En tiempos de Dostoievsky y de post coronavirus, no tengo ni puta idea, pero hasta ahora en Hispanistán, la realidad sociológica del ganado era la que se ha venido hablando en esta casa: todas esencialmente putas y todos esencialmente plancha bragas.
Es una cosa que con los años he visto en primera persona con varias mujeres. Desde los 16-18 tenían legiones de fulanos detrás de ellas y hacían de todo por poder tener un poco de casito de ellas. Despues poco a poco, como la rana en la pota de agua que se va calentando, los fulanos van pasando de ella. Cada vez son menos y responden con menos frecuencia, bien porque encontraron a otra o porque se hartaron.
Llegados a los 25 o 30 según se cuiden más o menos el agua empieza a calentarse demasiado y ya están incómodas. Hay mujeres más jóvenes que le están comiendo la tostada, algo que nunca habían pensado cuando ellas estaban ahí. Recuerdo como una, siendo joven de veintipocos, me comentaba como en el baño de mujeres habia una chica de treinta y pocos hablando con una amiga de que "cómo voy a competir con esto", señalando a mi amiga (que estaba y está muy buena).
Resulta que, casi de repente, ya no vale con vestirse y salir. Ahora tienen que vestir un poco mejor, maquillarse más, comer mejor y, en todos los casos, hacer algo de ejercicio porque las cosas ya no funcionan como antes. Nadie las había advertido de que esto pasaría.
Entonces entramos en otro deporte. Son Ronaldinhos que pensaban que su gloria sería eterna y de repente pasan de balón de oro a gordo de mierda en 3 años. Siempre cae algún Milán primero o algún club brasileño que trague por alguna flotirura que aun puede hacer. Pero los Barcelonas, PSG y Real Madrid ya tienen a Mbappe.
Ya no pueden hacer lo de antes porque ya no son como antes. Tienen que tirar de otras armas pero la mayoría no tienen personalidad, su conversación es básica y su cultura no pasa del programa de moda y de las redes sociales. Se llaman guapas entre las amigas porque nadie más se lo dice. Tienen trabajos que no les llenan porque tienen y, siempre han tenido, 0 ambición. No lo necesitaban porque se lo daban todo hecho, hasta ahora.
Ese miedo a quedarse sola. A lo desconocido y al ver que son completamente incapaces de tener una relación porque sencillamente no dan más de sí. De no tener comprador a lo que venden por mucho que rebajen expectativas a regañadientes. Todo eso al final, para no perder totalmente la cabeza y andar cortándose el pelo vestidas con una vestido de novia, tiran de comédicas románticas para matar el tiempo, gatos y, como solución final, del "feminismo" con ideología de género. Donde les dicen que no son responsables de su situación sino que son víctimas de un sistema que las hace ser miserables por algo que no pondrán controlar nunca, que es haber nacido mujer. De un plumazo todas las malas decisiones, falta de disciplina y nula capacidad son culpa de otro.
Si os fijais siempre acaba en lo mismo. La falta de atención que algún día tuvieron y ahora no. Dejar de depilarse, pintarse el pelo de colores, decir la mayor barbaridad que se les pasa por la cabeza. No necesitan tener lógica. Nunca la han tenido y siempre las han escuchado hasta que no. Pero, claro, ahora tienen internet, los que mandan han visto un filón del que tirar donde solo tienen que repetir sin entrar en ningún análisis porque, sencillamente, saben que no se mantiene.
Esto lleva pasando desde que el mundo es mundo con sus variantes. Lo único que no cambia es que desde el principio donde nadan en atención hasta que nadie les hace el más mínimo caso es que ellas, siempre, son el centro de todo lo que pasa.