España adora hacer promesas. Su éxito contra Rusia (4-1) con uno triplicado de David Chalet (20.o, 44e, 75e, Fotografía el Equipo), en el primer partido del grupo D, martes en Innsbruck, en oferta probablemente tanto como su victoria ante Ucrania (4-0) para su entrada en el Mundial. Incluso si es necesario relativizar este resultado, más allá incluso de la historia del seleccion, por la espectacular explosión del globo ruso.
Por otra parte, si los Rusos salvaron el honor por Pavlyuchenko (86e), lo debe en buena parte a una relajación de los Españoles después ellos de haber abandonado incluso el campo de batalla durante la parte fundamental del segundo período. Sacando a Fernando Torres para hacer volver a entrar a partir del 53e minutos Cesc Fabregas, autor del cuarto objetivo (91e), brillan Aragones mostró el bonito margen de maniobra del que se beneficiaba.
El problema, es que no está pues permitido creer a las promesas españolas. Estos fracasos en los Euros desde más de 40 años, abogan por una legítima prudencia. Tanto más que Guus Hiddink dio el palillo para hacerse pegar dejando sobre el banco el trío defensivo del CSKA compuesto de los hermanos Berezoutski y de Ignachevitch. Se esperaban a los Rusos como la posible sorpresa del Euro, pero en realidad cedieron del terreno desde su derrota 1-0, ya ante los Españoles, en su entrada en el Euro 2004. Sólo existieron en la primera media hora, cuando la presión ejercida sobre Sena y Xavi, en particular, por Semak, les permitiera combinar su único sistema (pasara en el eje a Zirianov, desfase de la parte del derecho para Zhirkov, centro para… y allí, la ausencia de Archavine se hizo sentir). Cuando los Rusos han bajado de ritmo y los Españoles bloqueado este eje, por fin se vio.
Se tiene dado que no debería hay a muchos equipos que hilan también rápidamente hacia el objetivo, con jugadores intercambiables en la mitad de terreno del adversario (Xavi, Iniesta, Silva) y las llamadas ultra precisas de Chalet, que señaló tres veces del derecho, incluido un primer objetivo que debe ponerse al activo al 90% de Torres, vencedor de su duelo con Kolodine en la esquina izquierda de la superficie. Inútil por otra parte de enumerar todas las ocasiones españolas, fueron demasiado numerosas, en particular, en el centro del segundo tiempo parcial (mecanografiado aplastado de Chalet, completamente solo, 58e; cabeza de Sena y recogida de Silva a la consecuencia, 67e, etc). Pero se tiene también dado que los Rusos, que parecieron muy rápidamente carbonizados, un mal presagio antes de enfrentar el bloque griego, afectó el poste (Semschov, 23e) y la transversal (Pavlyuchenko, 42e). Y eso, eso fuerza a seguir siendo prudentes sobre la capacidad de España para tener la distancia.