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Te salió un poco caro tocar no?Cosas veredes.
Yo por ejemplo hace dos semanas di un bolo por el cual 45 minutos se transformaron en 1000 pavos,teniendo todo montado,un escenario del puto copon,jaimas individuales con minubar y catering al gusto(me senti como homer con el avion privado)
Y la pasada toque hora y cuarto por 600 montando yo todo y casi negociando las copas.
No busque logica.en la musica nada lo tiene.
No chaval, infórmate bien , que según @ensaladadeestacas vendo "magdalenas"
The.Wire temporada 2. Trabsjando duro.en. la ríaEl mio descarga en el puerto.
Elegian a dedazo,pero el capataz era el padre de una amiga.
Resultado:4 dias a la semana 4 horas al dia,cada dia pagaban 70 u 80 pavos,por descargar pez espada y ademas siempre te caia algun wiston/marboro/chester de batea y muy muy de cuando en cuando, por descargar algo mas q pescado,nos daban posturas de 12,5 de costo,del apaleao,pero peor es nada lol,los 20 pavos q valian ,se lo dejaba por 12 o 15 a algun colega y lo transforrmaba en pasta
Hola, yo he tenido muchos trabajos de mierda pero hoy quiero hablaros de cuando fui acompañante de una stripper rusa.
Fue, como casi todos mis primero trabajos, algo no buscado. Estaba en la universidad intentando terminar unos estudios que tenía que costearme yo porque mi familia ya estaba pasando penurias y la beca la entregaba íntegra conforme me la ingresaban. Era portero de pub, camarero eventual y monitor de sala de un gimnasio infame al que, no sé bien por qué, se apuntó una madame que mandaba a todas sus putas a las clases de spinning porque decía que las rumanas eran muy vagas y comilonas y que, cuando no tenían una polla en la boca, se llevaban un bollo de chocolate y que así se estaban poniendo, gordas como para tener que bajar la tarifa que cobraban.
Su hijo también venía al gimnasio y era majo aunque con 20 años ya tuviese un crío. Él era stripper y, a veces, se dedicaba a acompañar a sus amigas stripper a alguna fiesta para evitar que alguien se propasase más de la cuenta [y para terminar follándoselas, claro]. No recuerdo bien cómo pero el hecho es que me vino a decir que una chica nueva, rusa, le había pedido que le acompañase pero que él estaba ocupado porque tenía una despedida de soltero y que no iba a ir, que le hacía falta alguien que hablase algo de inglés para ir a Marbella con ella en coche y hacerle de traductor. Ah, y para en cargarse del cubo.
Yo me dije que sí, me daban 100 pavos más la gasolina por un día, así que ni me lo pensé, me cogí un coche que tuve que pedir prestado [yo no tenía] y puse rumbo a Marbella con mi L puesta en la luna trasera.
La rusa, de la que no recuerdo el nombre, era decepcionante. Si yo esperaba encontrar a una teen angelical a la que arrimar cebolla al terminar el show, me topé con la que podía ser su madre o su abuela joven, alta como un caballo y con un aspecto algo demacrado. La cara demasiado pintada, como si fuera un graffiti hecho por un principiante, y un cuerpo [al menos lo que se veía de él] que dejaba bien claro que no pasaba por sus mejores tiempos. Era difícil hablar con ella, porque ninguno teníamos un inglés especialmente bueno y porque, además, ella parecía estar como borracha o ida y no paraba de fumar, así que cada vez que me gritaba algo en inglés tenía que hacer de tripas corazón por no apartarle la mirada ante el asco que me provocaba su aliento.
Pasamos por su casa, a recoger sus útiles y entonces me habló del cubo. Hija de puta, el cubo. El cubo era una especie de arcón enorme, que pesaba como su puta madre y en cuyo interior iba una serpiente enorme. La cabrona me lo dijo a mitad de camino, cuando yo, bajando como podía por las escaleras, le di dos hostias al arcón contra la barandilla. Carefull... the snake... angry, decía ella mientras parecía que se iba a quedar dormida apoyada en una esquina. Metí el pedazo de baúl en el coche como pude, eché sus mierdas detrás y me puse en marcha rezando porque la tía, al menos, fuera buena o se supera mover bien. Qué inocente era entonces.
