SISTEMA BRAILLE Y LENGUA DE SIGNOS

Los sordos totales o con una sordera importante oyen la vibración que produce una cabeza chocando con la pared en la habitación de al lado?

Yo me pongo ya mismo a aprenderlo, empiezo por el braile. No se me ocurre nada mejor para pasar Julio. Lo digo completamente en serio.
 
Si traduces al lenguaje de signos un post de Darkiano te convalidan el cinturón rojo de Kung Fu.
 
Bela_Lugosi rebuznó:
Si traduces al lenguaje de signos un post de Darkiano te convalidan el cinturón rojo de Kung Fu.

Así es como se enseñan los 5 puntos que hacen explotar a un corazón.
 
Duendec_verdec rebuznó:
Qué jodidamente agradable de ver y escuchar es la noname585 esa:

Ya te digo. ¿Has visto el vídeo de la lección 1? ¿el primero que he puesto en spoilers? Te enamoras, avisado estás. :lol:

Lo de las chavalas rapeando en lengua de signos tampoco se queda corto. :oops:



Bela_Lugosi rebuznó:
Si traduces al lenguaje de signos un post de Darkiano te convalidan el cinturón rojo de Kung Fu.

naxo rebuznó:
Así es como se enseñan los 5 puntos que hacen explotar a un corazón.



:lol::lol::lol:

Definitivamente los vecinos deben pensar que soy subnormal (o al menos lo estarán confirmando) por las risotadas de retarded que me hacéis soltar, cabronazos.
 
Claro que lo he visto, y no quiero ver más que me quedo ahí toda la tarde y hoy tengo que trabajar en mis proyectos secretos.
¿Tú predicas con el ejemplo? Sabes Braille y LSE? Pásate por el jailo de afeitado clásico, al final se han arreglado las cosas y he puesto algunas fotos.
 
Señor del 5º rebuznó:
Yo me pongo ya mismo a aprenderlo, empiezo por el braile. No se me ocurre nada mejor para pasar Julio. Lo digo completamente en serio.

Onvre, puede hacer cosas mas productivas con sus tiempos muertos:
Aprende a codificar | Codecademy

De todas maneras si se decide por el braile hágalo dándolo todo, es decir, echándose un tarro de acido de baterías en los ojos. Queme las naves, desafíese a si mismo. Sea una leyenda.
 
Me gustaría decir que domino ambas disciplinas, pero esto es como aprender inglés, uno va perfeccionándose con el tiempo y siempre hay un aprendizaje constante y progresivo.

Aun así, las trescientas y pico palabras y algunas frases no me las quita nadie, y eso ya me da para entenderme con cualquiera en lenguaje de signos.

Lo del braille, tengo "Así habló Zaratustra" en dos volumenes y lo voy leyendo poco a poco, aunque casi siempre tengo que usar más de un dedo y en muchas ocasiones tengo que acabar encendiendo la luz y usar la vista también. Pero es más fácil que la lengua de signos, lo complicado es leer tan rápido como lo hace un invidente. Eso si que son superpoderes y no lo que hace Batman.

Cuando pueda quiero pillarme un reloj para ciegos, que permiten saber la hora sin mirar. Creo que los hay también de bolsillo, y mola eso de meter la mano en el bolsillo, "tocar la hora" y sacarla.


Por supuesto motivación para aprender esto para alguien ajeno a este mundo, no hay. A mi es que siempre me ha fascinado esto, desde que vi "el milagro de Anna Sullivan", "hijos de un dios menor", y desde aquella vez que trajeron al director del edificio de la Once de mi pueblo al colegio, estoy fascinado por las personas que tienen limitados los sentidos y viven en un mundo diseñado para esos sentidos que ellos no tienen.

Pero yo es que soy muy raro, no me hagáis mucho caso.
 
Darkiano rebuznó:
El lenguaje de signos se desarrolló en diversos países de forma casi independiente, y aunque hoy día hay cierta universalización, la realidad es que no es un lenguaje universal que se pueda emplear en todo el mundo. Lo cual es una verdadera pena, ya que si existiera alguna organización internacional de sordos que poco a poco instaurase un lenguaje de signos universalizado, tanto oyentes como sordos podrían comunicarse con cualquier otra persona del mundo usándolo. Sin duda sería un lenguaje universal por excelencia. ¿O acaso cuando dos personas que hablan diferentes lenguas y no se entienden entre sí no acaban recurriendo al lenguaje de signos improvisado?

De hecho, existe el sistema de signos internacional (SSI), lo que pasa es que sólo se utiliza en convenciones internacionales y tal: SISTEMAS DE SIGNOS INTERNACIONAL

No es muy rentable aprendérselo, a menos que te vayas a codear con la élite mundial sordil.

Darkiano rebuznó:
La reacción al oír por primera vez, lejos de lo que pueda pensarse, no es de maravilla y extasis, sino que en muchos casos, causa un poco de pánico y hasta terror.


Aun así, la adaptación es rapidísima, y cuando se dan cuenta de lo que significa oír, pocos pueden evitar sentirse absolutamente desbordados por la emoción, tengan la edad que tengan.

