alexcordoba rebuznó:
Joder. Y eso que el hilo habla de anecdotas con lumis.
Centremonos por favor.
Va, pues yo voy a contar una anécdota de algo que me pasó la segunda vez que fui de lumis.
Ahora hará un año de aquello. Hacía poco que había ido por primera vez, con un amigo un poco bocas, y al cabo de poco tiempo lo sabían casi todos. Muy curioso que al enterarse más de uno me iba diciendo a espaldas de los demás que les acompañase, que querían ir, incluso otro me confesó que ya había ido un par de veces, y que a ver si íbamos algún día...
Yo les decía que nanai, que yo ya no iba más con nadie, pero a uno de ellos todavía no le habían quitado el precinto, y estaba a punto de cumplir los 21, y me pidió que por favor que lo llevara, y claro, uno es ante todo persona, y siente empatía y lástima por el prójimo.
Así que un viernes a eso de las 11, creo que debían ser, llegamos al Rivi tres amigos. Yo llevaba tres días sin descargar, por cuestiones que no vienen al caso (no me quiero extender demasiado), pero me daba igual, porque no quería subir. Eso si, llevaba 100 euros en el bolsillo, porque mi amigo no tenía dinero, aunque empezaba a trabajar ese lunes y es un tipo de palabra, así que se los pensaba dejar con total confianza en que me los devolvería.
Entramos y nos vamos a la barra del fondo. Mi amigo flipa con los pivones, pero dice que está algo nervioso, que no cree que suba. Yo le digo que haga lo que quiera, pero que luego se arrepentirá. Total que mientras me tomo mi copita, una brasileña que había al lado se pone a hablar conmigo, y al poco rato me empieza a meter la mano en la bragueta, a pillar mi mano y refregársela por las tetas... en fin, es una situación que por un lado no me gusta, porque no me gusta hacer ese tipo de cosas delante de la gente, aunque esté en un club, y por otro, pues joder, soy hombre y me estaba poniendo a mil. El billetito me empezaba a quemar en el bolsillo, y como veo que nuestro otro amigo estaba ya decidido a subir, pues me animo y digo que yo también subo.
Pues bien, aquí viene lo "bueno". En el Rivi antes de entrar en las habitaciones hay una especie de segurata que apunta algo en una libreta o algo así, no sé exactamente que hace, pero el caso es que en el rellano de la planta hay un tipo sentado un una silla con una mesa delante. La lumi le dice no se qué, y yo mientras mirando el techo, las paredes y tal. Hasta que de repente, miro al tipo y...

JOOOOOOOOODER!!!! Mi vecino de enfrente!!!! Os lo juro, en mi vida me han pasado cosas rarísimas, estoy marcado por el destino, situaciones de tierra trágame y no me sueltes hasta el día del juicio final (incluso un día entró un tío en mi casa a robar mientras me pajeaba, vamos, que podría hacer una peli con algunas situaciones que he vivido de los más inverosímiles), pero como aquello, nada...
El camino desde el rellano hasta la habitación yo creo la sangre ni me corría por las venas. Luego el tema sexual, ya fue otra historia, nada del otro mundo.