Salió vestida que parecía Norma Duval en un congreso del PP y, oye, así en plan traje de chaqueta no estaba mal. Empezó a desnudarse y la cosa comenzó a torcerse. Al quitarse la chaqueta, ante los vítores de una masa enfervorecida de paletos que estaba pisando Marbella por primera vez, dejó a la vista una enorme cicatriz vertical en el vientre [de una cesárea muy mal hecha] que parecía el coño de un habitante del infierno. Además, todo el rato seguía como ida, como borracha, y con esos taconazos daba tropezones cada dos por tres.
Ya en ropa interior, se tira al suelo y se pone abierta de patas como si esperase que alguien se la frungiera. Me grita algo, algo que no entiendo, y me hace gestos señalando un bolso que yo, como puedo, le llevo con la máxima dignidad posible mientras los tipos me gritan pensando que yo voy a ser partícipe de ese horror. Saca una vela, una vela enorme, y la enciende. Aparta un poco el sujetador y se echa un poco de cera en ambos pezones. Lo mismo hace por el vientre y, cuando parece que está saciada, se quita toda ropa y aparece con los pezones recubiertos por una costra de cera y el coño tapado por un tapón de la misma sustancia. Es lo más parecido a una barbie geriátrica. Se acerca a los asistentes que, borrachos como cubas, les da todo igual y le arrancan las costras de cera seca dejando a la vista unos pezones chiclosos y un coño muy dado de sí. Se vuelve a tumbar panza arriba y coge la vela y empieza a masturbarse con ella metiéndose todo el puto cirio dentro. Dejando sólo una mínima llama fuera. No necesita preámbulos ni lubricar, no, todo para dentro del tirón.
Se gira y me hace gestos, me señala un bote de aceite que yo le lanzo. Sin sacarse del coño la vela, se embadurna en un líquido denso y tan anaranjado que hace que parezca que se ha bañado en Risketos. Yo me planteo si eso no será inflamable pero paso de pensar más de la cuenta. Me hace más gestos, me señala el cubo mientras deja el bote a su lado.
Y una mierda voy a abrir yo el cubo, pienso, yo lo acerco y que se las apañe. Y eso hago, pero ella grita mucho, demasiado, y yo en mis trece que no y que no. Un valiente, un pobre valiente, se acerca y abre el arcón sin saber lo que hay dentro no sin antes decirme que soy un cobardica. En cuanto levanta la tapa y aparece la cabeza amarillenta del reptil da un salto para atrás tirando el bote de aceite y poniéndose sobrio de momento. Los amigos se ríen y la serpiente sale por completo. Los amigos ya se ríen menos. Se levantan todos acojonados. La rusa parece que se medio duerme otra vez pero, aún con la vela en el coño, se intenta incorporar y resbala por el aceite y porque es torpe. Al final lo consigue, pero todo el mundo está tan acojonado que nadie quiere saber qué puede hacer la vieja esa con una serpiente. Una cosa es que se meta velas en el coño y otra que estando drogada o lo que sea suelte un bicho así ahí en medio.
Uno se acerca a mí, que ya han visto suficiente, que se van. Le hago gestos a la rusa, que se ha enroscado a la serpiente por las piernas y parece que vaya a simular una felación con su cabeza. Ella no entiende qué le digo, así que le doy una patada al cubo para que quede cerca de donde está y meta al puto bicho. Eso que hace.
Recogemos y nos vamos.
Me dice de tomar una copa, le digo que paso. La dejo en su casa y me vuelvo a Granada.
Escribo al que me consiguió el curro:
- Hijo de puta, eso se avisa.
- ¿Alguna vez antes habías visto a una tía meterse una serpiente a la vez en el coño y en la boca? Eso no se puede avisar, eso hay que verlo.
- No, gracias a dios, no.