Jolines, yo he llorado mucho con este vídeo:

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No es ya sólo lo mucho que transmite su genuina alegría al oír con el implante, es la vieja que hay al lado, que parece que realmente le importa el asunto... me ha hecho sentir que hay gente con bondad en sus corazones, capaz de amar. :oops:

Cuando era adolescente, me ofrecieron la posibilidad de hacerme uno, pero el médico decía que no iba a mejorar mucho mi capacidad auditiva, así que... me eché atrás. Más que nada, porque no iba a decir que sí ante algo de lo que apenas estaba informada (igual pasa en la política, perdón que cambie de tema, pero es que esta mañana intentaron convencerme de que firmara en algo sobre política, dándoles igual si yo estaba enterada o no del asunto... qué rabia me da, así va el país, que cualquier palurdo puede opinar e influir).

Pero poco después, hice un experimento en mi instituto con un aparato FM, que es un trasto que hace que la voz de quien te habla (a través de un micrófono colocado cerca de la boca del mismo) llegue casi sin interferencias a tus oídos. Pues bien, la voz de la profesora me llegaba clara, límpida... no lo entendía todo al 100%, claro, pero la claridad fue notoria, era como si de golpe se hubieran quitado las telarañas que opacaban mi audición.

Desde entonces me quedé con ese gusanillo del "qué pasaría si me implantara...".

Pero no me atrevo, en primer lugar porque puede haber efectos secundarios horribles: parálisis facial, sensación de descargas eléctricas en el cerebro, y... bueno, ahora no me acuerdo de más. Y en segundo lugar, porque es CARÍSIMO (a pesar de que en España la SS te paga el primer implante): El precio de poder oír - La Razón digital

Pero, ¿y si todo saliera bien? Sería un sueño. Poder ir a cualquier parte, y entablar conversaciones fluidamente con quien me interesase, sin miedo alguno... además de no tener que perder más a nadie por el distanciamiento que supone la incomunicación, ni verme limitada a Internet. Y yo qué sé qué cosas más, viajes, estudios, trabajos... ¡Qué grandes cosas puede hacer alguien que oye! Nunca entenderé cómo alguien que oye puede estar deprimido, desmotivado. Lo tiene todo, joder, sólo debe lanzarse y reírse, disfrutar. Joder, me cago en la puta, ya estoy emocionándome de nuevo. :lol:


Darkiano rebuznó:
La percepción del sonido normal, para ellos supone el equivalente a unos sonidos extraordinariamente altos y sorprendentes, y les cuesta acostumbrarse a ese nuevo sentido, aunque la mayoría lo agradecen tremendamente una vez se han adaptado a él. Escuchar música debe ser algo que les sobrepasa a nivel emocional en muchas ocasiones.

A lo largo de mi vida sólo he cambiado dos veces de audífonos. Cuando me pusieron los segundos con 16 años, recuerdo que podía oír nítidamente muchos sonidos que antes ni me molestaban: el aspersor del jardín, los pasos en la escalera, murmullos... Era desquiciante. Llegué a gritar a mis padres: "¡¡NO PUEDO MÁS!!", mientras me mesaba los cabellos.

Al final me acostumbré. Eso sí, no noté demasiada mejoría en mi comunicación con la gente, así que agradecida no estoy. :(


Darkiano rebuznó:
Hijos de un Dios menor.
Lee mis labios.

Mierda de pelis. La primera por estar sobrevalorada cuando es de lo más normal e incluso aburrida, y la segunda por ser sencillamente estúpida (en particular por aquello de que la sorda pueda leer a distancia, como si de un superpoder se tratase, anda no me jodas).

Hace poco vi "The Quiet", y me ha molado. No se corta en mostrar cómo es la sociedad con una chica sorda, y me ha hecho especial gracia la reacción del joven al conocer a la protagonista sorda: The Quiet HD

¿Y qué más? En realidad ninguna, es que apenas hay películas acerca del tema.

Por cierto, para tu post sobre la sordoceguera: El país del silencio y la oscuridad (1971) - FilmAffinity


Para finalizar, dejo una historia copiada de un libro titulado "Sordo ¡y qué!", que contiene trece historias de sordos "que alcanzaron el éxito". Según el texto de la contraportada: "Finalmente, alcanzaron la plenitud personal y el éxito profesional." En el prólogo se dice: "Es una oportunidad para ser sinceros, para salir del silencio, para gritar. También para mostrar cómo habéis conseguido tanto éxito personal y profesional." El relato está perfectamente redactado porque lo contó mediante lengua de signos, y otra persona lo escribió, no os creáis que el tío es un hacha:

La inquietud por avanzar

Por Jesús María Banús




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Me llamo Jesús María Banús. Nací en Madrid el 10 de septiembre de 1966. Soy sordo profundo de nacimiento. Me considero una persona simpática, amable y educada. Tengo el cabello castaño, los ojos verdes, soy alto y delgado. Vivo en Madrid con mi madre y con dos de mis nueve hermanos.




Recuerdo algunas cosas de cuando era pequeño que me servirán para escribir mi relato. Nací con síndrome rubeólico porque mi madre tuvo esta enfermedad mientras estaba embarazada. También me detectaron una catarata en el ojo izquierdo, que a día de hoy sigue estando afectado y con el que veo un poco borroso. Además, tengo otros problemas que limitan mi aprendizaje.




Al nacer con sordera profunda mis padres no sabían cómo ayudarme. Ahora, los padres con niños sordos tienen acceso a mucha más información si acuden a las asociaciones de padres de niños sordos, donde les asesoran e intentan ayudar. Cuando yo nací no se sabía qué era lo mejor para el niño con problemas de audición.




