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Clásico
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- 21 Oct 2008
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España, amalgama de culturas y etnias, tiene a bien ofrecer un variado catálogo de fiestas en las que los más populares del lugar gustan de hacer una serie de mongoladas callejeras ataviados con unos trapos ad hoc. La gente acude en masa a ver semejante espectáculo y aplaude a raudales.
El Alarde de San Marcial en Irún (Guipúzcoa):
Llevan casi 500 años festejando que echaran a los franceses, no importándoles en absoluto ser una localidad limítrofe con Francia y contar con un importante flujo de turistas de ese país (país amigo, por otra parte). En el festejo, hay varias compañías que desfilan por el pueblo. Hay música y tambores. Hasta mediados de los ’90, las mujeres sólo podían ser cantineras y para ser soldados, había que ser hombre. Hubo unos rifi-rafes por esta razón con palabrotas, insultos, bofetadas y tirones de pelo incluidos y ahora hay dos desfiles que sustituyen al antiguo alarde: uno mixto y otro tradicional. En el primero ya van orgullosas las mujeres con su fusil. En el segundo, sólo como cantineras. En el primero van como unos 800, en el segundo son 8.000. El primero recibe ayudas económicas del ayuntamiento, el segundo se abastece de lo que saca por ahí. No se pierdan esta fiesta considerada de interés turístico nacional. El 30 de Junio, sin ir más lejos.
Los carnavales rurales del Pirineo navarro:
Son grupos de vecinos que se visten como de ovejas con enaguas y llevan unos cencerros; van dando saltitos para hacer sonar los mencionados cencerros, los cuales llevan fijados a la altura de los riñones.
Otros muy famosos son los de estos personajes que se atavían con unos cestos con cornamenta y su fin es atemorizar a propios y extraños. Ni qué decir tiene que no conviene reírse, pues su fin no es la mofa y no se lo toman muy bien.
Éste también es muy chupi: hay uno que va en un saco lleno de paja, luego hay otro que va montado a caballo y su misión es tirar al primero al suelo para que muerda el polvo, el muy hideputa. Luego hay otros que persiguen al del caballo para ponerle herraduras, ayudados por otro conjunto de vecinos con trajes de retard armados con escobas en un paroxismo del mongolismo más chanante que se pueda ver. La cosa continúa con otro muñeco al que le pegan un tiro en el monte y lo queman, mientras todos bailan, cantan y ríen. De no perdérselo por nada, oigan.
Moros y cristianos:
De Valencia para abajo, por la costa del Mediterráneo. Echamos a la morisca y, de paso, a piratas y gentuza variada que pululaba por el Mare Nostrum, aunque lo importante vino después: la cristianización, sin la que hoy no seríamos lo que somos.
Con el tiempo, se fueron agregando por un lado, otros hechos históricos gloriosos patrios, como las victorias contra turcos y berberiscos o la colonización del norte de África, y por otro, conjuntos de personajes de hondo sabor español: contrabandistas, bucaneros, bandoleros…
La ciudad de la que se trate es tomada por los bandos en contienda, pero el chupibando cristiano es el que se lleva el gato al agua, pues reconquista y machaca.
En los desfiles participan un amplio abanico de bandos con un importante despliegue de medios. Los más pudientes incluyen dromedarios y elefantes.
Hay música (sobre todo pasodobles y marchas), ruido, espectacularidad y ambientación superguay.
El que tenga pelusilla porque su pueblo de mierda, su provincia de mierda, o su región de mierda no ha sido nombrada en este hilo, que no llore de momento, porque espero que haya más aportaciones y que de esa manera, sus deseos se vean cumplidos.
El Alarde de San Marcial en Irún (Guipúzcoa):

Llevan casi 500 años festejando que echaran a los franceses, no importándoles en absoluto ser una localidad limítrofe con Francia y contar con un importante flujo de turistas de ese país (país amigo, por otra parte). En el festejo, hay varias compañías que desfilan por el pueblo. Hay música y tambores. Hasta mediados de los ’90, las mujeres sólo podían ser cantineras y para ser soldados, había que ser hombre. Hubo unos rifi-rafes por esta razón con palabrotas, insultos, bofetadas y tirones de pelo incluidos y ahora hay dos desfiles que sustituyen al antiguo alarde: uno mixto y otro tradicional. En el primero ya van orgullosas las mujeres con su fusil. En el segundo, sólo como cantineras. En el primero van como unos 800, en el segundo son 8.000. El primero recibe ayudas económicas del ayuntamiento, el segundo se abastece de lo que saca por ahí. No se pierdan esta fiesta considerada de interés turístico nacional. El 30 de Junio, sin ir más lejos.
Los carnavales rurales del Pirineo navarro:

Son grupos de vecinos que se visten como de ovejas con enaguas y llevan unos cencerros; van dando saltitos para hacer sonar los mencionados cencerros, los cuales llevan fijados a la altura de los riñones.

Otros muy famosos son los de estos personajes que se atavían con unos cestos con cornamenta y su fin es atemorizar a propios y extraños. Ni qué decir tiene que no conviene reírse, pues su fin no es la mofa y no se lo toman muy bien.

Éste también es muy chupi: hay uno que va en un saco lleno de paja, luego hay otro que va montado a caballo y su misión es tirar al primero al suelo para que muerda el polvo, el muy hideputa. Luego hay otros que persiguen al del caballo para ponerle herraduras, ayudados por otro conjunto de vecinos con trajes de retard armados con escobas en un paroxismo del mongolismo más chanante que se pueda ver. La cosa continúa con otro muñeco al que le pegan un tiro en el monte y lo queman, mientras todos bailan, cantan y ríen. De no perdérselo por nada, oigan.
Moros y cristianos:
De Valencia para abajo, por la costa del Mediterráneo. Echamos a la morisca y, de paso, a piratas y gentuza variada que pululaba por el Mare Nostrum, aunque lo importante vino después: la cristianización, sin la que hoy no seríamos lo que somos.
Con el tiempo, se fueron agregando por un lado, otros hechos históricos gloriosos patrios, como las victorias contra turcos y berberiscos o la colonización del norte de África, y por otro, conjuntos de personajes de hondo sabor español: contrabandistas, bucaneros, bandoleros…
La ciudad de la que se trate es tomada por los bandos en contienda, pero el chupibando cristiano es el que se lleva el gato al agua, pues reconquista y machaca.
En los desfiles participan un amplio abanico de bandos con un importante despliegue de medios. Los más pudientes incluyen dromedarios y elefantes.
Hay música (sobre todo pasodobles y marchas), ruido, espectacularidad y ambientación superguay.
El que tenga pelusilla porque su pueblo de mierda, su provincia de mierda, o su región de mierda no ha sido nombrada en este hilo, que no llore de momento, porque espero que haya más aportaciones y que de esa manera, sus deseos se vean cumplidos.