libertad
Ha engendrado en mi pereza
La Pobreza.

¿Quién hace al tuerto galán
Y prudente al sin consejo?
¿Quién al avariento viejo
Le sirve de Río Jordán?
¿Quién hace de piedras pan,
Sin ser el Dios verdadero
El Dinero.

¿Quién con su fiereza espanta
El Cetro y Corona al Rey?
¿Quién, careciendo de ley,
Merece nombre de Santa?
¿Quién con la humildad levanta
A los cielos la cabeza?
La Pobreza.

¿Quién los jueces con pasión,
Sin ser ungüento, hace humanos,
Pues untándolos las manos
Los ablanda el corazón?
¿Quién gasta su opilación
Con oro y no con acero?
El Dinero.

¿Quién procura que se aleje
Del suelo la gloria vana?
¿Quién siendo toda Cristiana,
Tiene la cara de hereje?
¿Quién hace que al hombre aqueje
El desprecio y la tristeza?
La Pobreza.

¿Quién la Montaña derriba
Al Valle; la Hermosa al feo?
¿Quién podrá cuanto el deseo,
Aunque imposible, conciba?
¿Y quién lo de abajo arriba
Vuelve en el mundo ligero?
El Dinero.
 
Uno de mis poemas favoritos es, cómo no, este de Poe.
Os dejo una de las mejores traducciones que he encontrado.

El Cuervo - Edgar Allan Poe

Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!


El original en inglés:
https://www.heise.de/ix/raven/Literature/Lore/TheRaven.html



 
Uno de mis poemas favoritos es, cómo no, este de Poe.
Os dejo una de las mejores traducciones que he encontrado.

El Cuervo - Edgar Allan Poe


Y yo os dejo la que probablemente es la mejor adaptación a la pequeña pantalla.

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Spade rebuznó:
Y yo os dejo la que probablemente es la mejor adaptación a la pequeña pantalla.
Pues, fuera coñas, esa traducción es muy buena para mi gusto.
Sencillita, pero no le quita encanto al poema :lol:
 
Sumando y siguiendo, el preámbulo y las instrucciones, de Cortázar.

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto:
cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire.
No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo.
Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca.
Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico.
Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes.
No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.


Instrucciones para dar cuerda al reloj

Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo.
Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.

¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.






Y el ejemplo práctico de como los brainstormers de los anuncios de bólidos saben como sacarle partido a todo.

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Herman Hesse - Reflexión.

Divino es y eterno el Espíritu.
Hacia Él, cuya imagen e instrumento somos,
conduce nuestro camino, y es nuestro entrañable anhelo
llegar a ser como Él, fulgurar con su luz.
Mas del barro y mortales nacimos
e inerte pesa en nosotros, criaturas, la gravedad.

Aunque amor y cuidados maternales nos brinde Natura,
y la tierra nos nutra y sea cuna y tumba,
la paz no nos otorga;
paternal y próvida, deshace
la chispa del Espíritu inmortal
de Natura el amoroso encanto:
hace hombre al niño, diluye la inocencia
y nos despierta a la lucha y la conciencia.

Así, entre padre y madre,
así, entre cuerpo y espíritu,
vacila el hijo más frágil de la Creación:
el hombre de alma temorosa, pero capaz de los más
sublime: un amor más fiel y esperanzado.

Arduo es su camino, la muerte y el pecado lo alimentan,
se extravía con frecuencia en las tinieblas
y más le valdría a veces no haber sido creado.
Eternamente fulge, sin embargo,
sobre él su misión y su destino: la Luz, el Espíritu.
Y sentimos que es a él, desamparado,
a quien ama el Eterno especialmente.
Por ello no es posible amar,
erráticos hermanos, aun en la discordia.

Y ni condenas ni odios,
sino amor resignado
y amorosa paciencia
nos acercan a la meta sagrada.
 
Spade rebuznó:
Sumando y siguiendo, el preámbulo y las instrucciones, de Cortázar.

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto:
cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire.
No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo.
Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca.
Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico.
Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes.
No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.



Y el ejemplo práctico de como los brainstormers de los anuncios de bólidos saben como sacarle partido a todo.

https://www.youtube.com/watch?v=GU8Xrc4506o

También salen cosas buenas:

Description:texto de Cortázar

Title: Preambulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj

Artist/Group: Migala

https://www.goear.com/listen.php?v=babc989

https://www.goear.com/listen/babc989
 
Alguien muy cercano a mí ha fallecido hace unos días. Acabo de encontrar este poema de Fonollosa (al que he descubierto gracias a Cuellopavo...) que creo gustaría mucho a esa persona:



No a la transmigración en otra especie.
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorba cualquier divinidad.
No a un más allá, ni aun siendo el paraíso
reservado a islamitas, con beldades
que un libro garantiza siempre vírgenes.
Porque esos son los juegos para ingenuos
en que mi agnosticismo nunca apuesta.
Mi envite es al no ser. A lo seguro.
Rechaza otro existir, tras consumida
mi ración de este guiso indigerible.
Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.
 