Durante algún tiempo usé audífono, un aparato grande con un cable enorme que tenía que llevar por dentro de la camisa. Eso me molestaba muchísimo, así que me lo quitaba constantemente. De niños no queremos llevar aparatos que no entendemos y que nos molestan en nuestros juegos y movimientos.




Cada fin de semana jugaba con mis hermanos pequeños en el salón. Todavía recuerdo qué rico nos sabía nuestro desayuno matinal: una taza de Cola-Cao, galletas y mantequilla. Después me duchaba y me vestía para ir en coche al colegio Hispano Americano de la Palabra. A las nueve y media comenzaban las clases. No aprendía lengua de signos. Todas las materias se impartían oralmente. Ahora creo que siempre es mejor aprender la lengua de signos desde pequeño porque si no es así no entiendes lo que te están diciendo. Dedicaba muchas horas a estudiar pero no aprendía nada. Leía los libros, pero no entendía lo que significaba su contenido. Volviendo la vista atrás, me da cierta pena y también rabia.




En primaria recortaba dibujos, pero no debía hacerlo muy bien porque más de una vez la profesora me pegó en la cara. Sí, quizás estuvieran mal hechos, pero no sabía cómo hacerlo bien, porque no oía lo que explicaban. Cuando lloraba, mis compañeros me consolaban. Me sentía triste y creía que era un inútil que no sabía hacer nada. Ahora comprendo que el problema estaba en que no sabían cómo explicarme las cosas.




En la media hora que duraba el recreo jugaba con mis compañeros al fútbol. Después volvíamos a clase hasta las una y media del mediodía, hora de entrar en el comedor. A las cuatro y media de la tarde terminaban las clases, me venían a buscar en coche y me llevaban a clase de logopedia. Elisa, mi profesora, me enseñaba a pronunciar las palabras y leíamos libros para después contestar preguntas relacionadas con la lectura. A veces se ponía agresiva si no sabía hacer lo que me decía. Cuando esto ocurría me asustaba un poco. Además, me cansaba tener que ir todas las tardes a aprender a hablar correctamente.




Una vez en casa, merendaba y veía la televisión. Después subía a mi cuarto con mi hermano para hacer los deberes y leer. Leía a cualquier hora. Me gustaban los libros, aunque no sabía muy bien qué decían todas esas palabras. Después de cenar todos juntos, mi hermano y yo nos íbamos a dormir, no sin antes enzarzarnos en alguna pelea.




Cuando acabé el colegio empecé a trabajar en la oficina de mi padre. No existían los despertadores con luz o vibración, así que era mi hermano quien me avisaba por las mañanas. Después de asearme y vestirme me preparaba el desayuno. Mientras, mis padres leían los periódicos.




Iba a trabajar a la empresa inmobiliaria de mi padre. No me gustaba estar en casa. Además, quería ser como los demás. No me gustaba la idea de conformarme con ser diferente porque soy sordo. He de reconocer que he tenido suerte. Sé que hay muchas personas sordas que no tienen trabajo. Si me quedaba en casa mi cabeza empezaba a pensar un montón de tonterías, me entristecía. Para evitarlo hay que buscar la compañía de los demás. Me gusta relacionarme con las personas que tengo a mi alrededor, lo que ocurre es que a veces no puedo comunicarme con ellas por mi sordera.




Me gusta ir a trabajar y aprender cada día cosas nuevas. En la oficina mi padre ocupaba el despacho de dirección y a veces se reunía con su hermano y mis hermanos en largas reuniones de trabajo. Yo nunca estuve en reuniones de este tipo porque no entiendo lo que dicen. Si estoy con una persona que me mira y habla despacio sí puedo llegar a leer sus labios. Pero si son muchas las personas que hablan a la vez es imposible entenderlo todo. Esto me hace sentirme un poco mal. Si en estas reuniones de empresa cuentan algo importante, luego se ocupan de hacérmelo saber.




Yo empecé trabajando en el departamento técnico. Mis compañeros me enseñaron a dibujar y revisar los planos de los pisos. Al principio me daba vergüenza porque no sabía cómo hacer las cosas y tenían que enseñármelo todo. A veces me daba apuro preguntar las cosas que no entendía, no decía nada ante el temor de que se rieran de mí. Ya me he acostumbrado a estar con ellos. Cuando entré, algunos compañeros me miraban de una forma rara, no sabían hablar conmigo y yo me molestaba. Ahora me da igual, lo mejor es no hacer caso. En general, tengo muy buena relación con ellos. Bromeamos y nos reímos mucho. A veces me enfado, pero el cabreo se me pasa pronto. He aprendido a tranquilizarme y relajarme.




Cuando veo a mis compañeros tomando un café, charlando y gastándose bromas, me gustaría poder entenderles mejor. Siento un poco de envidia sana. Pero creo que lo más importante es que puedo trabajar y que estoy muy orgulloso de lo que hago.




He aprendido informática. Cuando tomé mis primeras clases todavía no existía el Windows y familiarizarte con el MS-Dos era muy pesado.




Ahora trabajo de administrativo en el Departamento de Contabilidad. Estoy muy contento. Tengo un despacho para mí solo, incluso un teléfono DTS especial para personas sordas. Me han enseñado a trabajar con otros programas informáticos. A lo que me dedico es a revisar datos relacionados con la contabilidad de la empresa, para lo que me ayudan mis compañeros Paco y Emiliano. Si las cosas no salen bien, a veces me pongo nervioso, pero me tranquilizo y pienso que tengo que ser ordenado haciendo mis tareas. Evito ir demasiado deprisa para no equivocarme. Si me agobio porque hay mucho trabajo, pido ayuda a mis hermanos o a algún compañero. Estoy pensando en cambiar de nuevo de puesto dentro de la empresa. Me gustaría seguir aprendiendo cosas nuevas porque hacer siempre lo mismo es aburrido. Alguna vez también he pensado buscarme otro trabajo que no tenga nada que ver con la empresa familiar, pero eso es muy difícil para mí.




