A ver, por mi como si se llaman Perico de los Palotes, pero al pan pan, y al vino, vino.
Que se haya acordado informalmente, de acuerdo a las directrices del entonces Imperio de Su Graciosa Majestad, llamarlas islas británicas, pues me parece ni bien, ni mal.
Ahora, que a los irlandeses se les incluya en dicho imperio toda vez que ya no pertenecen a él, y cuyo yugo han disfrutado intensamente, me parece una verdadera subnormalidad propia de los gañanes que dan el tiempo por la tele.
Los irlandeses, recordemos, estado independiente, aquello todo es "Las Islas", y ya, porque aunque sean una banda de gañanes ultracatólicos y follaovejas, saben distinguir entre la Gran Bretaña, el Reino Unido, y ¡vaya!, la República de Irlanda, que de británica no tiene nada.