
Es que me descojono. Pues no me extrañaría que también les pasara lo mismo al resto de gestores de dineros públicos, que no sólo les dieran menos al año siguiente sino que encima se llevaran broncón por no gastárselo todo.
Estoy viendo la serie danesa Borgen, que va de una primera ministra danesa y sus movidas de primera ministra danesa. En uno de los episodios, al marido de esta, que es profesor, le ofrecen la dirección de una empresa. Esta empresa es la subcontrata de una subcontrata de unos que fabrican los aviones que va a comprar el ejército, en un concurso que ya ha sido asignado con anterioridad. El marido acepta el puesto. En esto que la primera ministra revisando papeles descubre que la empresa a la que se va a incorporar el marido es, remotamente, proveedora de esos aviones. Pues ni corta ni perezosa la tipa sale literalmente pitando para su casa a decirle al marido que de ningún modo puede aceptar ese puesto y que renuncie a él de inmediato, y que menos mal que la prensa no se ha enterado aún de esto porque si se entera la hunden. El marido, jodido, renuncia al puesto, pese a que lo deseaba.
Lagrimones como puños, claro.