Impresionante Alves. El tío se pega la vuelta al mundo en semana y media y juega como si acabara de salir de cámara de refrigeración de Disney.
Gratamente me está sorprendiendo Sergio Gómez, muy sereno con la pelota en los pies y seguro en el pase, hasta los fallidos los entrega al compañero. El resto de novatos encajando con naturalidad en el equipo. Y en el otro extremo Bojan. Cuando le llega el balón parece que pesase una tonelada. Da saltitos angustiosos a su alrededor, indeciso, y en lugar de conducirlo tropieza con él; da verguenza ajena.
A ver que tal la segunda parte.