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A veces iba corriendo hasta el puente romano. No sé muy bien por qué. Supongo, me apetecería correr en esos momentos. Hay veces que te dá la vena de hacer algo y las cuerdas las mueve el viento.
En cualquier caso, esa baza fui andando, con paso tranquilo. A pesar de ello, estaba más nerviosa que otras veces.
A medida que me iba acercando más, mi adrenalina iba por momentos en aumento, así que no pude aguantar más y grité. Grité pero no corrí. Es punto importante no hacer cualquier cosa que anhelas hacer porque sí, es realmente importante privarte de un deseo por el simple placer de vedarte a ello. La gente, qué rara es.
Total, que como les decía, grité. Pero no corrí ni aligeré el paso en ningún momento, me gustaba la sensación de naturalidad que estaba tornando ya todo. Los pájaros, las urracas y tal, formaron una V y escapáronse, graznando, embravecidas. Yo no corría, porque además, hacía un tiempo maravilloso. De esos días de verano que no te importa que te metan un tiro en la sien en contal de que lo hagan al aire libre.
Llegué al puente romano y eché un vistazo. El puente estaba restaurado, habían respetado lo que viene a ser su estructura originaria, la cual descansaba sobre la base auténtica, piedra tratada por romanos. Qué cosas, y seguía ahí. O sea, que unas piedras bajo la corriente de agua durante siglos y siglos estaban estupendas pero habían tenido que restaurar las piedras que estaban sobre la superficie del agua por mal estado. Chico, hay cosas que me resultan la mar de estúpidas.
La cosa es que bajé al río. El agua era clara y fresca. Y me lavé las manos. Con fruición. Me quité la camiseta de port aventura y la quemé. Se consumió mientras fumaba un cigarrillo.
A él, nunca lo encontraron.
A los otros, tampoco.
O_O
En cualquier caso, esa baza fui andando, con paso tranquilo. A pesar de ello, estaba más nerviosa que otras veces.
A medida que me iba acercando más, mi adrenalina iba por momentos en aumento, así que no pude aguantar más y grité. Grité pero no corrí. Es punto importante no hacer cualquier cosa que anhelas hacer porque sí, es realmente importante privarte de un deseo por el simple placer de vedarte a ello. La gente, qué rara es.
Total, que como les decía, grité. Pero no corrí ni aligeré el paso en ningún momento, me gustaba la sensación de naturalidad que estaba tornando ya todo. Los pájaros, las urracas y tal, formaron una V y escapáronse, graznando, embravecidas. Yo no corría, porque además, hacía un tiempo maravilloso. De esos días de verano que no te importa que te metan un tiro en la sien en contal de que lo hagan al aire libre.
Llegué al puente romano y eché un vistazo. El puente estaba restaurado, habían respetado lo que viene a ser su estructura originaria, la cual descansaba sobre la base auténtica, piedra tratada por romanos. Qué cosas, y seguía ahí. O sea, que unas piedras bajo la corriente de agua durante siglos y siglos estaban estupendas pero habían tenido que restaurar las piedras que estaban sobre la superficie del agua por mal estado. Chico, hay cosas que me resultan la mar de estúpidas.
La cosa es que bajé al río. El agua era clara y fresca. Y me lavé las manos. Con fruición. Me quité la camiseta de port aventura y la quemé. Se consumió mientras fumaba un cigarrillo.
A él, nunca lo encontraron.
A los otros, tampoco.
O_O