¿Es una errata? En caso de que no lo sea, ¿qué más te da que una persona no quiera estar en comunión con Crestos?
Porque podrán borrarse de una lista pero no del corazón de Jesús
Tampoco quiero que una mujer pase a la lista de los hombres. O que un hombre pase a la lista de las mujeres. Pero si lo haces, lo tienes que hacer bien.
Tienes que cruzar y seguir con todas sus consecuencias. Yo no te lo aconsejo, pero lo que no puedes es quedarte en la puerta a bloquear.
Si nuestra nueva forera ha decidido ser mujer tiene que tener claro qué significa eso a efectos jurídicos, pero especialmente en qué se traduce eso en SU vida real. No importa que en el Real Decreto no sé qué diga que yo como mujer tengo derecho a tal cosa si luego resulta que es algo difuso y simbólico. La ley como mujer me garantiza que no sufriré determinadas situaciones por ser mujer pero eso es como si me asegura que puedo volar o ser inmortal. Es innegable que las mujeres tenemos desventaja en algunos aspectos, de la misma forma que los hombres la tenéis en otros. Pero es que no puede ser de otra forma, y lo contrario es ir contra natura. Entender eso como discriminación es no entender nada.
Y no entender esto implica que legislen cosas que son un sinsentido, como que la baja maternal y paternal sea idéntica. Como si fuera idéntico ser padre que ser madre.
No, no es lo mismo ser hombre que mujer, yo tengo problemas y dificultades que vosotros nunca tendréis, y vosotros tenéis otros que yo nunca tendré por más que legislen en favor de uno u otro. La forma que han encontrado para combatirlo, en lugar de entender y estar en paz con la naturaleza, es borrando los géneros. Primero, si un hombre se pintaba los labios y se ponía tacones podía ser considerado mujer (reducción de los géneros al absurdo e infantilización). Ahora ya no hace falta ni que procure modular la voz un poquito al hablar (eliminación de los géneros).
Han entendido que su guerra no está en el sistema o en la sociedad sino en la naturaleza misma, y por tanto, luchan contra ella.
Pero la naturaleza se abre camino y el instinto nos hace chillar como mujeres indefensas cuando vemos a un señoro entrar en el vestuario de las chicas. Luego cogemos nuestras mochilas del Decathlon y le zurramos para que aprenda a no ser un sinvergüenza. Somos diferentes y tenemos que cohabitar pero manteniendo nuestros espacios personales y segregados por géneros.
Cambiarse el género a mujer es una opción fácil pero tenue. Lo difícil es aceptar al otro género como lo que es, y no como rival. En estos momentos, mientras los hombres y mujeres disputamos para ver quién es más listo, quién cobra más y quién está más liberado sexualmente, nos quitan el derecho a vivir honradamente, a tener familia, a tener un trabajo decente y una casa.
Mientras nos peleamos entre nosotros, la gente se independiza a los >40, las relaciones sentimentales no funcionan, la maternidad se retrasa. Nos están quitando nuestro derecho natural a tener lo básico: familia, casa y trabajo.
Mientras un hombre en condiciones se preocupa por lo que es importante, otros solo quieren ser veganos y solidarizarse con la causa feminista.
A día de hoy, no hay nada más punkie que ser tradicional. No hay nada más capitalista que el feminismo, que nos ha sacado a las mujeres de nuestras casas para que trabajemos igual o más que un hombre, que ganemos más, compremos más pantalones vaqueros y más tabaco, y retrasemos la maternidad a los 40, cuando ya sea inviable.
Hombres, revelaos. Nosotras os necesitamos.
¿Quién puede encontrar una esposa competente? Vale mucho más que los corales. (Proverbios 31, 11-16).