Soy consciente de que he conseguido mi trabajo porque la empresa es de mi familia. Aún así, me cuesta desempeñar mis funciones, y cada día me esfuerzo un poco más para hacerlo mejor. Muchas personas sordas no encuentran un trabajo a pesar de que existe una ley que favorece a las empresas que contratan personal discapacitado. También sé que los que trabajan tienen sueldos muy bajos y que los puestos no son muy buenos.




En mi empresa hay otra persona sorda. Es amigo mío y trabaja de informático. Me gustaría poder ayudar a todas aquellas personas sordas que no encuentran un trabajo ajustado a sus necesidades, pero no sé cómo hacerlo.




Mis padres siempre se preocuparon por mí. Me daba vergüenza estar con desconocidos. Me sentía frustrado, muy aislado. Tenían miedo de que me fuera solo a la calle y pudiera tener algún accidente o cruzar la carretera de forma imprudente. Así que siempre se asustaban cuando no estaba en casa.




En noviembre de 1992 mis padres solicitaron a un abogado que les ayudara a anular el reconocimiento de mi incapacitación total. En el juicio acudí en compañía de mis padres, mi hermano, mi cuñado, mi médico de psiquiatría y Almudena, mi profesora de redacción. Una vez en el banquillo, Almudena intercambió unas palabras con la juez sobre mí. La situación se complicó; la magistrada empezó a ponerse nerviosa al no poder comunicarse conmigo, así que no repetía nada para que le entendiese mejor. Me puse colorado del bochorno por la humillación que estaba pasando (creo que me despreció, aunque a veces las personas sordas creemos cosas que no son, por el simple hecho de no saber qué está ocurriendo o qué se está diciendo). La juez tomó una hoja y un bolígrafo para hacerme algunas preguntas. Pero tampoco entendía lo que me escribió. Al final, la sentencia no aprobó retirar mi incapacitación total. Me sentí fatal.




El año pasado volvimos a ir a juicio por el mismo tema. Nos vimos con la misma juez, que esta vez sí me ayudó en la comprensión de las preguntas realizando enunciados más cortos y fáciles de entender. En menos de un mes obtuvimos una respuesta favorable. Ya no me consideran incapacitado. Soy una persona independiente, puedo viajar en transporte público, o realizar compras sin necesidad de que otra persona vaya conmigo.




Fue una alegría muy grande para mí, para mi familia y para los compañeros de trabajo. Con este logro, he conseguido tener las mismas posibilidades que el resto de las personas. Ahora sí puedo, por ejemplo, votar en las elecciones. Es una noticia muy positiva para mi futuro.




En 1992 fui a Barcelona con mis padres para realizarme un implante coclear y poder oír mejor. Estuve ingresado en el hospital San José. Después de la operación me desperté en la habitación. Todavía no podía oír nada. Mi cabeza estaba vendada para que la herida cicatrizase. Una vez curada, volví a casa. Recuerdo que alguien me dijo: «¡Hola!», y la onda de la palabra llegó hasta mi oído. En todas partes se producen ruidos. Los hay en el interior de las casas, en las calles, hasta en el campo.




Sigo aprendiendo a leer y escribir con Almudena, mi profesora, tres días a la semana. Releo lo que no entiendo y consulto en el diccionario las palabras que no conozco. Si sigo una orden y voy despacio consigo entenderlo todo. Después tengo que responder a las preguntas relacionadas con el tema de la lectura. También realizo redacciones sobre asuntos que me interesan. Escribir me sirve muchísimo para poder comunicarme a través del ordenador, con el messenger o el chat.




También he aprendido algo de lengua de signos. Iba a clase en el centro que la Asociación de Padres y Amigos del Sordo (ASPAS) tiene en Madrid. Al principio tantos signos me confundían. Aprendíamos a signar viendo cómo lo hacía nuestro profesor y dialogando entre nosotros.



Hace un par de años mi madre y mi profesora particular buscaron ayuda porque me encontraba triste, nervioso y muy irritable. Acudí a la consulta de un psicólogo. Estaba tan hundido que no tenía ganas de hablar con nadie. Enseguida me ponía nervioso y me enfadaba. Ahora me siento mucho mejor, me han ayudado a pensar en positivo.




Me encanta viajar y conocer nuevos lugares y personas distintas. Me apunté a la Asociación de Sordos de Valladolid para hacer una excursión a un pueblo de Santander. Fui solo desde Madrid y me lo pasé de maravilla.




También he estado en el Albergue Juvenil Área de Viveiro, en Lugo, donde practiqué deportes náuticos y realicé un montón de actividades culturales; en los juegos deportivos autonómicos de Zaragoza; y en León, Castellón y Bilbao para visitar a amigos.




Asisto a la clase de gramática que imparte la Asociación de Sordos de Madrid los lunes y miércoles por la tarde. La profesora explica en lengua de signos las frases y ejercicios del día, que luego nos repasa para evaluarnos y corregir los fallos que tenemos. También voy a clases de informática. La asociación es un buen lugar para hacer amigos.




