Mongüiver
Subnormal
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Hola cenutrios.
No, no soy el hermano feo de Dani Mateo, soy Santiago Vázquez, conocido por mis excelsas apariciones en la nave del misterio del traidor Mirmidón.
¿Hablas de mí?
Sí, de tí y de la cosa esa con dientes a la que veremos prontamente en el fecundo hilo
https://foropl.com/fotos-tias-buenas/65767-embarazadas-lactosa.html
Pues cuenta tu mierda o ábrete de una puta vez, tiñoso.
Éste es mi hilo, baboso. En él la forisma procederá a contar sus experiencias con la otra realidac. Acudirán a sus más oscuros recuerdos de pavor y terrores nocturnos.
Contarán sus momentos de canguelo máximo en lugares siniestros como casas chungas,
edificios de largos corredores,
apartados cortijos de terroríficas sinergías,
e historias de sus mayores y otros eventos paranormales no derivados del consumo de estupefacientes y psicotropos.
En suma éste es el hilo en el que se condensarán todas las movidas inexplicables que os hayan ocurrido.
Sí, ya sé, al principio mucho trolleo y mucho Norteño porculizando con la chica de la curva, pero como seamos capaces de poner historias que hagan accionar nuestros horripiladores... podemos cagar patatillas.
El Tito Mongüiver me ha contado una tontá para abrir fuego que procedo a transcribir. Es como sigue:
"Tengo un colega cuya familia materna procede de una zona agrícola de la provincia de Pontevedra lindante con la de A Coruña.
Éste amiguete lo es desde hace ya varios años y, aunque ya tuvimos una relación más estrecha, los vericuetos de la vida han hecho que, pese a vivir a no más de un kilómetro de distancia, lo vea de higos a brevas.
En todo caso es un amigo de los de verdad, de los que llegas a conocer a su familia y blao.
Su tía vive en una aldea de la zona antes referida, y con la coña de haber estrenado carné y coche nos fuimos a casa de la susodicha a pasar el finde mongoleando por la zona.
Para aquellos que no conozcan Galicia, que sepan que es inmensamente rural salvo unos siete a nueve núcleos de población más urbanizados y que por toda la geografía hay núcleos poblados que se jalonan entre ellos con casas solitarias e infinidad de pistas, caminos y carreteruchas de mala muerte que vertebran un red infinita.
Bueno, llegamos a la casa en cuestión y su tía nos acogió como es debido en Galicia, buen comer, buen beber y la casa a nuestra disposición. Lo de follar no entra en éste hilo.
A la mañana siguiente a nuestra llegada la tía nos dijo que si queríamos podíamos acompañarla a visitar a una vecina a la que le tenía que llevar unas cosas. Como no había nada que hacer dijimos que vale y nos encaminamos hacia otro grupo de casas no demasiado alejadas de la nuestra; unos 20 minutillos de paseo.
El día estaba de la hostia (inicio del verano) y el paisaje era estupendo. No recuerdo de qué hablábamos ni qué hacíamos, pero tras una curvita del camino de tierra (algunos sabréis que es común que haya caminos que no sean sino roderas con una vereda central de hierba)
la tía de mi colega se calló, empezó a apretar el paso y a fijar su mirada en el suelo.
Como vimos que no era normal y notamos una cara de circunstancias no dijimos ni mu; callamos, apretamos nuestros andares y nos mirábamos incrédulos sobre la razón del cambio de actitud de su tía.
A los pocos metros aparecía una casa muy miserable al borde del camino, toda ajada y con lo que aquí conocemos como silveiras por todo el contorno del jardín, señal de mala conservación.
Bueno, pasamos a toda hostia por delante de la casa y, justo al hacerlo, la tía de mi amigo apretó aún más el paso.
A mí ya me dió mala espina, pues soy muy, muy sugestionable y empecé a pensar en movidas chungas que hubieran ocurrido en la casa.
Al avanzar suficientemente por el camino mi amigo le preguntó a su tía qué pasaba con la casa esa y le dijo que era la antigua casa de una meiga.
Las meigas en Galicia no tiene porqué tener una connotación negativa, pues solían ser mujeres con conocimientos de emplastos, composición de luxaciones (el compoñedor es una figura muy popular a la que incluso Fraga acudía por sus problemas de cadera), y otros sobre tisanas etc., etc.
Las bruxas sí que tenían un carácter luciferino, pero ésta era meiga.
En cualquier caso no dejan de ser personajes mitificados a los que se le atribuyen poderes extraños fruto de la ignorancia y unas creencias protocristianas muy arraigadas (¿recordáis el lanzamiento de ajos al campo del Dépor desde las gradas ?)
Bueno, lo que nos dijo de la paisana fue lo que sigue:
La meiga esa se desplazaba por los caminos a saltos. Pero no a saltos de bote en bote, sino a saltos de varios metros con la típica cesta en la cabeza.
También nos dijo que era capaz de caminar sobre los cordeles metálicos que cerraban algunas fincas.
Eso para una vieja daba un yuyu que te cagas. Vamos, yo veo a una vieja dando saltos de cuatro y cinco metros y caminar sobre alambre con la puta cesta de las verduras y los huevos y me cago por la pata abajo.
Ahora que lo estoy escribiendo no puedo evitar que se me ericen los pelos de los brazos. Qué mal rollo.
Ni que decir tiene que a la vuelta fuimos por otra ruta para evitar volver a tropezar con la puta casa de los cojones".
Ya sabéis, hijos del misterio, en vuestras manos lo dejo.