Última edición: Hoy a las 18:26
Hola, yo he tenido muchos trabajos de mierda pero hoy quiero hablaros de cuando fui acompañante de una stripper rusa.
Fue, como casi todos mis primero trabajos, algo no buscado. Estaba en la universidad intentando terminar unos estudios que tenía que costearme yo porque mi familia ya estaba pasando penurias y la beca la entregaba íntegra conforme me la ingresaban. Era portero de pub, camarero eventual y monitor de sala de un gimnasio infame al que, no sé bien por qué, se apuntó una madame que mandaba a todas sus putas a las clases de spinning porque decía que las rumanas eran muy vagas y comilonas y que, cuando no tenían una polla en la boca, se llevaban un bollo de chocolate y que así se estaban poniendo, gordas como para tener que bajar la tarifa que cobraban.
Su hijo también venía al gimnasio y era majo aunque con 20 años ya tuviese un crío. Él era stripper y, a veces, se dedicaba a acompañar a sus amigas stripper a alguna fiesta para evitar que alguien se propasase más de la cuenta [y para terminar follándoselas, claro]. No recuerdo bien cómo pero el hecho es que me vino a decir que una chica nueva, rusa, le había pedido que le acompañase pero que él estaba ocupado porque tenía una despedida de soltero y que no iba a ir, que le hacía falta alguien que hablase algo de inglés para ir a Marbella con ella en coche y hacerle de traductor. Ah, y para en cargarse del cubo.
Yo me dije que sí, me daban 100 pavos más la gasolina por un día, así que ni me lo pensé, me cogí un coche que tuve que pedir prestado [yo no tenía] y puse rumbo a Marbella con mi L puesta en la luna trasera.
La rusa, de la que no recuerdo el nombre, era decepcionante. Si yo esperaba encontrar a una teen angelical a la que arrimar cebolla al terminar el show, me topé con la que podía ser su madre o su abuela joven, alta como un caballo y con un aspecto algo demacrado. La cara demasiado pintada, como si fuera un graffiti hecho por un principiante, y un cuerpo [al menos lo que se veía de él] que dejaba bien claro que no pasaba por sus mejores tiempos. Era difícil hablar con ella, porque ninguno teníamos un inglés especialmente bueno y porque, además, ella parecía estar como borracha o ida y no paraba de fumar, así que cada vez que me gritaba algo en inglés tenía que hacer de tripas corazón por no apartarle la mirada ante el asco que me provocaba su aliento.
Pasamos por su casa, a recoger sus útiles y entonces me habló del cubo. Hija de puta, el cubo. El cubo era una especie de arcón enorme, que pesaba como su puta madre y en cuyo interior iba una serpiente enorme. La cabrona me lo dijo a mitad de camino, cuando yo, bajando como podía por las escaleras, le di dos hostias al arcón contra la barandilla. Careful... the snake... angry, decía ella mientras parecía que se iba a quedar dormida apoyada en una esquina. Metí el pedazo de baúl en el coche como pude, eché sus mierdas detrás y me puse en marcha rezando porque la tía, al menos, fuera buena o se supera mover bien. Qué inocente era entonces.
Salió vestida que parecía Norma Duval en un congreso del PP y, oye, así en plan traje de chaqueta no estaba mal. Empezó a desnudarse y la cosa comenzó a torcerse. Al quitarse la chaqueta, ante los vítores de una masa enfervorecida de paletos que estaba pisando Marbella por primera vez, dejó a la vista una enorme cicatriz vertical en el vientre [de una cesárea muy mal hecha] que parecía el coño de un habitante del infierno. Además, todo el rato seguía como ida, como borracha, y con esos taconazos daba tropezones cada dos por tres.
