a ver
carlos mandoni rebuznó:
Ah, es que la incoherencia c'est moi, madame..o monsieur. Lo que sea.
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Citemos bien
- "Monsieur, la solitude c'est moi" (L.Durrell, El cuarteto de Alejandria, en el primer volumen, Justine). No se llamaba Melissa el personaje?
Mandoni,
es usted - siguiendo con el tema del Cuarteto- una especie de Purserwanden venido a menos. Mas que venido, yendo todavia. Y mire que me suelen caer bien los fracasados, sin embargo a usted pues es que no lo soporto.
A parte de por chuloinsoportable, en qualquier pais civilizado seria usted destituido por apropiarse de los clasicos con fines espureos como son epatar al debil en lugar de instruirlo. Sí, su nincho vital es España, y mas concretamente el café de La Colmena. ¿ Se lleva usted el portatil a esas mesas hechas de losas de sepultura o escribe desde su camastro en la pension?
Se lo digo porque es verdad, y tambien - reconzocamoslo- porque las turbulencias que se estan viviendo me ponen el cuerpo jotero, como bicho oliendo sangre.
Le cuento, pues, que esta noche he tenido el honor de que borren mis post en la competencia (la misma Innimbrable Putengorden en persona) por mi empeño en expresarme - en ese foro regional- en lengua regional fuera del reducto que le han asignado ellos, tan necios como ustedes.
Ellos me han dado poco trabajo, ya ve, nada mas unas horas. Hay que entender que son nuevos, y a parte que quiere usted de la Innombrable. Espero ahora que esta mia alusion al Tema Prohibido por el aciago mendrugo ILG (que ni mata al Tiempo ni el tiempo lo mata a El, pero a Todos nos mata de aburrimiento), y la denuncia que hago publicamente de su infamia hipertextual me sirvan para tener el honor de ser excluido en un mismo dia de dos foros, a la vez y a poder ser para siempre. De una puta vez, como dira el chulo susodicho.
Que siendo un foro la pretendida antitesis del otro, y siendo ambos una naderia vertiginosa, pues como que la cosa de su patada de usted en mi culo me liberaria de esta pesada carga y me proyectaria a unos niveles de Nada ya abiertamente excelsos, casi cristalinos, capaces -tal vez todavia -de suscitar mi entusiasmo.