Morzhilla rebuznó:
Y para eso me busque una casa al lado del trabajo, sin coche ni transporte público = doble calidad de vida
Eso es lo que hacía yo, pero además de al trabajo, iba andando a mis sitios de interés. El gimnasio, los amigos y la juerga. Lo más lejos, la casa de un amigo que estaba más allá del abismo de la Castellana. Media hora andando. Si andas a mi ritmo, 20 minutos.
Y la gente se echaba las manos a la cabeza. "¡Pero coge el metro!", "¡Pilla un taxi si no quieres ir en metro!", "¡Media hora andando! ¡ESTÁS LOCO!". Se rasgaban las vestiduras y rodaban por el suelo. Luego se pasaban media hora de pie sujetos a una barra con sudor de 7 nacionalidades distintas. No sé por qué resultaba tan difícil entender que en una ciudad así el verdadero lujo es pasear. Todo el mundo corre, todos con prisa, taxis, carreras, dobles filas, el aparcamiento de oído como estándar, cuentas atrás en los paneles del metro...
Madrid es bonita para andar arrastrando los pies, trasnochar y levantarse con el aperitivo, para eso es la capital de este país, no para creerse ejecutivo y ser un paria con corbata.
Mongüiver rebuznó:
Comunista!!
El icono me hace pensar que se trata de una chanza, pero es cierto que esa asociación entre "público", "ecológico" e "izquierdoso" existe.
Supongo que es porque en este país la derecha no se basa en convicciones acerca de política económica o social. Se basa en "dime con quién vas y te diré quién eres", en asociarse de palabra, que no de cartera, con aquellos que tienen para pensar que también se posee algo que jamás se llegará ni a ver.
Ir en coche, alejado de la masa, hace pensar a muchos que ellos son individuos únicos y no borregos como esos pobres que van en metro y tienen dinero para gastar en vicios en lugar de fundirlo en gasolina y seguros. Contaminar es un derecho del individuo a quemar su parte de aire y el ecologismo es de gente que se asocia con Izquierda Unida para comer mariscadas.
A muy pocos se les pasa por la cabeza que el ecologismo parte de LA NECESIDAD que tenemos los humanos de ciertas condiciones en el entorno para sobrevivir.
Yo no soy ecologista, ojo, yo tengo plena fe en la capacidad del ser humano para destruirse a sí mismo y no ser más que la sucia mancha de estiércol que algún día un pino convertirá en aire puro. Pero bien parece que no soy el único que espera con ansia la aniquilación.