Además, aprendo pintura y dibujo en una academia. Ya tengo algunos dibujos enmarcados de los cuales me siento muy orgulloso. De momento trabajo sólo en blanco y negro. Más adelante pintaré en color, sólo cuando perfeccione el dibujo.




Como me gusta el deporte, también voy al gimnasio y además de hacer ejercicio, me meto en la sauna y el jacuzzi para relajarme.




También me gustaría trabajar de voluntario ayudando a personas sordociegas. La Asociación de Sordociegos organiza conferencias, actividades y viajes. En uno de estos encuentros me presentaron a Isabel, una gran amiga. Es sordociega. No oye y ve muy poco porque tiene mucha miopía. Nos escribimos cartas para mantener el contacto. Estoy deseando ir a Almendralejo para verla y visitar su pueblo.




Algunos fines de semana me escapo a la montaña para hacer senderismo con grupos que organiza la Federación Madrileña de Deportes para Sordos. Ahora me gustaría dedicarme a deportes que se practiquen al aire libre como, por ejemplo, la bicicleta de montaña.




Desde octubre del 2006 acudo al centro médico La Masó para aprender a oír escuchando las voces de los profesores y para hablar mejor leyendo libros en la clase de logopedia.




Colaboro con la ONG Intervida ayudando a personas de otros países que no tienen recursos económicos, comida ni agua. Me impresionó mucho la foto de Francisca, una niña de Guatemala de siete años. La he apadrinado. Ahora va al colegio, aprende, se ríe y comparte un montón de juegos con sus compañeros. Qué gran suerte tenemos de vivir en España. En otros sitios no tienen nada.




Me encanta navegar por Internet y entrar en foros. Puedo buscar información de todo lo que me interese, comunicarme con distintas personas y enterarme de noticias y cosas realmente curiosas. Como he conseguido escribir mejor y entender todo lo que leo, todo es más fácil. Tengo una página web (www.jesusmariabanus.es) que he dedicado a la sequía, un tema importante que nos afecta a todos. He hecho varios cursos de Internet en la Confederación Estatal de Personas Sordas, pero creo que debería profundizar más porque la información avanza deprisa.




Las personas sordas necesitamos intérpretes para acudir a hospitales, juicios y otras gestiones de la vida diaria. Los oyentes hablan muy rápido y no podemos basarnos en una lectura labial para entender una conversación. Recientemente el Congreso de Diputados reconocía la lengua de signos como la lengua oficial de las personas sordas. Hemos avanzado mucho. Estamos en el camino para conseguir la igualdad de derechos y poder ser más independientes.







Mis amigos son sordos y sordociegos. Me comunico con ellos a través de la lengua de signos. Salimos a tomar algo y por la noche vemos juntos la televisión. Los domingos por la mañana me monto en el autobús 124 hasta llegar a la glorieta de Cuatro Caminos, donde me bajo y camino hasta la Parroquia Santa María del Silencio. El párroco se dirige a las personas oyentes congregadas y un intérprete signa el mensaje para nosotros.




A veces voy de tiendas para comprar algo de ropa. También me gusta ir a comprar libros. Me encanta leer en casa, cuando viajo en tren o cuando espero en la consulta de mi psicólogo. Tengo toda clase de libros, desde cuentos hasta manuales de medicina con los que aprendo un montón de cosas sobre el cuerpo humano. La lectura me entretiene, me hace pensar sobre aquello que he leído. Algunas personas son muy reticentes a leer. Yo creo que leer nos ayuda muchísimo a aprender cosas importantes sobre la vida.




Algunos fines de semana los pasamos en la finca que tenemos entre las provincias de Toledo y Ciudad Real. Viajamos por tierras toledanas. Nos fascina el paisaje y no dejamos de visitar el Monasterio de San Juan de los Reyes.




Estando en la finca madrugo por las mañanas y veo cómo los pájaros revolotean alrededor de la casa. Me invade una bonita sensación de libertado cuando paseo con mi perra Copi por el camino serpenteante del Parque Nacional de los Cabañeros, donde habitan un monton de especies animales como el corzo, el halcón o el buitre negro.




En Madrid dispongo de un dispositivo de teléfono para sordos (DTS). Con él puedo hablar con personas oyentes, ya que la comunicación se basa en un servicio de intermediación. Yo escribo con un teclado el texto que deseo comunicar y el servicio de intermediación se lo comunica en lengua oral a la persona oyente que está al otro lado del aparato. Después recibo por escrito la respuesta de mi interlocutor y lo veo a través de la pantalla que hay junto al teclado.




El teléfono móvil también es muy útil, porque aunque no oigo sí puedo mandar y recibir mensajes para comunicarme.




También me gusta leer los subtítulos para sordos en la televisión. La ley que reconoce la lengua de signos como oficial también tiene previsto crear el Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción para que toda la información nos llegue de manera correcta. El problema está en que los subtítulos aparecen y desaparecen muy deprisa y muchas personas sordas no tienen la agilidad lingüística para seguirlos correctamente y enterarse de la información que transmiten.




Cuando se celebró el Día del Libro acudí al Círculo de Bellas Artes. Leían El Quijote y teníamos un intérprete que signaba la lectura. Entendía algo, pero no todo. El Quijote es un libro difícil de comprender porque su vocabulario es muy antiguo. Me gusta leer Platero y yo. Es un libro precioso. Me dedico a leer poesía, incluso me he atrevido a escribir algunos versos.