Ya en ropa interior, se tira al suelo y se pone abierta de patas como si esperase que alguien se la frungiera. Me grita algo, algo que no entiendo, y me hace gestos señalando un bolso que yo, como puedo, le llevo con la máxima dignidad posible mientras los tipos me gritan pensando que yo voy a ser partícipe de ese horror. Saca una vela, una vela enorme, y la enciende. Aparta un poco el sujetador y se echa un poco de cera en ambos pezones. Lo mismo hace por el vientre y, cuando parece que está saciada, se quita toda ropa y aparece con los pezones recubiertos por una costra de cera y el coño tapado por un tapón de la misma sustancia. Es lo más parecido a una barbie geriátrica. Se acerca a los asistentes que, borrachos como cubas, les da todo igual y le arrancan las costras de cera seca dejando a la vista unos pezones chiclosos y un coño muy dado de sí. Se vuelve a tumbar panza arriba y coge la vela y empieza a masturbarse con ella metiéndose todo el puto cirio dentro. Dejando sólo una mínima llama fuera. No necesita preámbulos ni lubricar, no, todo para dentro del tirón.
Se gira y me hace gestos, me señala un bote de aceite que yo le lanzo. Sin sacarse del coño la vela, se embadurna en un líquido denso y tan anaranjado que hace que parezca que se ha bañado en Risketos. Yo me planteo si eso no será inflamable pero paso de pensar más de la cuenta. Me hace más gestos, me señala el cubo mientras deja el bote a su lado.
Y una mierda voy a abrir yo el cubo, pienso, yo lo acerco y que se las apañe. Y eso hago, pero ella grita mucho, demasiado, y yo en mis trece que no y que no. Un valiente, un pobre valiente, se acerca y abre el arcón sin saber lo que hay dentro no sin antes decirme que soy un cobardica. En cuanto levanta la tapa y aparece la cabeza amarillenta del reptil da un salto para atrás tirando el bote de aceite y poniéndose sobrio de momento. Los amigos se ríen y la serpiente sale por completo. Los amigos ya se ríen menos. Se levantan todos acojonados. La rusa parece que se medio duerme otra vez pero, aún con la vela en el coño, se intenta incorporar y resbala por el aceite y porque es torpe. Al final lo consigue, pero todo el mundo está tan acojonado que nadie quiere saber qué puede hacer la vieja esa con una serpiente. Una cosa es que se meta velas en el coño y otra que estando drogada o lo que sea suelte un bicho así ahí en medio.
Uno se acerca a mí, que ya han visto suficiente, que se van. Le hago gestos a la rusa, que se ha enroscado a la serpiente por las piernas y parece que vaya a simular una felación con su cabeza. Ella no entiende qué le digo, así que le doy una patada al cubo para que quede cerca de donde está y meta al puto bicho. Eso que hace.
Recogemos y nos vamos.
Me dice de tomar una copa, le digo que paso. La dejo en su casa y me vuelvo a Granada.
Escribo al que me consiguió el curro:
- Hijo de puta, eso se avisa.
- ¿Alguna vez antes habías visto a una tía meterse una serpiente a la vez en el coño y en la boca? Eso no se puede avisar, eso hay que verlo.
- No, gracias a dios, no.
Parece una pelicula de los 80´
En los 80 era cuando se quoteaban ladrillos enteros para escribir una sola frase y emoticonos. Ídem para @Fisico2013
Hijosdeputa
Calla, que me están loando.En los 80 era cuando se quoteaban ladrillos enteros para escribir una sola frase y emoticonos. Ídem para @Fisico2013
Hijosdeputa
Calla, que me están loando.
Cosas veredes.
Yo por ejemplo hace dos semanas di un bolo por el cual 45 minutos se transformaron en 1000 pavos,teniendo todo montado,un escenario del puto copon,jaimas individuales con minubar y catering al gusto(me senti como homer con el avion privado)
Y la pasada toque hora y cuarto por 600 montando yo todo y casi negociando las copas.
No busque logica.en la musica nada lo tiene.
Entre la nómina y los bolos, pronto tiene yate propioNadie te cree.
1200€ la hora que se saca el tío por hacer el subnormal con la guitarra.Liachu, la máquina de hacer dinero.
Te digo lo que le recomiendo a todo el mundo: compra un arma, líate a tiros. Todo lo demás, llanto de puta.
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