Light Yagami rebuznó:
Yo también mido como tú. Alguna vez he salido solo y si es cierto que te entran a preguantarte por la altura y similar. Pero bueno, supongo que para ellas es una forma de entrarte rompiendo el hielo. Mi consejo es que cuando una tía te entre, con el comentario que sea, la retengas como puedas (verbalmene hablando, se entiende) que puede que se la claves esa noche.
Yo además de alto, como dice Spade, soy un poco sosainas. Aunque a poco que bebo me abro.
PD ¿Eres de Madrid?
No, soy de Barcelona. Pues sí, ya digo que tener un físico llamativo ayuda a romper el hielo, pero luego también hay un techo de cristal con el que te topas, porque muchas zorras hablan contigo sólo para divertirse. De todos modos, yo ya noto cuándo se interesan por mí sólo porque les parezco llamativo o cuándo lo hacen porque además hay un cierto interés sexual.
Salir SOLO con mi estatura es asegurarte de que no vas a ligar, porque al ser observado y ser diferente, la impresión de que estás SOLO y marginado se multiplica, y esa impresión no favorece la humedad vaginal. Las veces que he ligado ha sido siempre con amigos de mi estatura, cuando jugaba a baloncesto, entonces sí que se generaban dinámicas sociales muy favorables, porque las chicas se acercaban a tu grupo porque veían en nosotros un equipo de baloncesto y lo asociaban con éxito, fama y dinero.
Algún día tendré que tirar de FaceBook a ver si encuentro a mis colegas de entonces. Ahora hace tiempo que me he retirado del mercado de la carne.
Spade rebuznó:
Vamos vamos, ya han demostrado anecdóticamente que contra más altos, más paraos. Asuma su condición de sosainas y deje de echarle la culpa a terceros.
Y no lo digo yo, lo dijo por aquí una forera que debe ser antropóloga y cuyas revelaciones me dejaron tan :shockado: que no presté atención a su nick.
Es que la sociedad te obliga a ser parado. Piensa que en general hay una enorme animadversión inconsciente hacia la gente alta. Los demás se sienten
genéticamente insultados cuando te llegan por el ombligo y se urde una conspiración colectiva contra el gigante que es la polla. No es que la gente lo haga conscientemente, es que cuando ven a un tío alto se genera una rivalidad, una necesidad de
demostrarle a ese tío que uno no es menos que él, y eso acaba siendo agotador para aquel que es alto, porque tienes la sensación de que estás continuamente a prueba y de que no puedes bajar la guardia en ningún momento. Y como falles, como tropieces, como cometas una mínima torpeza, todo el mundo se regocija, todo el mundo respira aliviado. Casi se pueden oír los silenciosos gritos de júbilo cuando el menda mete la pata en algo. Podría escribir un tratado de 500 páginas sobre el tema, porque tengo anécdotas para dar y regalar.
Toda esta mala leche enmascarada y colectiva contra el gigante provoca que el gigante vaya convirtiéndose en un ser solitario e independiente. Muchos borregos y borregas del rebaño pueden tildar esa actitud de "ser parao" o "ser soso". Más bien es que uno se cansa de no sentirse como en casa y va eludiendo poco a poco eventos sociales que no le reportan nada.