ilovegintonic rebuznó:
Y tú vas a preguntarle a dos amebas como el sartenes y el ciclao para, supongo, creer que tú tienes la razón al enfrentarte en el ring con dos plumas.
Vamos a empezar por el tema Barça.
Si a mí me dices firmar la independencia mañana mismo a cambio de, ya no desposeer al Barça de todos sus títulos y competiciones, sino de que yo mañana cuando vaya al Camp Nou ya no me encuentre con el Camp Nou sino con un gran descampado destinado a aparcar coches, yo firmo a una velocidad de no menos de 234 kilómetros por hora.
Piensa en lo lamentable de tu discurso. Piensa en lo que ofreces. Una puta Liga. Un puto deporte. Probablemente sea lo más que puedes llegar a ofrecer. Porque nunca podrás ofrecer que dejemos de pagar lo que no está escrito a cambio de recibir mucho menos. De hecho para España que Cataluña dejara de aportar y dejara de ser saqueada sería algo así como una discoteca sin música. Algo que no tiene sentido, algo disfuncional. Tampoco podrás ofrecer que se deje de dar el coñazo con el tema de la inmersión lingüística y sus eternas mentiras. Tampoco podrás ofrecer otras competencias que los catalanes deseamos. Por supuestísimo no podrías ofrecer un proyecto con cara y ojos para esta España, que nunca, pero nunca, jamás, cambiará. Seguirán los mismos vicios de siempre, los mismos amos de siempre, las mismas fobias de siempre, siempre en España habrá "lo de siempre".
Supongo que en realidad no podríais ofrecer todo eso porque al fin y al cabo de algún modo todos esos deseos se traducirían básicamente en darnos la independencia, que es lo que se reclama aquí.
Y son esas cosas importantes las que hacen movilizarse a la gente. Un equipo o una competición deportiva, como puedes comprender, no pueden contrarrestar todas esas cosas. Como bien dijo Arrigo Sacchi, el fútbol es la cosa más importante de entre las cosas que no son importantes. Crear una Liga menor sería una putada, pero no pasaría de anécdota si analizamos lo que se gana en la báscula.
En cuanto al famoso tópico que desde un tiempo a esta parte os ha dado por repetir como loros, esto de que los catalanes somos robots que hacemos lo que nos dicen y no poseemos voluntad ni criterio básicamente porque el camino que tomamos no es el que vosotros queréis que tomemos, pues resulta un poco como el chiste del loco de la autopista en dirección contraria que mientras esquiva coches piensa que son los demás los que andan equivocados.
Hay que ser merluzo para creer semejante imbecilidad y usarla de argumento.
Es tener poca empatia y capacidad para ponerse en el lugar del otro. ¿Tú te has puesto alguna vez en el lugar de los catalanes? Yo sí me he puesto en el lugar de los "otros". Ok. Voy a imaginarlo.
He nacido aquí, en Segovia. Cuando era niño e iba a la EGB me enseñaron que hay unas cosas llamadas comunidades autónomas, que conforman un país llamado España, al que yo pertenezco. Al parecer hay unos tíos por ahí, arriba a la derecha, en una de esas comunidades autónomas, que hablan un poco raro y quieren abandonar este país. Yo no puedo aceptarlo. Hay que ser francos. Nacieron conmigo, mi abuela se fue a Barcelona en el 59 y tengo primos allí y mis tios de niño me compraron la camiseta azulgrana de Koeman con el 4 a la espalda, el instinto más primario me dice que mi territorio es este y que si desaparece un cacho de él desaparece un cacho de mí. Aunque en mi vida haya pisado las Ramblas y lo más cerca que estuve de Cataluña fue aquel verano en la playa de Alicante. Pensar que eso me tiene que gustar es como pensar que se follan a mi novia delante mío y todavía tengo que aplaudir. No puede ser. Yo, ese catalán que ahora mismo se está encerrando en la piel de uno de Segovia, es capaz de entender que para ese segoviano esta historia es difícil de digerir.
Ahora bien, para que esta historia sea más llevadera para ese segoviano ese segoviano ha tenido que comerse un importante bombardeo de mitos y, bueno, lo que vosotros llamáis "adoctrinamiento". Ha leído que los catalanes vivimos de España aunque los números son los que son y no se pueden discutir como ha podido llegar a leer que en verano de 2014 se iba a inaugurar una gran mezquita en la barcelonesa y ex plaza de toros de La Monumental para acabar de joder bien al concepto español. Entre ambos disparates ha leído y escuchado infinidad de falsedades. Ese segoviano necesita justificarse porque en pleno siglo XXI no puede apelar a ese simple y primitivo instinto básico que le dice que no, que eso de que se vayan los catalanes no puede ser, y por tanto le han llovido excusas interminables, una de ellas, paradójicamente, es que a nosotros nos han calentado la cabeza.
En Cataluña, de igual forma, se barre para casa. No podéis esperar que en Cataluña se aplauda a Felipe V, se quiera hablar en castellano en vez de en catalán, se entregue una pasta desmesurada tan alegremente dando saltos de alegría o no se denuncie a la otra parte cuando un militar del Ejército español se pone bocazas y amenazante. Es que hay que ser subnormal para no entender que cada uno lucha por lo suyo y que ambos vivimos situaciones de contraste.
La iniciativa independentista en Cataluña es soportada básicamente por una generación que estudió en castellano. Si vas a las grandes manifestaciones verás que la gente que abunda son nacidos en las décadas de los años 60, 70 y principios de los 80. Esa gente que hoy son papis. Yo entro en esa franja de edad y mis profesores eran todos venidos de Castilla. Hablaban el catalán que hablas tú. Jamás en la vida nos explicaron como puedes comprender nada de lo que algunos ignorantes que necesitan buscar explicaciones pueden pensar. Incluso eran tardofranquistas, profesores educados en aquella etapa y aquellos valores franquistas.
No se sostiene por ningún lado nada de lo que decís. Además de hecho un niño es un niño y ciertas cosas no le interesan. A mí en el colegio me explicaron la vida de Jesús o la hazaña de Colón y básicamente me entraba por aquí y me salía por allá, reproducía lo que me contaban cuando me lo preguntaban y ya está. No es hasta que eres adulto cuando puedes empezar a sentir interés y cuando puedes empezar a analizar y percibir lo que estos personajes o cualquier otro personaje o hecho histórico han supuesto según tu punto de vista.
Para España según su testimonio el padre de las Islas Filipinas al que fusilaron era un traidor muy malo muy malo que no tenía ni puta idea, pero para las Islas Filipinas aún hoy en día ese mismo personaje es un héroe por el que se levantan monumentos y por el que se celebran fiestas nacionales.
Es imposible que todo el mundo corresponda a vuestros intereses, y el que no corresponde a vuestros intereses no significa que sea tonto, o que le engañen, o que le manipulen.
Coño, es que sois subnormales.