En resumen, esta es mi vida. Ahora me siento mejor que cuando era más joven, pero todavía echo en falta poder comunicarme más y mejor con la gente que me rodea.




Sé que a veces me cuesta aprender, pero creo que esto le pasa a todo el mundo alguna vez en la vida. Tengo mi propio ritmo, soy consciente de mis limitaciones y las asumo. No me importa. Voy despacio y no pasa nada. Me siento orgulloso de mí mismo.




Ahora los niños sordos tienen más oportunidades de aprender, conocen la lengua de signos desde muy corta edad y disponen de más adelantes técnicos. En mi época no había tantas ventajas.




Me gustaría ser más independiente y vivir solo en una casa que estuviera cerca de donde vivo ahora. Así, podría ver a mi familia a menudo y les pediría ayuda si la necesitara. Tal vez en el futuro pueda independizarme. No lo sé.

Hasta aquí he contado todo lo más importante sobre mí. Espero que aquellas persoans que lean este realto puedan hacerse una idea de cómo es la vida de una persona sorda. Soy como los demás, aunque todo me cuesta un poco más de esfuerzo. Pero, poco a poco, puedo ir consiguiendo todo lo que me proponga. Avanzar es lo más importante.

 
No había otro libro para leer en Braille que " Así habló Zaratustra" cacho cabrón

Si te coje Nietzsche leyendo su magna obra en un libro para ciegos te pega una hostia que te viste de torero
 
Creo que esto ya lo he contado. Mi madre, a consecuencia de un tratamiento con fuertes antibióticos ototóxicos perdió completamente el oído a los 40 años, debido a otros problemas que no vienen al caso se le declaró una minusvalía de más del 80 %. Recuerdo como al principio todo el mundo intentaba comunicarse con ella a toda costa y como con el tiempo el único que le contaba cosas escribiéndolo en una libreta que ella siempre llevaba era yo. Nunca aprendió lengua de signos y siempre estaba deprimida y paranoica (esto es común en gente que no oye, al no saber lo que la gente dice, a veces piensan que están hablando de ellos y cosas así). Aparte muchas veces estaba irritable, yo intentaba ser cariñoso con ella pero la veía tan cansada y desesperada...

Tras mucho luchar, con el tiempo, conseguimos que le hicieran un implante coclear. Al principio la cosa no mejoró mucho ya que ella pensaba que iba a recuperar la audición por completo y ni mucho menos fue así. Hoy por hoy, no puede valerse sola, si quiere ver la tele debe ser con subtítulos, si quieres decirle algo o se lo escribes o, muy lentamente, vocalizando bien y repitiendo a veces, le cuentas lo que sea.

Desde que tengo uso de razón siempre he tenido que lidiar con familiares minusválidos y sé que su vida es muy dura y a veces triste. Tratar continuamente con personas así a la larga o te destruye (como es el caso de mi padre) o te hace brotar una sensibilidad especial lo cual creo, es mi caso a medias. Pensad que la vida siempre os puede tratar peor y que todo es susceptible de empeorar. Valorad lo que tenéis ahora. Un saludo.
 
Darky, querido, ¿para cuándo tu Hilo Definitivo Sobre la Vida, hijo puta?

:?
 
Hacia tiempo que no me deprimía tanto. Me voy a pegar un tiro, ahora vuelvo.


Interesante la mafia que tienen montada con los implantes. Me parece vergonzoso. Sólo espero que se abarate rápidamente todo. Por lo que sé, se están haciendo bastantes progresos en el campo.

Lo de darkiano carbonatando su cocacola casera con una bombona de CO2 sacada de una obras a la luz de las lamparas de aceite oscilando peligrosamente en su alcoba cual Buda sediento, o leyendo a Nietzche en Braile en la oscuridad total, me tiene ojiplatico. Un jodido héroe de nuestros tiempos. Este tio es bigger than life. Mesías foril certified.


:121:121 ¡¡Eternal Respect!!
 
Si tu coges un post de Darkiano y lo "traduces" al braille en un papel más o menos resistente le quitas la pintura al casco de un yate de 12 metros.
 
Lolitonta rebuznó:
De hecho, existe el sistema de signos internacional (SSI), lo que pasa es que sólo se utiliza en convenciones internacionales y tal: SISTEMAS DE SIGNOS INTERNACIONAL No es muy rentable aprendérselo, a menos que te vayas a codear con la élite mundial sordil.

Joder, pues no sé por qué sólo se utiliza en convenciones internacionales. Digo yo que si los oyentes aprendemos inglés que es el lenguaje internacional, bien podría la comunidad sorda mundial aprender ese lenguaje y comunicarse a través de internet con sordos de todo el mundo, no sólo cada uno con los sordos de su país.

Y con el tiempo y con la globalización, convertir esa SSI en la lengua por defecto, una lengua universal para todos. Creo que sería lo ideal.

Por lo que he leído ocurre justo al contrario: cada comunidad autónoma particulariza algunos signos y hay bastante lío.



Lolitonta rebuznó:
Desde entonces me quedé con ese gusanillo del "qué pasaría si me implantara...". Pero no me atrevo, en primer lugar porque puede haber efectos secundarios horribles.