Medea rebuznó:
A Acabo de encontrar este poema de Fonollosa (al que he descubierto gracias a Cuellopavo...)

Pues parece que ya está sirviendo de algo, el hilo.

Voy con uno de los maestros… Baudelaire:


Himno a la Belleza

¿Vienes del cielo profundo o sales del abismo,
oh, Belleza? Tu mirada, infernal y divina,
vierte confusamente la buena acción y el crimen,
y se puede por eso compararte al vino.

Contienes en tus ojos el ocaso y la aurora;
Esparces perfumes como una tarde de tormenta,
Tus besos son un filtro y tu boca un ánfora
Que vuelven cobarde al héroe y valiente al niño.

¿Sales del negro abismo o bajas de los astros?
El Destino hechizado sigue tus enaguas como un perro;
Siembras al azar el gozo y los desastres,
Y lo gobiernas todo sin responder a nada.

Marchas sobre los muertos, Belleza, de los que te burlas;
De tus joyas el Horror no es la menos encantadora,
Y el Asesinato, entre tus más queridos colgantes,
Sobre tu vientre orgulloso danza amorosamente.

La efímera deslumbrada vuela hacia ti, candela,
Crepita, arde y dice: ¡Bendigamos esta antorcha!
El amante jadeando inclinado sobre su bella
Parece un moribundo acariciando su tumba.

¿Qué importa que tú vengas del cielo o del infierno,
¡oh Belleza!, ¡monstruo enorme, espantoso, ingenuo!,
si tus ojos, tu sonrisa, tus pies, me abren la puerta
de un Infinito al que amo y nunca he conocido?

De Satán o de Dios, ¿qué importa? Angel o Sirena,
¿qué importa, si tú haces -hada de ojos de terciopelo,
ritmo, perfume, fulgor, oh mi única reina-
menos horrible el universo y menos pesados los instantes?​


Para saber mas de Charles Baudelaire: https://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Baudelaire
 
Este poema de Blake me pareció que concentraba toda la esencia de la vida tan acertadamente que lo puse en una camiseta por no ponerlo en un tatuaje (todavía):

ETERNIDAD

Quien a sí encadenare una alegría
malogrará la vida alada.
Pero quien la alegría besare en su aleteo
vive en el alba de la eternidad.

Versión de Màrie Montand

Yo de Blake me quedo con éste:

[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]" Tigre, tigre, que te enciendes en luz [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]por los bosques de la noche [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]¿qué mano inmortal, qué ojo [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]pudo idear tu terrible simetría? [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos? [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]¿Con qué alas osó elevarse?¿Qué mano osó tomar ese fuego? [/FONT]

[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]¿Y qué hombro, y qué arte [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]pudo tejer la nervadura de tu corazón? [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]Y al comenzar los latidos de tu corazón, [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]¿qué mano terrible? ¿Qué terribles pies? [/FONT]

[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]¿Qué martillo? ¿Qué cadena? [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]¿En qué horno se templó tu cerebro? [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]¿En qué yunque? ¿Qué tremendas garras osaron sus mortales terrores dominar? [/FONT]

[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]y bañaron los cielos con sus lágrimas [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]¿sonrió al ver su obra? [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo? [/FONT]

[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]Tigre, tigre, que te enciendes en luz, [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]por los bosques de la noche [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]¿qué mano inmortal, qué ojo [/FONT]
[FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]osó idear tu terrible simetría? [/FONT][FONT=Arial,Helvetica,Geneva,Swiss,SunSans-Regular]"[/FONT]


Y algo que se ha citado muchas veces en este foro:

" Si las puertas de la percepción se depurasen, todo aparecería a los hombres como realmente es: infinito. Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna. "

Junto con otras citas:

El rugido de los leones, el aullido de los lobos, la ira del tempestuoso mar y la espada destructiva son porciones de eternidad demasiado grandes para el ojo humano



Y del que tú mencionas me quedo con la primera estrofa:

" Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora."
 
¿Son todo traducciones o es que ahora,

para escribir
en verso, basta,
oh Musa,
con escribir así?
 
Nunca he sido seguidor de este palo, pero he redescubierto a Rosalía y su, probablemente, más conocida creación es digna de represantación.

Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.
Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.
Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.
En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.
En castellano, no, no es lo mismo, pero para que os hagais a la idea.

Cuando pienso que te fuiste,
negra sombra que me asombras,
a los pies de mis cabezales,
tornas haciéndome mofa.
Cuando imagino que te has ido,
en el mismo sol te me muestras,
y eres la estrella que brilla,
y eres el viento que zumba.
Si cantan, eres tú que cantas,
si lloran, eres tú que lloras,
y eres el murmullo del río
y eres la noche y eres la aurora.
En todo estás y tú eres todo,
para mí y en m misma moras,
ni me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras.
Rosalía de Castro
 
Bueno, se que está trillado como el suelo de un invernadero almeriense, pero aún me gusta:

Walking Around

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.
 
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