Pero, ¿y si todo saliera bien? Sería un sueño. Poder ir a cualquier parte, y entablar conversaciones fluidamente con quien me interesase, sin miedo alguno... además de no tener que perder más a nadie por el distanciamiento que supone la incomunicación, ni verme limitada a Internet. Y yo qué sé qué cosas más, viajes, estudios, trabajos... ¡Qué grandes cosas puede hacer alguien que oye! Nunca entenderé cómo alguien que oye puede estar deprimido, desmotivado. Lo tiene todo, joder, sólo debe lanzarse y reírse, disfrutar. Joder, me cago en la puta, ya estoy emocionándome de nuevo. :lol:

Pues chica, no creas que oír bien te iba a convertir la vida en algo maravilloso ni de lejos. Si los demás no tenemos una vida estupenda pese a oír, es por algo. Tu carencia auditiva te limitará muchísimo, no digo que no, pero de ahí a pensar que tus problemas se iban a solucionar por oir... ya te digo yo que ni de coña. Es como si un sordo profundo pensase que por oír como oyes tú, su vida sería una maravilla. Pues no, ya ves que no. Es mejor, te limita menos, pero ya está. Igual te sorprendías de que si pudieras oír perfectamente, te verías igual de aislada que ahora. El resto de nosotros también lo estamos, así que ya ves.

Lo del implante es una decisión tuya y supongo que deberías hablar con aquellos que hayan sido implantados, les haya ido bien o no, para hacerte una opinión.

Por lo que yo he leído, aun falta bastante para que eso sea seguro al 100 % y que sirva realmente. Hay un riguroso proceso de selección porque no a todo el mundo le funciona. Y si tiene esos efectos secundarios, pues es para pensárselo. Si no te quieres arriesgar a esos efectos secundarios, yo que tú ni me lo planteaba y haces bien en seguir como estás, aunque eso ya tú debes verlo.


Lolitonta rebuznó:
Mierda de pelis. La primera por estar sobrevalorada cuando es de lo más normal e incluso aburrida, y la segunda por ser sencillamente estúpida (en particular por aquello de que la sorda pueda leer a distancia, como si de un superpoder se tratase, anda no me jodas).


¡Uy lo que me ha dicho! :lol:

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(pásame la escopeta recortá que se va enterar esta, meterse con "hijos de un dios menor...")




En cuanto al resto, supongo que a los demás le habrás llegado al corazoncito porque no he leído ninguno insultándote ni trolearte, lo que me ha extrañado bastante.

Por mi parte te diré que la autocompasión es muy peligrosa, no caigas en ella y tampoco busques la compasión de los demás. Es tu vida, será una mierda (como la de todos, no creas que mucho peor), pero es tu vida. Vívela y ya está. Los sentimientos compasivos propios o ajenos no traen nada bueno la mayoría de las veces.




Torquemada2.0 rebuznó:
No había otro libro para leer en Braille que " Así habló Zaratustra" cacho cabrón

Si te coje Nietzsche leyendo su magna obra en un libro para ciegos te pega una hostia que te viste de torero

Nietzsche no hará, ni dirá, ni pensará nada, porque hace ya mucho que no existe, puedo limpiarme el libro con sus libros o ponerlos en un altar, que da igual.



Argail rebuznó:
Desde que tengo uso de razón siempre he tenido que lidiar con familiares minusválidos y sé que su vida es muy dura y a veces triste. Tratar continuamente con personas así a la larga o te destruye (como es el caso de mi padre) o te hace brotar una sensibilidad especial lo cual creo, es mi caso a medias. Pensad que la vida siempre os puede tratar peor y que todo es susceptible de empeorar. Valorad lo que tenéis ahora. Un saludo.


No pretendo ser cruel, pero es que os estoy imaginando a todos con el pauñelito en la mano llenándolo de lagrimones y mocos con este hilo, y creo yo que ya está bien la cosa, coño. :lol:

Sí que se te ha visto esa sensibilidad especial en el foro ligue, sí, pero no sé yo si será bueno que la tengas, la verdad. Mira a tu alrededor y baja de las nubes: vivimos en un mundo psicópata, cruel, despiadado. Sobrevive o muere y el que sea débil que se prepare a ser devorado a dentelladas. Ese es mi mundo, ese es el tuyo aunque no te des cuenta. La sensibilidad hay que tenerla controlada y si no sale casi nunca a la superficie, tanto mejor.





Capitán Hediondo rebuznó:
Darky, querido, ¿para cuándo tu Hilo Definitivo Sobre la Vida, hijo puta?

Cariño, sabes bien que no puedo escribir eso porque estoy muerto por dentro, y espero estarlo por fuera también a no demasiado tardar.

Que lo abra el sensible de arriba si eso. :lol:

Yo me conformo con poner otro post de los sordociegos, información de las tecnologías que usan actualmente ciegos y sordos, y pasar a otro asunto.


melpomene rebuznó:
Lo de darkiano carbonatando su cocacola casera con una bombona de CO2 sacada de una obras a la luz de las lamparas de aceite oscilando peligrosamente en su alcoba cual Buda sediento, o leyendo a Nietzche en Braile en la oscuridad total, me tiene ojiplatico. Un jodido héroe de nuestros tiempos. Este tio es bigger than life. Mesías foril certified.


:121:121 ¡¡Eternal Respect!!


Qué respeto ni que ocho cuartos. Si me busco todas estas aficiones es para no acabar tirándome por el balcón, cojones.

Pero vamos que si queréis monto una secta en el foro y nos suicidamos todos así en familia. Sería bonito.
 
Comprar cincuenta mil cachivaches de la época del bisabuelo para afeitarse.

Fabricarse la gaseosa y la cerveza en casa. ¡Ah! Y los jabones.

Y ahora aprender el lenguaje de ciegos y sordos, así como para distraerse...

:shock:
 
Manchuria rebuznó:
Comprar cincuenta mil cachivaches de la época del bisabuelo para afeitarse.

Fabricarse la gaseosa y la cerveza en casa. ¡Ah! Y los jabones.

Y ahora aprender el lenguaje de ciegos y sordos, así como para distraerse...

:shock:

B.S.O.-Phenomenon.jpg




Es que no has visto la peli o qué.


Nunca dije que fueran alienígenas, sólo que vi unas luces en el cielo, sólo eso.
 
Con la edad que debes tener, lolitonta, no creo que te sirva de mucho ponerte el implante coclear, y más sin saber aún a ciencia cierta las posibles consecuencias a largo plazo. Por cierto, hablando de películas de sordos, te dejaste "Profesor Holland", una joyita genial.

Profesor_Holland-255059476-large.jpg


La dejo en youtube:

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Nunca vi película de sordos.

De hecho, ni pensaba que existía ese subgénero cinematográfico...
 
Monstroid rebuznó:
Pues ahí tienes:

54552c.jpg

La acabo de ver ahora mismo justamente. Mientras buscaba información adicional sobre sordociegos para hacer el último post (¿Qué mejor actividad para un sábado por la noche? :lol:)

Ya no hacen películas como esa, desde luego:

- Lógralo Helen, ¡lógralo! Yo quería enseñarte lo que somos, la luz que traemos y dejamos tras de nosotros en palabras. Verías cinco mil años de historia al resplandor de las palabras. Todo lo que el hombre piensa, siente y sabe lo expresa con palabras, y ellas disipan las tinieblas.
...
- Estoy segura que enseñándote las palabras pondría el mundo en tus manos, ¡y no me conformaré con menos!


Escalofíos me dan. :lol:
 
"Hijos de un dios menor" me parece la pelicula mas hipocrita de lo historia. No hay mas que preguntarse si la jodida sorda le hubiese importado a alguien en el caso de ser fea.

El accidente que me dejo medio sordo (o mejor, duro de oido, como el profesor Tornasol) estuvo a medio milimetro de laminarme la vida, asi que no me quejo. Una vez acostumbrado a la compañia del acufeno (el alcohol destilado y los cambios de tiempo lo suelen poner a niveles estratosfericos), me quedan medianas limitaciones, como tener que hacerme repetir las cosas o que un compañero de guardia me tenga que avisar cuando mi busca lleva un buen rato sonando. Pero lo mas grotesco y desagradable de todo fue la musica: lo extraña que suena una cancion que has oido muchas veces cuando no percibes los agudos, y preguntarte cual sera el verdadero sonido de una melodia que descubres.

Quizas algun dia me compre unos audifonos, y tal. De momento me un poco de repelus imaginarme con ellos.
 
stavroguin 11 rebuznó:
"Hijos de un dios menor" me parece la pelicula mas hipocrita de lo historia. No hay mas que preguntarse si la jodida sorda le hubiese importado a alguien en el caso de ser fea.

Te esperaba... Fué una peli que vi unas cuantas veces de niño; pues me gusta como trabaja William Hurt. Ahora adulto recuerdo a la protagonista como una engreida insoportable... Aunque para ser honesto eso tambien me lo pareció en su dia.
 
stavroguin 11 rebuznó:
"Hijos de un dios menor" me parece la pelicula mas hipocrita de lo historia. No hay mas que preguntarse si la jodida sorda le hubiese importado a alguien en el caso de ser fea.

El accidente que me dejo medio sordo (o mejor, duro de oido, como el profesor Tornasol) estuvo a medio milimetro de laminarme la vida, asi que no me quejo. Una vez acostumbrado a la compañia del acufeno (el alcohol destilado y los cambios de tiempo lo suelen poner a niveles estratosfericos), me quedan medianas limitaciones, como tener que hacerme repetir las cosas o que un compañero de guardia me tenga que avisar cuando mi busca lleva un buen rato sonando. Pero lo mas grotesco y desagradable de todo fue la musica: lo extraña que suena una cancion que has oido muchas veces cuando no percibes los agudos, y preguntarte cual sera el verdadero sonido de una melodia que descubres.

Quizas algun dia me compre unos audifonos, y tal. De momento me un poco de repelus imaginarme con ellos.


¿Lo ves, Lolitonta? No por oír mejor tu vida va a ser perfecta.

Deja de autocompadecerte y supérate a ti misma, o acabarás como este caballero, que supuestamente lo tiene todo, pero su infinita lástima hacia si mismo lo lleva a... bueno, a la vista está.

Yo soy bajito, por poner una de las mil limitaciones que tengo. ¿Sabes lo que significa en un mundo donde cualquier mujer tolera cualquier cosa física de un hombre menos eso? Pero si dejara que eso me influyera, no tendría tiempo para hacer otra cosa más que lamentarme, y no tengo tiempo ni ganas de hacerlo, no me sale de los huevos. Los hay peor, los hay que son sordos, y todavía los hay peor, que son sordos y ciegos, y todavía los hay peor, los que están en una puta silla de ruedas y sólo pueden mover la cabeza.

El próximo que me venga con la mierda de la autocompasión lo mando a tomar por el culo.

Venga, a descargarse todo dios "el milagro de anna sullivan", mañana os pongo un exámen de la peli. A ti el primero, Stavroguin.
 
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